108 ITINERARIO POR LA ESCULTURA EN LOS MUSEOS DE CÓRDOBA

ITINERARIO POR LA ESCULTURA EN LOS MUSEOS DE CÓRDOBA


la Leona de Baena 

Encontrada en la provincia de Córdoba, la Leona de Baena (siglo V a. C.) es otro interesante ejemplo escultórico de una necrópolis ibérica. Tallado sólo por su cara frontal, el animal debía estar adosado a uno de los lados del monumento funerario que protegía. Aunque también se contemplan aquí influencias orientales y griegas, esta loba, tumbada en actitud amenazante, presenta una peculiar estética muy lineal y alejada del naturalismo. Museo arqueológico Madrid.

PARA SABER MÁS, VER:
 
Afrodita agachada, Museo Arqueológico de Córdoba
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Cervatillo. Museo arqueológico Medina Azahara

Esta figura zoomorfa probablemente servía de surtidor de fuente, adornando los jardines de al-Zahra. Descansa sobre una peana de forma rectangular, en la que se inserta un tubo por el que entraba el agua, que tras ascender por las patas y el cuerpo, totalmente hueco, salía por la boca a modo de surtidor, cayendo en una pila de escasa profundidad. 

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Juan de Mesa y Velasco 
(1583-1627)

Oculto durante mucho tiempo por la fama de su maestro, Juan Martínez Montañés, el nombre del escultor cordobés Juan de Mesa y Velasco sólo ha visto la luz en el siglo XX, y con él una obra llena de personalidad, capacidad técnica y hondura religiosa, que no deja de crecer en atribuciones y en admiración, por parte de las cofradías, pero también fuera de ellas.

Brilló sobre todo como escultor pasionista. En sus Cristos mostró a un hombre herido por el dolor, pero sin perder los rasgos de la divinidad. Desde el primer momento conectaron con el pueblo, que hizo suyas las imágenes, y con las cofradías, que le realizaron muchos encargos. El Cristo del Amor, encargado en 1618 con la condición que lo hiciera solo, sin la participación de ningún oficial del taller, muestra aún algunos rasgos de su maestro, pero el cuerpo tronchado en la cruz y el rostro dolorido ya muestran rasgos de su genio. Junto con las cofradías, la Compañía de Jesús fue uno de los principales clientes de Juan de Mesa. Para los jesuitas había hecho elCristo de la Buena Muerte, hoy en la Universidad, según un modelo distinto al del resto de sus obras. Eran Cristos llenos de paz, con un hondo idealismo en el rostro y en la anatomía, sin apenas sangre.

Nadie lo diría por su larga obra, pero Juan de Mesa murió con apenas 44 años. El 26 de noviembre de 1627 dictó testamento y dijo estar acabando «una Virgen de la Soledad o Angustias para el convento de San Agustín de Córdoba a la cual no le faltan tres días de trabajo». Esa noche murió. Su ciudad natal recibió entonces su testamento artístico, su única Dolorosa documentada. El Cristo, con una anatomía llena de detallismo y perfección, con la cabeza todavía dolida, reposa sobre el regazo de la Madre, bañada en lágrimas, pero llena de belleza juvenil todavía. Sostiene en las manos una espina, testimonio, según una hipótesis, de la paternidad que nunca le llegó.

Nuestra Señora de la Soledad o Angustias.
Según tradición recogida en un testimonio de 1722, el grupo escultórico llegó a Córdoba el 18 de marzo de 1628. 
El hermano mayor Francisco García de Paredes rinde cuentas al visitador general en noviembre de 1628 de los gastos ocasionados por la imagen, 4.003 reales, de los que Juan de Mesa había cobrado 500 por adelantado.
Las figuras que componen el grupo están talladas por separado. Mide la escultura de la Virgen 1,30 m de altura, que se corresponde con una estatura de 1.65 m . El Señor tiene 1,75 m.
La Virgen es de talla completa, aunque resuelta de modo que necesita ser vestida. Tiene los brazos de gonces y el cráneo de forma esférica, tallado el pelo por delante en un flequillo y por detrás en una coca. Muy cuidada es la labor del vestido, compuesto de corpiño y una falda de turgentes y blandos pliegues.
La imagen Cristo muerto, con la frente lisa como corresponde a la relajación post mortem y con los ojos entreabiertos, dejando ver las pupilas dilatadas que han dirigido la última mirada al cielo. En el torso, el vientre hundido



 Iconográficamente, el tema de Jesús niño bendiciendo tiene sus orígenes en los modelos manieristas sevillanos de Hernández y Ocampo. Sin embargo, el de mayor éxito fue el realizado por Montañés en 1606 para la Cofradía del Sagrario de la Catedral hispalense, del que bebe directamente esta obra, tocada con la particular impronta de la fuerza de Mesa, que se distancia de la dulzura clásica de su maestro. 

Jesús Niño bendiciendo





El panorama comienza a cambiar en torno a 1755 a raiz del terremoto de Lisboa, momento en que aparecen diferentes artistas que introducirán el nuevo gusto europeo por el neoclasicismo, auspiciado ya igualmente en el resto de España a través de la Real Academia de San Fernando, produciéndose la consolidación del academicismo, cuya influencia se dejará sentir en todos los ámbitos de la cultura. En Córdoba, los artistas más significativos de la nueva tendencia podrían ser el escultor francés Miguel de Verdiguier y el pintor catalán Francisco Agustín Grande.


MATEO INURRIA

 

 

 

  




Jacinto Lara. 


Jacinto Lara. Haiku I, 2009. Hierro, 87x50x4 cm. Colección del artista


Juan Cuenca

De aquél proceso de trabajo Equipo 57 —grupal, experimental y con una importante apoyatura teórica—queda lo esencialmente creativo. Juan Cuenca parte de un profundo estudio sobre los materiales que justifica el título de la exposición: tensión/forma. 
Objeto Cósmico, 2014, madera compensada y tensada, pintura al óleo y pan de plata oxidado, 90 x 122 x 100 cm.
 Al fondo,Infinito, 2014, lámina de aluminio de 3 mm, cortada con láser, plegada y pintada, 55 x 55 cm. Ars Operandi

José María Córdoba.

Hombre con pez en la cabeza, bronce de José María Córdoba.

Aurelio Teno

Nacido el 7 de septiembre de 1927 en Minas del Soldado (Villanueva del Duque, Córdoba), falleció 1 FEBRERO 2013 a los 84 años en el hospital cordobés de la Cruz Roja como consecuencia de una dolencia cardíaca, tras pasar los últimos años de su vida en el monasterio de Pedrique, en Villaharta (Córdoba), donde hay una exposición permanente de parte de su obra. En la trayectoria de Teno destacan sus interpretaciones del Quijote, reconocidas en España y América. 

Entre su producción sobre el personaje de Cervantes, sobresale la que levantó en el Kennedy Center de Washington, que inauguraron los Reyes de España, de siete metros de altura y 60.000 kilos de piedra y bronce. Teno ganó aquel concurso para tallar la imagen imponiéndose a figuras como Salvador Dalí y José de Creeft.

El mundo artístico de Teno se basó en el expresionismo, con la fauna de la naturaleza, la temática religiosa e incluso taurina, como el monumento La gran corná, en la plaza de toros de Pozoblanco, en la que murió el diestro Paquirri.

En sus años más prolíficos, el artista cordobés expuso en el Ateneo de Madrid y en ciudades como París, Nueva York, Copenhague y Rabat.


1993 - Monumento al Gallo, Pozoblanco

  

PARA SABER MÁS, VER:
Aurelio Teno
Sin título (Juan Serrano)



Hombre pájaro III (Juan Manuel Belmonte)




PEPE ESPALIÚ







 


 


Paco Ariza. Libélula, Museo Bellas Artes
En el proceso de creación  se han empleado transparencias. "En los tótem hay anarquía. Los aros son formas extrañas, intencionadas, que tratan de organizar el caos. Son formas que no responden a conceptos de simetrías o semejanzas con nada.

La temática responde a un espíritu cósmico, unas ansias de eternidad, de espacio, de proyectarte fuera, de fantasía y de caprichos. No se trata de contar ninguna historia. Solo son sentimientos, vivencias, divertimentos, juegos, aventuras, riesgos, encuentros e ilusiones, un cúmulo de cosas. En el caos, si estás capacitado y asistido por las musas, puedes ordenar y, a partir de él, crear algo bello, en este caso jugando con las transparencias, las luces y las sombras. En cuanto a la materia: acero inoxidable cortado en su mayoría con una radial y unido con soldadura eléctrica".
Paco Vargas
 


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