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ENERGÍA NUCLEAR:




En este momento, las centrales atómicas son la cuarta fuente del mix energético global (13,5%), por detrás del carbón (40,9%), el gas (21,3%) y la hidroeléctrica (15,9%).

La distribución de esta potencia es muy desigual. Francia es el campeón nuclear, ya que el 80% de su sistema energético se nutre de 59 plantas. Japón, con otras 55 instalaciones, es otro paradigma. Estados Unidos alberga 104.

Pero el gran problema para esta tecnología, que iba a recibir un considerable impulso de la mano de los países emergentes, está en el largo plazo. Según la Agencia Internacional de la Energía, China ha iniciado la edificación de 27 centrales, mientras que Rusia está poniendo en marcha 11 y Corea del Sur e India otras cinco, respectivamente. Estas mismas naciones planeaban desarrollar un centenar de plantas en el futuro. ¿Podrá Fukushima torcer estos proyectos?

El accidente nuclear japonés tiene sus consecuencias:


En un plano empresarial, puede haber dos grandes afectados: las compañías eléctricas que utilizan las centrales y los grupos que las diseñan y construyen. Las firmas que operan las plantas en Alemania, como E.ON y RWE, ya han visto cómo caen sus acciones tras el giro antinuclear de Merkel. A su vez, si España decidiera prorrogar la vida de las centrales más allá de cuarenta años, en 2027 se habrá perdido una quinta parte de la energía que consumen los hogares de nuestro país. Las compañías más perjudicadas serían Endesa e Iberdrola.

Industria

Pero el impacto puede ser mucho más fuerte para los holdings industriales que edifican los complejos atómicos, un negocio liderado por gigantes como la francesa Areva, las estadounidenses General Electric y Westinghouse (propiedad, a su vez, de Toshiba), o la japonesa Mitsubishi.

Estos colosos se disputaban, hasta ahora, un mercado mundial en crecimiento. Pero Fukushima ha puesto sus expectativas de negocio en tela de juicio. La francesa Areva se ha adelantado a sus rivales para tratar de sacar partido a esta situación, al asegurar ayer que su reactor EPR habría soportado una crisis como la nipona. “Con el EPR no habría habido fugas en Fukushima", declaró ante la prensa Anne Lauvergeon, presidenta del gigante nuclear galo.

Hasta ahora, muchos países con planes nucleares se han decantado por reactores más baratos que el EPR, que es capaz de resistir el impacto de un avión (su diseño es posterior al 11 de Septiembre de 2001).

El pasado mes de diciembre, Abu Dhabi eligió modelos surcoreanos más baratos. China ha acordado la compra de dos EPR, pero al mismo tiempo ha encargado cuatro reactores AP1000 ofrecidos por Westinghouse. India negocia la adquisición de dos EPR, pero muchos clientes de países pobres o con ingresos medios no han creído, hasta ahora, que un poco más de seguridad merezca el alto coste adicional.

Se barajan, por lo tanto, dos efectos. La crisis podría beneficiar a Areva, gracias a sus reactores más seguros; o por el contrario, el estrechamiento del mercado puede ser de tal envergadura que todas las empresas pierdan la batalla.


NUCLEAR Y MEDIO AMBIENTE

Al margen de los criterios económicos, las repercusiones para medioambiente también pueden ser muy graves. Las bajas emisiones de CO2 de esta energía era un factor clave para los Gobiernos, ya que garantiza la independencia energética y el cumplimiento de los pactos para evitar el calentamiento global.

Tras el desastre japonés, este panorama puede cambiar. Alemania, de nuevo, vale como ejemplo. El parón de sus centrales más antiguas elevará las emisiones de CO2 en 24 toneladas en 2011, según un informe elaborado por Barclays Capital. Esta situación se producirá porque la energía que dejarán de producir las siete plantas (8,3 GW) que han sido paradas será compensada por un mayor uso del carbón y, en menor medida, del gas natural.

Se alzan así dos frentes distintos de cara al futuro. Por un lado, la de quienes han reforzado su apuesta por las energías renovables, como fuente limpia y segura para la generación de energía. Por otro, cobra relevancia el gas natural, ya que la construcción de centrales térmicas de esta materia prima es barata y rápida.

Pero los defensores de la energía nuclear no han plegado sus velas. Expertos como William Tucker (autor de "Energía Terrestre: ¿Cómo la energía nuclear liderará la Revolución Verde"), aseguran que lo que “ha demostrado el terremoto de Japón es que incluso las más antiguas estructuras de contención pueden resistir el impacto de uno de los terremotos más grandes de la historia”.

Por ello, cree que “sería trágico si el resultado del accidente de Japón impidiese el desarrollo de los reactores de tercera generación, que eliminan este fallo en el diseño”.

Aún debe solucionarse la crisis de Fukushima y analizarse el impacto de esta crisis con más sosiego. Pero a la espera de que esto ocurra, Gobiernos y expertos ya han dado vía libre al debate de cómo debería ser el mix energético global en los próximas décadas.

FUENTE: EXPANSIÓN, COM, 8.03.2011 L. Montoto

PARA SABER MÁS:


CEMENTERIO NUCLEAR:
EL CABRIL, Opera desde 1961



Interior de las instalaciones de El Cabril, EFE

Todos los residuos de muy baja, baja y media radiactividad de las centrales nucleares y hospitales españoles acaban en las instalaciones de El Cabril (Hornachuelos, Córdoba). Allí se encuentran fuentes radiactivas, restos de instalaciones nucleares, centros de investigación, material utilizado en operaciones y vestuario contaminado desde el año 1961,

El almacén de El Cabril es el único «contenedor de basura radiactiva en España» a falta de que se decida el emplazamiento del futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC). La construcción del centro de residuos de alta radiactividad se construirá cuando se decida a qué municipio de los ocho candidatos se adjudica, según fuentes de prensa de Enresa, la empresa pública gestora de El Cabril.
En la actualidad, ya bajo regulación administrativa, la instalación cordobesa dispone de dos plataformas para el almacenamiento de residuos radiactivos de baja y media actividad, y otra (inaugurado en 2008), para los de muy baja actividad. Cada estructura está compuesta por 320 contenedores sellados con una losa de hormigón a la que se añade una capa inpermeabilizante.
El aumento de centrales desmanteladas y el aumento de investigación ha provocado un aumento de la «basura» radiactiva en los últimos años. Una de las dos estructuras de residuos de baja y media actividad está completa y la segunda se encuentra a un 63% de capacidad.

El Cabril recibió en 2010 un total de 1.721,25 metros cúbicos de residuo de los que 746,59 eran de baja y media actividad y 974,66 eran de muy baja actividad, según datos de Enresa. Todos fueron transportados por carretera en camiones que que cumplen los requisitos legales tanto en inspección y en embalaje como en la formación de los conductores.

ABC,ES .TERESA SÁNCHEZ VICENTE /DÍA 18/10/2011 


VOCABULARIO:

Reactor nuclear: Instalación en la que puede iniciarse, mantenerse y controlarse una reacción nuclear en cadena. El reactor (nuclear) de agua a presión es un reactor refrigerado con agua natural a una presión superior a la de saturación, a fin de impedir su ebullición. El reactor de agua en ebullición (como los de la central de Fukushima) es un reactor refrigerado con agua natural, la cual se deja que hierva en el núcleo en una cantidad considerable.

BWR o Reactor de agua en ebullición: El calor generado por las reacciones en cadena se usa para hervir el agua. De este tipo son los reactores de la planta japonesa de Fukushima o los de Garoña, en Burgos. Ambas plantas usan el mismo reactore de tecnología BWR (Boiling Water Reactor) fabricado por General Electric. La compañía americana les vendió el mismo modelo a japoneses y españoles a comienzos de los 70. El reactor 1 de Fukushima y el único que hay en Garoña son idénticos y se inauguraron en 1971.

Barra de combustible: Combustible nuclear dispuesto en forma de barra formado por pastillas contenidas en una vaina tubular metálica. En las centrales nucleares puede usarse Uranio y Plutonio, pero este segundo también es utilizado en la fabricación de armas nucleares. En Fukushima hay cinco reactores que funcionan con uranio y uno de ellos -el reactor tres- que contiene una mezcla llamada MOX que contiene plutonio y uranio.

Vasija: Recipiente en el que se encuentra el núcleo de un reactor nuclear. En él están las vainas de combustible (cubierta metálica que contiene herméticamente el combustible), el reflector (material situado alrededor del núcleo que es el encargdo de devolver los neutrones que de otro modo escaparían), el refrigerante (agua radiactiva) y otros componentes.

Contención: Estructura utilizada para albergar en su interior instalaciones nucleares o radiactivas para disminuir la posibilidad de contaminación del medio ambiente. En centrales nucleares, la contención está formada por una chapa de acero de revestimento y un recubrimiento de hormigón de 90 centímetros de espesor y contiene en su interior el reactor y el circuito primario.

Sievert (Sv): Unidad de la dosis equivalente y de la dosis efectiva en el Sistema Internacional de Unidades. Es decir, mide la dosis de radiación absorbida por la materia viva. Un Sv equivale a un julio de energía por cada kilogramo de peso. La unidad antigua es el REM, usada, por ejemplo, en la antigua Unión Soviética. Fue la unidad de referencia durante el accidente de Chernóbil. 1Sv equivale a 100 REM. Hay ocasiones en las que se hace referencia a bequerelios, pero las unidades no son comparables porque el bequerelio es una unidad de radiactividad, no de dosis equivalente.

Radiactividad: Propiedad de algunos elementos químicos de emitir partículas u ondas electromagnéticas. Esta propiedad se debe a la existencia de una descompensación entre el número de neutrones y de protones del núcleo del átomo, que provoca una inestabilidad y una liberación de la energía acumulada en forma de partículas u ondas. La radiactividad natural se debe a elementos que emiten radiaciones espontáneamente, como es el caso del uranio, el torio o el radón, por ejemplo.

Núcleo del reactor: Región de un reactor nuclear en la que se encuentra el combustible y donde se produce la reacción nuclear de fisión y la liberación de calor.

Fusión nuclear: Reacción entre núcleos de átomos ligeros que conduce a la formación de un núcleo más pesado que los iniciales, acompañada de la emisión de partículas elementales y de energía.

Fisión nuclear: Reacción nuclear en la que tiene lugar la ruptura de un núcleo pesado, generalmente en dos fragmentos cuyo tamaño son del mismo orden de magnitud, y en la cual se emiten neutrones y se libera gran cantidad de energía.

Fusión del núcleo: Es un daño grave del núcleo del reactor debido a un sobrecalentamiento. Se produce cuando un fallo grave del sistema de la central impide la adecuada refrigeración del núcleo del reactor. Cuando eso sucede, las vainas de combustible se calientan hasta llegar a derretirse. Supone un gran peligro debido a que existe el riesgo de que el material radiactivo (el combustible nuclear) sea emitido a la atmósfera. No se debe confundir con fusión nuclear (ver más arriba).

Isótopo: Cada una de las distintas formas de los átomos de un elemento químico. Todos los isótopos de un elemento tienen el mismo número atómico (número de protones) y, por tanto, pertenecen al mismo elemento químico, pero difieren entre sí en el número de neutrones.

Partículas alfa: Son emitidas por los radionucleidos naturales no son capaces de atravesar una hoja de papel o la piel humana y se frenan en unos pocos centímetros de aire. Sin embargo, si un emisor alfa es inhalado, ingerido o entra en el organismo a través de una herida puede ser muy nocivo.

Partículas beta: Son electrones que salen despedidos en los procesos radiactivos. Los de energías más bajas son detenidos por la piel, pero la mayoría de los presentes en la radiación natural pueden atravesarla. Al igual que los emisores alfa, si un emisor beta entra en el organismo puede producir graves daños.

Rayos gamma: Radiación electromagnética producida en el fenómeno de desintegración radiactiva. Su longitud de onda es menor que la de los rayos X, por lo que es una radiación extraordinariamente penetrante. La radiación gamma suele acompañar a la beta y a veces a la alfa. Los rayos gamma atraviesan fácilmente la piel y otras sustancias orgánicas, por lo que puede causar graves daños en órganos internos.


PARA SABER MÁS, VER:

ENERGÍA NUCLEAR EN ESPAÑA:. Nuclear... ¿Si o no?, El debate-

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