ESTACIOMES Y METEOROLOGÍA. PREDECIR EL TIEMPO: EQUIPOS Y REFRANES
Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, Septembris, Octobris, Novembris, Decembris.
Las estaciones dependen de la inclinación del eje de rotación de la Tierra respecto al plano de su órbita, y no de la mayor o menor distancia entre nuestro planeta y el Sol. Por ello, las estaciones están invertidas entre ambos hemisferios, pues cuando tenemos el día más largo en uno (y, por tanto. más horas de radiación y más concentrada), sucede lo opuesto en el otro.
Solsticio procede de las palabras latinas sol y sistere, “detenerse”
Las estaciones dependen de la inclinación del eje de rotación de la Tierra respecto al plano de su órbita, y no de la mayor o menor distancia entre nuestro planeta y el Sol. Por ello, las estaciones están invertidas entre ambos hemisferios, pues cuando tenemos el día más largo en uno (y, por tanto. más horas de radiación y más concentrada), sucede lo opuesto en el otro.
El año sidéreo, en el que el Sol vuelve a su misma posición sobre el cielo, era ligeramente más largo que el año trópico, donde realmente el periodo se completa al volver el Sol exactamente al equinoccio.
Escribir
una crónica sobre solsticios o equinoccios es contar una historia del
calendario, de la cosecha, de sobrevivir al invierno o del amor de
verano. La astronomía suele estar relacionada con gran número de
festividades en nuestra cultura. Al igual que la Luna llena marca las
fechas de la Semana Santa y de los Carnavales, puede que la Navidad o la
noche de San Juan estén relacionadas con los solsticios, festejos
posiblemente heredados de festividades paganas.
Solsticio procede de las palabras latinas sol y sistere, “detenerse”
El
padre vuelve a casa y se dirige al dormitorio de su hijo. El niño está
en la cama, sentado con las piernas cruzadas y los ojos apretados.
—Silencio —dice—. ¿Está pasando?
—Dentro de un minuto —responde el padre.
—¿Ya?
Pasan los segundos. El niño aprieta todavía más los párpados.
—¿Ya?
—Sí. Richard Cohen : ‘Persiguiendo el sol.
—Silencio —dice—. ¿Está pasando?
—Dentro de un minuto —responde el padre.
—¿Ya?
Pasan los segundos. El niño aprieta todavía más los párpados.
—¿Ya?
—Sí. Richard Cohen : ‘Persiguiendo el sol.
Los solsticios son los momentos del año en los que el Sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo, y la duración del día o de la noche son las máximas del año, respectivamente. Este comportamiento es, además, inverso en cada hemisferio.
En una fecha tan señalada están ocurriendo cosas curiosas en el planeta.
En la región al norte del Círculo Polar Ártico no saldrá el Sol, mientras que, en la región al sur del Círculo Polar Antártico, el Sol no se pondrá y permanecerá en el cielo girando alrededor del observador. En los polos (de forma alterna) no saldrá el Sol hasta el equinoccio, siendo de día durante seis meses seguidos de otros seis meses de noche. Otro lugar menos frío pero igualmente único es, en este caso, el Trópico de Capricornio. En él, el Sol pasará exactamente por la vertical el medio día de este solsticio, lo que ocurrirá en el Trópico de Cáncer en el próximo solsticio, dentro de seis
bosque de Podkarpackie, en Polonia. DAREK DELMANOWICZ
Desde siempre, los solsticios han provocado un extraordinario abanico de reacciones: ritos de fecundidad, fiestas del fuego, ruedas ardientes, ofrendas a los dioses.
El equinoccio de primavera, o vernal, puede que tenga el lugar más destacado. Marca el preciso instante en que pasamos del invierno a la primavera.
En la región al norte del Círculo Polar Ártico no saldrá el Sol, mientras que, en la región al sur del Círculo Polar Antártico, el Sol no se pondrá y permanecerá en el cielo girando alrededor del observador. En los polos (de forma alterna) no saldrá el Sol hasta el equinoccio, siendo de día durante seis meses seguidos de otros seis meses de noche. Otro lugar menos frío pero igualmente único es, en este caso, el Trópico de Capricornio. En él, el Sol pasará exactamente por la vertical el medio día de este solsticio, lo que ocurrirá en el Trópico de Cáncer en el próximo solsticio, dentro de seis
bosque de Podkarpackie, en Polonia. DAREK DELMANOWICZ
Desde siempre, los solsticios han provocado un extraordinario abanico de reacciones: ritos de fecundidad, fiestas del fuego, ruedas ardientes, ofrendas a los dioses.
Muchas costumbres invernales de Europa Occidental proceden de los
antiguos romanos, que creían que el dios de las cosechas, Saturno, había
gobernado la Tierra en una época anterior. Por eso celebraban el
solsticio de invierno —y su promesa de la vuelta del verano— con las
Saturnales, unas grandes fiestas llenas de regalos, intercambio de
papeles (los esclavos reprendían a sus amos) y festividades públicas
entre el 17 y el 24 de diciembre.
Julio César decretó que el día más corto era el 25 de diciembre
La transición del Imperio Romano y sus rituales paganos al cristianismo se prolongó durante varios siglos y culminó en el gran triunfo militar de Constantino en el año 312. Él volvió a unir el imperio y puso fin a medio siglo de guerra civil. Constantino atribuyó su victoria al dios cristiano y promulgó unas leyes que promovían el cristianismo. Así que se apropió de muchas costumbres paganas para modificarlas, de forma que el Sol y el Hijo de Dios quedaron indisolublemente unidos en la cabeza de la gente.
La transición del Imperio Romano y sus rituales paganos al cristianismo se prolongó durante varios siglos y culminó en el gran triunfo militar de Constantino en el año 312. Él volvió a unir el imperio y puso fin a medio siglo de guerra civil. Constantino atribuyó su victoria al dios cristiano y promulgó unas leyes que promovían el cristianismo. Así que se apropió de muchas costumbres paganas para modificarlas, de forma que el Sol y el Hijo de Dios quedaron indisolublemente unidos en la cabeza de la gente.
Los romanos no tenían claro cuándo celebrar el solsticio de invierno. Julio César decretó oficialmente que el día más corto del año era el 25 de diciembre. En el siglo I después de Cristo, Plinio lo situó en el 26, y su contemporáneo Lucio Columela, experto en agricultura, escogió el 23.
Aunque el Nuevo Testamento no ofrece
ningún indicio de la verdadera fecha en la que nació Jesús (los primeros
autores hablan más bien de primavera), en el año 354 Liberio, obispo de
Roma, la fijó en el 25 de diciembre.
En
todos los países cristianos, la Navidad absorbió gradualmente todos los
demás ritos del solsticio de invierno, de modo que, por ejemplo, los
discos solares que antiguamente se pintaban tras las cabezas de los
gobernantes en Asia pasaron a ser los halos de las figuras cristianas;
la Misa del Gallo española, la misa de medianoche, se llama así porque
se supone que cantó un gallo la noche que nació Jesús. Hasta entonces,
los gallos se relacionaban con el sol, porque más bien cantan antes del
amanecer. Pero la tradición cristiana los incluyó en el relato de san
Pedro y su triple negación de Cristo antes de que el gallo cantara tres
veces, y acabaron simbolizando al pecador que acepta el perdón divino a
través de Jesucristo.
Durante mucho tiempo, a las festividades se les asignaba una fecha aleatoria.
Durante mucho tiempo, a las festividades se les asignaba una fecha aleatoria.
En el año 567, el Concilio de Tours proclamó que todo el periodo desde Navidad hasta la fiesta de la Epifanía debía ser un mismo ciclo, y en el siglo VII estaba ya vigente el periodo de 12 días de paz, vida hogareña, fiestas y espíritu caritativo.
Sin embargo, el solsticio de invierno sigue cambiando de día. Puede caer en cualquier punto entre el 20 y el 22 de diciembre, dependiendo del huso horario. No es frecuente que caiga el 22 de diciembre: el último fue en 1975 y no se repetirá hasta 2203.
elpais.com/elpais/2017/12/20/ciencia
El equinoccio de primavera, o vernal, puede que tenga el lugar más destacado. Marca el preciso instante en que pasamos del invierno a la primavera.
El Sol, que venía amaneciendo hasta ahora hacia el sudeste, saldrá exactamente por el Este, cosa que solo ocurre en los equinoccios, y se pondrá por la tarde justo en el Oeste. Esto provocará que el día y la noche duren prácticamente lo mismo, de donde surge el término “equinoccio”
Es la fecha del renacimiento, de la vida nueva y de la naturaleza en eclosión. Así que no es de extrañar que, si la doncella Perséfone, diosa de la vegetación, vuelve de su rapto en el inframundo para reunirse con su madre, Deméter, diosa de la agricultura, tenga que ser en el equinoccio de primavera. O si Isis consigue resucitar a Osiris para preñarse de él, tras juntar los 14 pedazos en que lo troceó su hermano Seth, lo haga en la luna llena posterior al equinoccio de primavera, una fértil luna llena de catorce días de edad.
PARA SABER MÁS, VER:
Tenemos que encajar el calendario astronómico -el que marca la posición del equinoccio de referencia- con el calendario civil y religioso, basado en días completos.
El tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol -un año- no es un múltiplo exacto de rotaciones sobre sí misma -un día-. En concreto, un año astronómico (año ‘trópico’) dura 365 días, 5 horas y casi 49 minutos.
Los babilonios tuvieron una visión extremadamente pragmática que, aunque con clara vocación adivinatoria, los llevó a describir el funcionamiento de la Naturaleza en base a observaciones empíricas, sin imposiciones de modelos cosmológicos basados en geometrías perfectas o posiciones apriorísticas del hombre frente al Universo
Hiparco de Nicea quien lo descubrió, en algún momento del s. II AC. Hiparco, del que, lo poco que se conoce, es por medio de otro astrónomo excepcional, Claudio Ptolomeo, fue un científico fascinante y meticuloso. Comparando sus propias observaciones de la distancia de estrellas brillantes como Spica o Regulusrespecto al equinoccio, con las de sus predecesores, Timocares de Alejandría yAristilo, encontró diferencias que implicaban un desplazamiento del equinoccio de no menos de 1º por siglo. Un retardo que se iba acumulando, una precesión de los equinoccios. Esto implicaba que el año sidéreo, en el que el Sol vuelve a su misma posición sobre el cielo, era ligeramente más largo que el año trópico, donde realmente el periodo se completa al volver el Sol exactamente al equinoccio.
El problema de relacionar años con días completos fue bastante bien resuelto por el romano Julio César y sus sabios egipcios allá por el año 50 antes del propio Cristo. Como en números redondos un año son 365 días y un cuarto, cada cuatro años de 365 días habría de añadirse un día adicional (el famoso bisiesto, como es este de 2016). Es calendario ‘juliano’
Con el calendario gregoriano aparece una corrección. El calendario romana contenía un pequeño error intrínseco, puesto que redondeaba los casi 49 minutos a los 60 de una hora. Esto significaba que cada año se introducían en el calendario litúrgico bisiesto unos 11 minutos de más, por lo que poco a poco se iba alejando del astronómico. En el siglo XVI, el error acumulado desde la implantación de la regla pascual era tal que el equinoccio primaveral -supuestamente, el 21 de marzo- había ocurrido el 11 de marzo, diez días antes. Gregorio XIII, recurrió de forma conjunta a Dios y a las matemáticas, confluyendo por fortuna estos factores en el enorme astrónomo -tanto por su tamaño físico como por su sabiduría-, Christopher Clavius. Clavius, alemán y jesuita, fue coetáneo y amigo de Galileo, con quien tuvo sus más y sus menos al respecto de sus muy distintas concepciones del Universo, puesto que se mantuvo siempre fiel al geocentrismo. El trabajo de Clavius fue tan bueno que perdura hoy en día y solo tiene un error estimado de un día cada 3.300 años. Corrigió de forma ingeniosa el calendario juliano, y lo hizo añadiendo una cláusula adicional: “Un año será bisiesto si es divisible por 4, pero no lo será si además es divisible por 100. Con la excepción de los divisibles por 100 y 400 a la vez, que sí lo serán”. Para rematar su trabajo, el papa Gregorio -por indicación del gran Clavius- tuvo que resetear el calendario mediante la pertinente bula, eliminando de golpe los diez días de más acumulados hasta esa fecha, y así al jueves 4 de octubre de 1582 (del calendario juliano) le siguió el viernes 15 de octubre de 1582 (del calendario ya conocido como ‘gregoriano’).
Los babilonios tuvieron una visión extremadamente pragmática que, aunque con clara vocación adivinatoria, los llevó a describir el funcionamiento de la Naturaleza en base a observaciones empíricas, sin imposiciones de modelos cosmológicos basados en geometrías perfectas o posiciones apriorísticas del hombre frente al Universo
Hiparco de Nicea quien lo descubrió, en algún momento del s. II AC. Hiparco, del que, lo poco que se conoce, es por medio de otro astrónomo excepcional, Claudio Ptolomeo, fue un científico fascinante y meticuloso. Comparando sus propias observaciones de la distancia de estrellas brillantes como Spica o Regulusrespecto al equinoccio, con las de sus predecesores, Timocares de Alejandría yAristilo, encontró diferencias que implicaban un desplazamiento del equinoccio de no menos de 1º por siglo. Un retardo que se iba acumulando, una precesión de los equinoccios. Esto implicaba que el año sidéreo, en el que el Sol vuelve a su misma posición sobre el cielo, era ligeramente más largo que el año trópico, donde realmente el periodo se completa al volver el Sol exactamente al equinoccio.
El problema de relacionar años con días completos fue bastante bien resuelto por el romano Julio César y sus sabios egipcios allá por el año 50 antes del propio Cristo. Como en números redondos un año son 365 días y un cuarto, cada cuatro años de 365 días habría de añadirse un día adicional (el famoso bisiesto, como es este de 2016). Es calendario ‘juliano’
Con el calendario gregoriano aparece una corrección. El calendario romana contenía un pequeño error intrínseco, puesto que redondeaba los casi 49 minutos a los 60 de una hora. Esto significaba que cada año se introducían en el calendario litúrgico bisiesto unos 11 minutos de más, por lo que poco a poco se iba alejando del astronómico. En el siglo XVI, el error acumulado desde la implantación de la regla pascual era tal que el equinoccio primaveral -supuestamente, el 21 de marzo- había ocurrido el 11 de marzo, diez días antes. Gregorio XIII, recurrió de forma conjunta a Dios y a las matemáticas, confluyendo por fortuna estos factores en el enorme astrónomo -tanto por su tamaño físico como por su sabiduría-, Christopher Clavius. Clavius, alemán y jesuita, fue coetáneo y amigo de Galileo, con quien tuvo sus más y sus menos al respecto de sus muy distintas concepciones del Universo, puesto que se mantuvo siempre fiel al geocentrismo. El trabajo de Clavius fue tan bueno que perdura hoy en día y solo tiene un error estimado de un día cada 3.300 años. Corrigió de forma ingeniosa el calendario juliano, y lo hizo añadiendo una cláusula adicional: “Un año será bisiesto si es divisible por 4, pero no lo será si además es divisible por 100. Con la excepción de los divisibles por 100 y 400 a la vez, que sí lo serán”. Para rematar su trabajo, el papa Gregorio -por indicación del gran Clavius- tuvo que resetear el calendario mediante la pertinente bula, eliminando de golpe los diez días de más acumulados hasta esa fecha, y así al jueves 4 de octubre de 1582 (del calendario juliano) le siguió el viernes 15 de octubre de 1582 (del calendario ya conocido como ‘gregoriano’).
El cambio de fechas por mor de la precisión astronómica tuvo un curioso impacto según fuera el lugar del mundo y su fecha de aplicación.
Enrique Joven: 'El Castillo de las Estrellas' y 'El Templo del Cielo' , RocaEditorial.
El patrimonio cultural se enriquece con los saberessobre el tiempo. Los refranes contienen una sabiduría de identidad y memoria de nuestro paisaje
Desde antes que la meteorología surgiera como nosotros hoy la conocemos, muchos hombres observaron el cielo y procuraron disponer sus actividades de acuerdo al tiempo cambiante. El deseo de ordenar y asociar lo que ocurre con una cierta causa siempre ha sido más fuerte que nuestra habilidad para descubrir relaciones auténticas.
La mayoría de los refranes carecen de fundamento científico, pero algunos de ellos reflejan principios ciertos.
Nota: Los que no tienen rima es porque la pierden al traducirlos.
Refranes Enero, Febrero y Marzo:
- Cuando nieva en enero, todo el año ha tempero.
- En enero el suelo mojado, bueno para el suelo, malo para el ganado.
- Quien cava en enero y poda en febrero, tiene buen año de uvero.
- Año que hasta el nueve de enero nieva, mucho pan espera. Si por la Candelaria llueve, lo que queda de inverno no será muy duro. Si hace sol, será peor
- Nieve y lluvia en febrero, todo el año ha tempero.
- Flor de febrero no va al granero.
- Calor de marzo temprano, es para el campo sano.
- Marzo marceador, que de noche llueve y de día hace sol.
- Nieve en marzo vale un dinerazo.
- Marzo pardo, señal de buen año.
- Mucha flor en primavera, buen otoño nos espera.
la Candelaria marca el momento de volver a sembrar los campos,
En esta época del año los días son soleados, y en especial las noches despejadas, se producen helada
Si no lloviere en febrero, ni buen prado ni buen centeno.
- La niebla en marzo no hace daño, pero la de abril se lleva el pan, el vino y el barril
- Abril sin granizo, Dios no lo hizo.
- Hielos en la cruz de mayo, siempre hacen daño.
- Mayo caliente y lluvioso, ofrece bienes copiososo.
- Si en mayo no vieres lodo, dalo por perdido todo.
- Rocío y fresco en mayo, dan vino a la viña y heno al prado.
- Agua por San Juan, quita aceite, vino y pan.
- Cuando viene la golondrina, el verano está encima.
- Si llueve por Santa Ana, llueve un mes y una semana
- Abril abrilero, o el pastor pide ayuda al barquero ó las ranas mueren en el sequero
Abril, abriloso y sus aguas sacan de la cueva al oso
Abril abrilero, cada día dos aguaceros
Abril lluvioso hace a Mayo hermoso
Abril frio, tortas de trigo
Abril sonriente, mata de frío a la gente
Si truena en abril, prepara la capa y échate a dormir
En abril, cortas un cardo y te crecen mil
- Por mucho que quieran ser, julio poco ha de llover.
- Agua por la Virgen de agosto, quita aceite y agua el mosto.
- Tormentas en el mes de agosto, buenos racimos y mejor mosto.
- Agua de agosto, azafrán, miel y mejor mosto.
- Agua por San Mateo, malas vendimias y gordos borregos.
- Lluvia de septiembre es buena para las viñas y mejor para las siembras.
- 29 de Septiembre, es San Miguel, y para hacer honor a su tradición, nos trae su veranillo. El llamado "veranillo de San Miguel" tiene su origen en que aún el sol es capaz de calentar lo suficiente como para dejarlos lucir manga corta y chanclas, eso sí, en las horas centrales del día. Porque otra característica de estos días es que con cielos despejados las temperaturas ya bajan considerablemente por las noches
- Si octubre es corto en granos, será largo en caldos.
- Por San Eugenio, las castañas al fuego, la leña al hogar y las ovejas a guardar.
- Truenos en noviembre, prepara el traje del año que viene.
- Cuando en diciembre veas nevar, ensancha el granero y el pajar.
- Si llueve en la Purísima Concepción, llueve en Carnaval, Semana Santa y Resurrección.
- En lloviendo el día de Santa Bibiana, llueve cuarenta días y una semana.
- En no lloviendo en Nochebuena, no hay sementera buena.
- Aire solano, agua en la mano.
- Viniendo en invierno el aire de cornicabra, se hielan los niños que tienen barba.
- Si estando lloviendo, cambia el aire a solano o a cierzo, aclara.
- "Agua de madrugá, no quita obrá" (Quiere decir que ese día no lloverá o en tan escasa cantidad que no impedirá la faena del campo).
- Cielo aborregao, a los tres días mojao.
- "Palma" del Guadiana, si no llueve hoy, llueve mañana.
- "Sol empozao" al atardecer, lluvias al día siguiente.
- "Rebolá" para llover, al salir y no al poner (el sol).
- "Palma", si arranca del Norte, llueve antes pero menos; si arranca del Sur, tarda más en llover, pero es más abundante.
- Si lleva cerco la luna y estrellas dentro, agua al momento.
- Lloviendo el 2º, 3º y 4º días de la Luna nueva, llueve todos los cuartos de la Luna.
- A los cuatro días de entrar la Luna nueva, o 2º cuarto, si hay "rebolá" al salir el Sol, llueve en ese mes.
- En los cuartos de la Luna, si "viene volcá" - con inclinación -, es que " la vierte", esto es que vierte el agua, que lloverá.
- El más importante de ellos es el referente al 25 de enero, considerado como una segunda "llave del año", y reza así: "La conversión de San Pablo, conforme es el día es el año". Según nos cuentan uno de los informantes, en este día, al salir el Sol, por donde hay niebla, apedreará durante ese año; no así cuando la niebla es general.
- Lluvia en la Purísima Concepción, llueva en Carnaval, Semana Santa y Resurrección.
- Lluvia de Santa Bibiana (dos de diciembre), llueve seguidas siete semanas. Lloviendo en Nochebuena, también en Semana Santa.
- "Si la Candelaria implora, ni dentro ni fora (el invierno), pero si no implora, fora"
Respecto de las reacciones de hombres y animales a los cambios del tiempo
Aunque es cierto que los hombres y animales reaccionan al tiempo existente, no hay nada que indique que pueden señalar el tiempo que vendrá, salvo en la medida que un cambio que se inicie esté relacionado con el tiempo existente. Por ejemplo aquellos signos que obedecen al aumento de la humedad del ambiente previo al pasaje de un frente frío.
- Animales perezosos, tiempo tormentoso.
- Ave de mar que busca madriguera anuncia tempestad de esta manera.
- Delfines que mucho saltan viento traen y calma espantan.
- Los callos punzantes presagian la venida de una tempestad, lo mismo que los latidos dolorosos de las muelas picadas (esto está relacionado con el incremento de la humedad relativa previa a la formación de tormentas)
- El zumbido de los oídos por la noche es señal de un cambio de viento (Aquí el zumbido de los oídos tiene que ver con cambios en la presión atmosférica)
- Oigo a los burros rebuznar; hoy tendremos lluvia
- Cuando veas babosas negras en el camino, al día siguiente lloverá.
- Cuando se ponen húmedos en sus cabelleras los rizos de los navajos, seguramente lloverá (esto también está relacionado con el efecto del cabello al absorber humedad, recuerden que la lluvia está frecuentemente precedida por aire húmedo)
- Si la golondrina vuela bajo, agua recela (estas aves vuelan a ras de suelo cuando hay mucha humedad, ya que persiguen insectos. Moscas y mosquitos vuelan bajo por la humedad que se acumula en sus alas. Existen posibilidades de lluvias)
Muchos refranes se refieren al arco iris, al halo, a la observación de ciertos tipos de nube, o al color del cielo
- Este claro, Norte oscuro Pampero seguro
- Norte claro, sur oscuro aguacero seguro.
- Una nube tan negra al oscurecer, no faltará viento del oeste
- Luna que presenta halo, mañana húmedo o malo.
- Cuando el sol está en su casa (halo), lloverá pronto
- Luna amarilla y aguada pronostica una mojada.
- Si el cielo es de un azul claro profundo o de un verde mar cerca del horizonte, detrás vendrá lluvia.
- Cielo rojo a la alborada cuidar que el tiempo se enfada.
- Sol poniente en cielo grana, buen tiempo por la mañana.
- Tarde de arcos, mañana de charcos
- Un arco iris por la mañana es la alarma del pastor, un arco iris por la noche es el regocijo del pastor
- Un arco iris a barlovento, mal se presenta el día; un arco iris a sotavento, se marchará la humedad.
- Nubes barbadas viento a carretadas
- Nubes con franjas o ribetes, aferra bien los juanetes.
- Por las nubes cola de gato, viento va a darnos un mal rato.
- Si relampaguea y truena viento habrá de donde suena.
- Cielo empedrado, suelo mojado
- Cielo aborregado, antes de tres días mojado.
- Cuando el cielo está de lana, si no llueve hoy lloverá mañana
- Barre el cielo el Pampero después de algún aguacero.
- Es el SW, aunque suave, seco como el hombre grave
- Después de lluvia neblina, hacia buen tiempo camina.
- Viento del este lluvia como peste
- Tiempo que viene despacio, en irse también es reacio.
- Tiempo pronto en declararse no tardara en ausentarse.
- Trueno en primavera, traerá frío
"Cantan las urracas y andan en el suelo, señal de mal tiempo"
"Las hormigas está apuradas, señal de mal tiempo"
"Los burros están con la cola al sur, señal de nevada esta noche"
Estos dichos son muy comunes entre la gente de campo de mi zona y muchas veces tienen su razón. Esto me lo enseñó don Bernardo Razquin...Si las urracas no vuelan alto y cantan en el suelo, seguro que en 24 horas entra un frente frío intenso con tormentas en verano y nieve en invierno.
"Olor a jarilla fresca, señal de lluvia segura" - La jarilla anuncia la lluvia por la deserificación de sus hojas ante la presencia de ozono, producida por la electricidad estática cercana a una tormenta. Hoy en día, las jarillas cercanas a mi ciudad están muriendo pues los riegos por "Pibot central" en círculos de 75 ha, producen ozono en sus inmediaciones. Las jarillas deserifican esperando la lluvia que nunca llega y las mismas mueren en la inútil espera de agua (estudio realizado por el autor en la zona de la ciudad de La Rioja durante 15 años).
Respecto de las fases de la Luna
No existe ninguna teoría en la que exista relación entre las fases de la Luna y los cambios en el estado del tiempo.
- Luna llena y mojada trae diez días de aguada.
- Truenos con luna nueva prepárese a que llueva
- Si la luna de un sábado es nueva o llena siempre ha habido lluvia y siempre la habrá
- Cuando mengua la luna, una mañana nublada va seguida de una buena tarde
- Una bruma general antes de que salga el sol, en las proximidades del cuarto menguante, presagia buen tiempo.
- La nieve que cae a los dos o tres días de la luna nueva estará en el suelo algún tiempo; pero la que cae inmediatamente después de la luna nueva se irá pronto.
A río pasado, santo olvidado.
La naturaleza, el tiempo y la paciencia son los tres grandes médicos.
No dejes camino por vereda.
Para descansar al sol, es mejor seguir caminando.
Quien no tiene reloj, oye el gallo.
Si la alondra alto vuela es porque el buen tiempo llega.
A mal tiempo buena cara.
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