271 GUERRA FRIA, GEOPOLITICA (1945-2000). GUERRAS

GUERRA FRIA, GEOPOLITICA (1945-2000). GUERRAS

GUERRAS Y CONFLICTOS:

 La Guerra Fría y la política de bloques (1945 - 1989).
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Dentro de cada uno de los bloques de la Guerra Fría existían diferentes realidades sociales y culturales que en ocasiones produjeron divergencias o tensiones:




ALEMANIA

Los acuerdos de la Conferencia de Potsdam de julio de 1945 establecían la división de Alemania en cuatro zonas ocupadas por las potencias vencedoras y provocaron que la caída de ese telón de acero desgarrase el país y su punto más sensible, Berlín.

Alemania fue dividida en 1945 en cuatro partes por las potencias vencedoras. Pronto quedó claro que solo había dos, una con los sectores americano, francés y británico y otra la soviética. Y dentro de ese sector soviético de la Alemania dividida, que se habría de convertir en la República Democrática (RDA), en medio del mismo como una isla, la capital Berlín dividida a su vez en cuatro partes y a la postre en dos, la occidental democrática y la comunista. En 1948 cuando la Guerra Fría viene a hacerse oficial, Stalin hace su primer pulso a las potencias occidentales.


En reacción al anuncio de la creación de la República federal, Moscú pone en cuestión el estatus internacional de la ciudad y bloquea todos los accesos y suministros terrestres. 

Winston Churchill había definido en un discurso pronunciado en marzo de 1946 la situación a la que se veía abocada Europa, después de sufrir el peor conflicto bélico de la Historia: “Un telón de acero ha caído sobre el continente, desde Stettin en el Báltico hasta Trieste en el Adriático”.

 El presidente norteamericano Harry Truman expuso un año después las líneas de la nueva política exterior de EE UU –la Doctrina Truman-, que abandonaba la colaboración pacífica con la URSS que preconizó Roosevelt, y establecía la disuasión militar como eje de una política de contención frente a la Rusia soviética. La carrera armamentista y la amenazadora sombra de las armas nucleares y su poder destructivo determinaban los parámetros del nuevo conflicto.

Pero en Alemania no había neutralidad. La República Federal de Alemania, dirigida por Konrad Adenauer, se había comprometido firmemente con las potencias occidentales e ingresaba en la OTAN. Su democracia liberal no tendría nada que ver con la dictadura comunista del «otro lado». La economía social de mercado, con su elemento socialcristiano, era lo contrario que el dirigismo soviético de los planes quinquenales. Y las dos Alemanias, que se habían puesto a andar al mismo tiempo, se convirtieron así para todo el mundo en un inmenso campo de pruebas en el que verse la competencia de dos sistemas en una misma sociedad desarrollada.
La primera intención de mantener a la Alemania vencida en una situación de mera subsistencia económica fue pronto abandonada por las potencias occidentales que coordinaron la política económica y en junio de 1948 tomaron la decisiva medida de retirar en sus zonas el depreciado marco del Reich e introducir un nuevo marco alemán que restaurase el poder adquisitivo. Esa reforma monetaria sería aplicada también en Berlín y los rusos pensaron que se había ido demasiado lejos y el 24 de junio decretaron elbloqueo del Berlín occidental. Todos los accesos por vía férrea o carretera fueron cortados así como el suministro de electricidad. ¿Podrían sobrevivir 2,5 millones de berlineses occidentales en esa situación? La guerra se desechó como opción pero, dado el valor político indudable de Berlín, la rendición también. Los occidentales movilizaron una flota de 132 aviones en un puente aéreo que mantuvo abastecida la ciudad durante los casi 11 meses que duró el bloqueo. En abril de 1949 cada 72 segundos aterrizaba un avión en Berlín y se descargaban 7.845 toneladas de mercancías al día. El fracaso de Stalin en el bloqueo, que fue levantado en mayo de 1949, se tradujo ese mismo año en la creación de la OTAN y el nacimiento de la República Federal Alemana, que se consideró la detentadora legítima de la soberanía de la Alemania anterior a la guerra, y que con el Gobierno del democristiano Konrad Adenauer experimentaría el famoso ‘milagro económico’ en una firme alianza estratégica con Occidente.

La respuesta oriental no tardó en llegar y el 7 de octubre de 1949 se proclamó la República Democrática Alemana, dirigida en segunda fila por Walter Ulbricht, el primer secretario del SED, el Partido Socialista Unificado. La creación de la RDA y la salvación del estado comunista de 17 millones de alemanes fue el objetivo vital de Ulbricht. El destino final de Berlín en la Guerra Fría quedó indisolublemente unido a la persona de este estalinista sagaz y metódico, capaz de influir sobre la cúpula soviética como pocos pudieron.

                El 13 de agosto de 1961 comenzaba la construcción del Muro de Berlín, ABC

La mañana del 13 de agosto de 1961, y a pesar de las declaraciones del Jefe de Estado de la RDA, Walter Ulbrich, los berlineses vieron aparecer, por sorpresa y en apenas unas horas, el muro de hormigón que les separaría durante tres décadas
La RDA tuvo que reaccionar. Su ya debilitada economía no podía soportar semejante «hemorragia» de ciudadanos, y en la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, hace ahora justo 50 años, las autoridades reclutaban por la fuerza y de manera furtiva a cerca de 52.000 personas entre ciudadanos, albañiles, obreros, policías y soldados. Su objetivo: levantar lo antes posible el «muro de resistencia antifascista» para contener el flujo de inmigrantes que huían



Frontera divisoria entre el Este y el Oeste de Berlín en 1961, año de construcción del Muro. /GETTY IMAGES

 Decenas de camiones tomaron las calles del Berlín Este llenas de ladrillos, escombros, cemento y alambres de púas, abundantes aún en los almacenes militares de la guerra. Nueve horas después, sin que les hubiera dado tiempo a quitarse las legañas de los ojos, los berlineses se levantaban con 69 puntos de control cerrados, 12 kilómetros de muro construidos y 155 kilómetros de alambrada provisional colocados en la frontera entre los dos sectores, en los que se apostaban cerca de 15.000 hombres armados de la Policía Popular.

Varios miles de policías fronterizos habían comenzado el trabajo de madrugada levantando el pavimento de las calles que conectaban el este y el oeste de Berlín, y construyendo con ellos barricadas defensivas. Después cortaron el tráfico de vehículos e interrumpieron todos los medios de transporte públicos.

Aquello solo fue el primer golpe de una construcción que, durante los siguientes años, fue sufriendo continuas reestructuraciones y ampliaciones que la convirtieron en una verdadera obra de ingeniería bélica contra la fuga de personas, donde los avances tecnológicos estaban presentes. A las planchas de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura –que abarcaban más de 1.000 kilómetros con un interior formado por cables de acero para aumentar su resistencia–, se fueron sumando kilómetros y kilómetros de rejas de contacto que disparaban una alarma o una descarga eléctrica al que se acercara a ellas, torres de disparo automático operadas por células electrónicas, 131 bunkers272 áreas con perros policía o una «franja de control» («franja de la muerte»)perfectamente iluminada y vigilada por 289 torres con policías armados que, por si acaso, se encontraba además sembrada de minas antipersona.


La frontera entre ambas Alemanias quedó cerrada y fortificada, mientras que el SED iniciaba la ‘construcción del socialismo’, el impulso de la colectivización agrícola, la nacionalización industrial y la represión política, pero el fiasco de los resultados económicos colocó el nivel de vida de los alemanes orientales en 1952 por debajo de los niveles de 1947.
La permeable situación de Berlín permitía que los habitantes de la zona oriental viesen con sus ojos cómo en la otra zona se lograba un mayor bienestar. 



Es 10 de noviembre de 1989, la mañana siguiente a la caída del muro de Berlín que marca el comienzo del fin de la guerra fría. Europa abandona el siglo XX e inicia el camino hacia la demolición de sus fronteras, preludio de la época de mayor estabilidad del Viejo Continente prolongada durante los últimos decenios... 

La noche del 9 de noviembre de 1989, todo el mundo contempló en directo cómo caía el Muro de Berlín y dos países que se habían mantenido separados durante casi 30 años (la República Federal Alemana y la República Democrática Alemana) eran finalmente unidos de nuevo
 Gtres Online.

Miles de personas comienzan a destruir y cruzar uno de los símbolos más potentes del telón de acero. La URSS no reacciona. Bajo el impulso de la llamada "revolución de terciopelo" el movimiento reformista depone el gobierno comunista en Checoslovaquia, donde Vaclav Havel es elegido presidente. En diciembre cae el régimen de Ceaucescu en Rumania por la sublevación popular: el presidente y su esposa son ejecutados el día de navidad.


¿Cómo era el MURO DE BERLÍN?

En Occidente se le llamó "muro de la vergüenza" y en Oriente su nombre oficial era "muro de protección antifascista".


En 1999, diez años después de la caída del muro, el semanario The Economist publicaba un reportaje sobre Alemania que tituló "El enfermo de Europa" donde resumía la década posterior a la reunificación como un periodo de postración donde el país se veía afectado por su rígido mercado laboral, una burocracia ineficiente y una baja competitividad.

Alemania se veía impotente y con una economía débil que de ninguna manera era capaz de hacer frente a la competencia de gigantes como China y de los países emergentes.
Agenda 2010" que imponía una batería de reformas que fueron claves para convertir al país en la economía más fuerte de Europa

El problema de cualquier hecho histórico es que, con el tiempo, parece lógico que las cosas sucedieran del modo que sucedieron. Un cuarto de siglo después es fácil olvidar que la reunificación alemana estuvo plagada de incertidumbres y de voces en contra. Desde quienes pensaban que supondría un esfuerzo económico y social tan titánico para Alemania que acabaría con la, ya entonces, locomotora europea —y por arrastre con todo el proyecto de Comunidad Europea



HUNGRÍA
 Las revueltas de Hungría

o En Hungría se inició un movimiento en 1956 que reclamaba mayor libertad y la salida de las tropas soviéticas.
o El primer ministro Nagy declaró la neutralidad de Hungría y abandonó el Pacto de Vrasovia.
o Janos Kádár, secretario del Partido Comunista, pidió la intervención de las tropas soviéticas.

El movimiento fue aplastado y Nagy ejecutado.



 
Rebeldes húngaros celebran la captura de un tanque soviético frente a la sede del Parlamento en Budapest en noviembre de 1956. / AP


  Aquí el régimen comunista fue impuesto por la ocupación soviética durante la Guerra. Pero en 1956 se originó un movimiento sindicalista y universitario que pretendía una mayor libertad, mejores condiciones de vida y la retirada de las tropas soviéticas. Encabezando tal movimiento, el dirigente comunista Imre Nagy formó un gobierno con liberales y socialdemócratas que declaró la neutralidad de Hungría y el abandono del Pacto de Varsovia. Pero tales hechos alarmaron a muchos dirigentes comunistas, y Janos Kadar, secretario general de Partido Comunista Húngaro, reclamó la
intervención de las tropas soviéticas. Los enfrentamientos fueron muy violentos, y las llamadas de auxilio de los húngaros a occidente no fueron atendidas. La dura represión terminó con la caída de Imre Nagy y la vuelta de Hungría a la “ortodoxia” soviética.


Tras siete largos años de rígida dictadura, el 23 Octubre de 1956, una manifestación estudiantil encendió la mecha de lo que sería una de las rebeliones más sangrientas de la historia. Stalin había muerto tres años antes y en Marzo de ese mismo año Nikita Kruschev había pronunciado ante el XX Congreso del Partido Comunista su famoso discurso criticando a un miembro del mismo partido que defendía una apertura del régimen hacia formas menos dictatoriales.
Se había iniciado la «desestalinización» del comunismo soviético y la represión comenzaba a debilitarse en Rusia. Como consecuencia, los líderes comunistas de los países satélites –como Wladislaw Gomulka en Polonia, o Imre Nagy en la misma Hungría– creían que había llegado el momento de, por leve que fuera, suavizar levemente la presión que la URSS ejercía sobre Europa Oriental.

Desatada y en buena medida conducida por estudiantes e intelectuales, la Revolución Húngara de 1956 comenzó espontáneamente como corolario de la apertura polaca. Pero los soviéticos consideraron que, aunque hubieran podido controlar Polonia, el caso de Hungría podía resultar más complicado. La URSS ve peligrar sus posiciones en Europa central, ya que la disidencia húngara podría significar la desintegración del bloque del Este.
Para evitar perder el control de Hungría, los rusos mandaron sus tanques y, literalmente, ahogaron la revolución en sangre. La consecuencia más inmediata fue el recrudecimiento de la Guerra Fría, después de que la ONU condenara la invasión y exigiera inútilmente la retirada rusa de Hungría. Finalmente, perdieron la vida algo más de 700 soldado soviéticos, por los más de 2.500 muertos que se produjeron entre los checoslovacos.


CHECOSLOVAQUIA

o En Checoslovaquia en 1968 Dubcek inició un proceso de apertura conocido como la Primavera de Praga.

Supuso una cierta democratización.
Los cambios desataron el entusiasmo popular.
Finalizó con la intervención de las tropas del Pacto de Varsovia en agosto.


 
 checoslovaquia Estudiantes checos sobre un tanque ruso en 1968 ap

 Durante más de una semana los checos y eslovenos participaron en manifestaciones masivas de resistencia no violenta en contra de la ocupación militar rusa. Sin embargo, Dubcek se encontraba en un callejón sin salida, viéndose obligado a negociar con el objetivo de evitar un baño de sangre y asegurar el retiro de las fuerzas invasoras.
En la operación, cuyo nombre en clave fue «Danubio», participaron cientos de miles de soldados (algunas fuentes hablan incluso de 500.000). Alrededor de 500 civiles checoslovacos fueron heridos y más de 100 fallecieron en la invasión, lo que provocó que las reformas de liberalización fueran detenidas y se reforzase la autoridad del Partido Comunista de Checoslovaquia.

 Este país vivió en 1968 un proceso similar, conocido con el nombre de “Primavera de Praga”: las aspiraciones de liberalización de amplios sectores sociales llevaron al secretario del Partido Comunista, Alexander Dubcek, a iniciar un proceso de apertura y democratización que no cuestionaba el socialismo ni el Pacto de Varsovia. A pesar de que los cambios comportaron un gran entusiasmo entre la población, la oposición de otros miembros
del Partido, la crítica a la presencia soviética y el temor al posible contagio a otros países, provocaron la intervención de las tropas del Pacto de Varsovia, que ocuparon Praga y aplastaron el movimiento.



YUGOSLAVIA
 Disidencias en Yugoslavia y una guerra para finalizar el siglo

o En 1948 se produce la ruptura entre Yugoslavia y la URSS.

Se alejaron de la órbita soviética.

Inauguró un nuevo modelo de socialismo, el socialismo autogestionario.

Se mantuvo al margen del Pacto de Varsovia.

Tito fue uno de los impulsores del movimiento de países no alineados.

 La liberación de este territorio respecto a los nazis no se había hecho gracias al ejército soviético, sino gracias a los partisanos comunistas de Josip Broz (Tito), quien en 1948 optó por alejar el régimen comunista yugoslavo de la órbita de la Unión Soviética, inaugurando un nuevo modelo de socialismo denominado socialismo autogestionario. Las presiones de la URSS obligaron a Tito a solicitar la ayuda de las potencias occidentales para mantener su independencia. Así la Yugoslavia de Tito se convertiría en uno de los impulsores del movimiento de los no alineados

Después de la muerte de Tito en 1980, y en medio de una crisis económica, las tensiones entre los pueblos del país crecieron. Tras el ascenso de partidos nacionalistas al poder en Serbia, dos de sus repúblicas constituyentes -Eslovenia y Croacia- declararon su independencia en 1991. Al año siguiente lo hacen Macedonia y Bosnia-Herzegovina, no sin resistencia por parte de Serbia. En 1991 la tensión entre las diferentes repúblicas derivó en el sangriento conflicto conocido como guerra de Yugoslavia.
Guerra de Yugoslavia


el estado se dividió en seis repúblicas socialistas y dos provincias socialistas autónomas como parte de la República Socialista de Serbia. La capital federal era Belgrado.
1.- Bosnia y Herzegovina. Su estructura es descentralizada y dividida en dos entidades: la Federación de Bosnia y Herzegovina y la República Srpska. La capital es Sarajevo.
2.- República de Croacia, capital Zagreb.
3.- República de Macedonia, capital Skopie
4.- Montenegro, capital Podgorica
5.- Serbia, capital Belgrado; con el Kosovo (5a) y Vopjvodina (5b) como regiones autónomas de Serbia
6.- Eslovenia, capital Liubliana.

Tras de la caída de la URSS, la primera señal de la política agresiva de la OTAN fue la intervención en Serbia, el mayor de los países resultados de la partición de Yugoeslavia. La crueldad de los bombardeos sobre el pueblo serbio demostraron que el nuevo orden surgido del final de la Guerra Fría se construiría con sangre

Fue la última guerra europea. La seguimos con cierta alarma al principio, con perplejidad y asombro; con atención distraída y cansancio creciente después, cuando a la guerra de Croacia le sucedió la de Bosnia y a ésta la de Kosovo

el conflicto de los Balcanes duró casi diez años, 

-Bosnia-Herzegovina
el 6 de abril de 1992 unos francotiradores serbios tirotearan una manifestación independentista en Sarajevo y comenzara una cruel guerra, el país sigue dividido en dos entidades que parecen irreconciliables: la Federación Croata-Musulmana y la República Serbia. Una guerra que causó más de 100.000 muertos y dos millones de desplazados entre abril de 1992 y diciembre de 1995, cuando se firmaron los acuerdos de Dayton (Ohio) que pusieron fin a la contienda.

- Guerra de Bosnia
  Estado especialmente complejo, compuesto por dos entidades (la Republika Srspka, serbia, y la Federación bosnio-croata), una presidencia tripartita y un Gobierno central de escasos poderes. EE UU puso fin a la guerra en Dayton, pero no preparó el camino para la unificación de un país en el que tres nacionalismos que aglutinan el poder y siguen sin soportarse desarrollan agendas centrífugas. Los herederos de Radovan Karadzic, particularmente, en la mitad serbia de Bosnia, persiguen la secesión con determinación fundamentalista, buscando que Europa acabe dando la batalla por perdida y les acepte como Estado separado. Pero también los croatas se consideran extraños en su federación con los bosniomusulmanes. Los políticos bosnios, sin visión común de futuro, prefieren la retórica nacionalista, que explota miedos y resentimientos, a la puesta en pie de instituciones centrales e incluyentes. Los intentos de la UE, a través de sucesivos procónsules con amplios poderes y un río de dinero, no han conseguido hacer de Bosnia un Estado funcional.

Las heridas de la guerra son tan profundas como la división de Bosnia. El mayor peligro que acecha al varado país balcánico es el retroceso hacia los presupuestos que hicieron posible su terrible pasado. El riesgo es tan real como para que Europa (que miró hacia otro lado en momentos críticos) haga de él una prioridad real.

Los muertos son unos 100.000, casi la mitad civiles, en un país de entonces cuatro millones de habitantes. El trauma va mucho más allá de los cementerios. El conflicto generó 1,8 millones de refugiados y desplazados, es decir, cerca de uno de cada dos bosnios. Al menos 20.000 mujeres fueron violadas en un estallido bélico iniciado en 1992 por la agresión serbobosnia, dirigida en lo político por Radovan Karadzic y en lo militar por Ratko Mladić, condenados respectivamente a 40 años de prisión y cadena perpetua por el genocidio de Srebrenica —en el que fueron asesinados unos 8.000 varones musulmanes— entre otros delitos.

Los acuerdos de paz que pusieron fin al enfrentamiento en 1995 dividieron Bosnia en dos entidades: la Federación —habitada casi exclusivamente por bosniacos y bosniocroatas— y la República Srpska, serbobosnia en su gran mayoría

Bosnia es el espejo más deformado, pero no la única situación irresuelta por la implosión yugoslava. Los serbios de Kosovo votaron recientemente en un simbólico referéndum no aceptar la autoridad del nuevo Estado. Agravan así las tensiones interétnicas y complican el camino de Serbia hacia la Unión Europea, en el que resultarán decisivas las elecciones adelantadas del mes próximo y del que las relaciones de Belgrado con su antigua provincia son elemento determinante.

- Guerra Serbia
En 1989 llegó al poder en Serbia Slobodan Milošević (Liga de los Comunistas de Serbia), que había desbancado a sus opositores con una política de intrigas e intimidación. Comenzó aboliendo la autonomía de las provincias serbias de Kosovo y Voivodina. En junio de ese mismo año, en plena efervescencia nacionalista, Milošević pronunció en Kósovo, ante una multitud de entre 500.000 y 1.000.000 de serbios, el célebre discurso de Gazimestan, una exaltación de los ideales serbios: Trajo graves consecuencias.

En 1992, los gobiernos de Serbia y Montenegro acordaron la creación de una nueva federación con el nombre de República Federal de Yugoslavia, adoptando el sistema democrático. El 23 de julio de 1997, Milošević fue proclamado Presidente de la República Federal de Yugoslavia.
La escalada de violencia étnica en la provincia de Kosovo alcanzó sus máximos en 1998, al enfrentarse el ejército federal y la guerrilla albanesa Ejército de Liberación de Kosovo. Los asesinatos y deportaciones masivas de civiles en ambos bandos pusieron a Kosovo en el punto de mira de la opinión occidental. La OTAN intervino para detener esa guerra y llevó a cabo un bloqueo comercial contra la República Federal Yugoslava, forzando las conversaciones de paz que fracasaron al no aceptar Serbia las condiciones propuestas. La OTAN dio un ultimátum a las autoridades federales y bombardeó Yugoslavia, arrasando las infraestructuras serbias y hundiendo su economía, además de dejar a 3.000 civiles muertos y a 10.000 heridos.

 El 12 de junio llegó a Kosovo el contingente internacional de tropas KFOR encargado de pacificar la zona, bajo la administración de la ONU en Kosovo .

Desde septiembre de 2000 los partidos serbios de la oposición acusaron de fraude a Milošević, que entregó el poder a la Oposición Democrática de Serbia, una amplia coalición de partidos reformistas, lo que sacó a Serbia de su aislamiento internacional. El 28 de junio de 2001, Milošević fue entregado por las autoridades serbias al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, que le acusaba de patrocinar crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad durante las guerras en Croacia, Bosnia y Kosovo. Su juicio se prolongó hasta su muerte en La Haya en 2006.

En el 2003 entró en vigor una nueva Constitución; se eliminó el nombre de Yugoslavia, pasando el país a denominarse Serbia y Montenegro(oficialmente Unión Estatal de Serbia y Montenegro).

En el 2006 Montenegro proclamó la independencia del estado. Ese día, Serbia se declaró como estado soberano, como sucesor del anterior.



POLONIA

Polonia  inició el proceso revolucionario. Tras una serie de huelgas en el verano de 1988, el gobierno comunista, dirigido por el general Jaruselzski, tuvo que sentarse a negociar con el sindicato Solidaridad. Los acuerdos de abril de 1989 significaron el reconocimiento legal del sindicato solidaridad y la apertura de un proceso de transición democrática.

 El partido comunista fue duramente derrotado en las elecciones de junio y no tuvo otro remedio que permitir la formación de un gobierno presidido por un Mazowiecki, dirigente de Solidaridad. 

Se formaba así el primer gobierno no comunista en Europa Oriental desde 1945. 

La rápida descomposición del régimen comunista, permitió que Lech Walesa fuera elegido presidente del país en 1990.



LA GUERRA FRÍA FUERA DE EUROPA: 

COREA

 La guerra de Corea (1950-1953)

Tras la IIGM Corea quedó ocupada por soviéticos al norte y estadounidenses al sur. En
1949 ambas potencias se retiraron y se consolidó la división de las dos Coreas, la del
Norte comunista y la del sur proocidental.






En la madrugada del domingo 25 de junio de 1950, una llamada telefónica despertó a Douglas MacArthur, comandante en jefe de las fuerzas norteamericanas en el Pacífico, en su residencia de la Embajada norteamericana en Tokio. Malhumorado, recibió un mensaje del oficial de servicio en el cuartel general de las fuerzas estadounidenses en Japón, en el que se advertía gran nerviosismo: "Señor: acabamos de recibir noticias de Seúl. A las 4,00 de esta madrugada fuertes contingentes norcoreanos han cruzado el paralelo 38".


En 1950 Corea del Norte invadió Corea del Sur y la ONU envió tropas norteamericanas
que rechazaron la invasión y comenzaron la expansión hacia el norte pero la
intervención china les obligó a retroceder. El conflicto finalizó con la paz de
Panmunjom en 1953 que consolidó la división de las dos Coreas.Ese mismo año se constituyó un gobierno comunista en el norte y se produjeron las primeras escaramuzas en la línea fronteriza. A pesar de los intentos de negociación, la guerra estalló finalmente el 25 de junio de 1950, cuando Corea del Norte invadió Corea del Sur. La ONU, y sobre todo EE UU, mandaron tropas en auxilio de Corea del Sur, pero a pesar de la ayuda recibida, en dos meses, Corea del Norte empujó a los surcoreanos al Perímetro Pussan (en el extremo sur de la península).

La Guerra de Corea fue el primer gran capítulo de la Guerra Fría, el enfrentamiento ideológico, político y militar que vivió el mundo a lo largo de la segunda mitad del siglo XX entre las dos superpotencias surgidas tras el fin de la II Guerra MundialEE.UU y la URSS. La península de Corea estuvo ocupada por los japoneses desde 1910 hasta el final del conflicto mundial, en 1945.

Tras la rendición de Japón, los Aliados firmaron un acuerdo por el que la península quedaba dividida en dos zonas de influencia separadas por una demarcación establecida a la altura del paralelo 38º, quedando el norte bajo control de la Unión Soviética y el sur, de EE UU. En 1948 se convocaron unas elecciones en todo el territorio, que fracasaron y no hicieron más que acentuar la división.

El Paralelo 38 era la demarcación provisional acordada en 1945 por Washington y Moscú para separar a las tropas de ambos países que combatían a los japoneses y evitar incidentes. A partir de entonces, los soviéticos fortificaron la frontera y colaboraron en el establecimiento de un régimen comunista en su zona; al tiempo que EEUU propiciaba un sistema parlamentario en el Sur e instruía a su ejército.

Posteriormente, una contraofensiva estadounidense permitió al Sur recuperar el terreno perdido y ocupar parte del territorio más allá del paralelo 38º. Fue en ese momento cuando China entró en el conflicto al acudir en ayuda de los norcoreanos que, además, contaron con el envío de material bélico por parte de la URSS. Esta reacción del Norte obligó a las fuerzas norteamericanas a retirarse más alla de la línea de demarcación. A partir de julio de 1951, el enfrentamiento se estabilizó y se convirtió en una guerra de baja intensidad que duró hasta julio de 1953, cuando se alcanzó el acuerdo de paz.

A partir de enero de 1951, la guerra vivía una fase de marasmo y agotamiento. Los soldados estaban cansados de combatir. La actividad bélica consistía en una serie ininterrumpida de agotadoras escaramuzas. Al llegar la primavera, los primeros que perdieron la paciencia fueron los chinos, que intentaron progresar por un procedimiento de golpes y retiradas. Más sorprendente fue aún que los norteamericanos copiaran ese sistema en la que fue denominada Operación Punch. El punch (puñetazo, choque, empujón, patada...) consistía en una viva acción de penetración en territorio enemigo, causando los mayores daños posibles, para retirarse luego al cabo de unas horas dejando al adversario la tarea de reconquistar lo perdido, aunque para ello no tuviera que realizar un gran esfuerzo. El éxito de esta operación, que se multiplicó a lo largo de diversas colinas, estaba en los daños producidos durante el ataque. No se trataba de ganar territorio.


Panmunjom, una aldea situada en la frontera de las dos Coreas, fue el punto de encuentro fijado para las reuniones entre las delegaciones de ambos bandos, reuniones que tuvieron lugar primero en tiendas de campaña y, posteriormente, en un edificio que se construyó en cuarenta y ocho horas (y que todavía sigue en pie como Museo de la Paz).

Después de meses de negociaciones, por fin, el 8 de junio de 1953 se llegó a un acuerdo sobre el tema de los prisioneros, uno de los puntos de más difícil solución.El acuerdo fue firmado el 27 de julio de 1953, y en él se recogía el establecimiento de una zona neutral desmilitarizada (DMZ), de 4 km de ancho a lo largo del paralelo 38º, y se fijaba la división definitiva de la península de Corea en dos Estados independientes. Corea del Sur no firmó el armisticio, por lo que, técnicamente hablando, el Estado surcoreano sigue en guerra con Corea del Norte.

La península de Corea, posesión japonesa, había sido ocupada por la URSS y EE.UU. en 1945 tomando como línea de división el paralelo 38º. El estallido de la guerra fría tuvo como resultado la partición de este país en dos estados: Corea del Norte, donde en 1948 se estableció una "república popular", es decir, una dictadura comunista dirigida por Kim Il Sung; y Corea del Sur, donde ese mismo año Syngman Rhee estableció una férrea dictadura pro-norteamericana.


El triunfo de la revolución comunista en China el 1 de octubre de 1949 alteró completamente el equilibrio geoestratégico de Asia. Stalin, que venía de sufrir serios reveses en Europa (fracaso del bloqueo de Berlín o el cisma yugoslavo), no pudo resistir la tentación de recuperar terreno en Asia y dio su acuerdo a un ataque norcoreano a Corea del Sur.

Así, el 25 de junio de 1950, las tropas de Kim Il Sung atravesaron el paralelo 38º y avanzaron triunfalmente hacia el sur. El régimen surcoreano apenas pudo mantener un pequeño territorio en torno a Pusan.

La reacción norteamericana, para la sorpresa de Stalin, fue inmediata. Washingto pidió la convocatoria del Consejo de Seguridad de la ONU y consiguió un mandato para ponerse al frente de un ejército que hiciera frente a la agresión norcoreana. La ausencia del delegado soviético, que había rechazado asistir a las reuniones del Consejo como protesta por la negativa norteamericana de aceptar a la China Popular en el él, propició esta resolución.

Las tropas multinacionales de la ONU, en la práctica el ejército norteamericano al mando del general MacArthur, recuperaron rápidamente el terreno perdido y el 19 de octubre tomaron Pyongyang, la capital de Corea del Norte.

Tres días antes, el 16 de octubre, tropas chinas con masivo apoyo militar soviético penetraron en Corea haciendo recular al ejército norteamericano. El 4 de enero de 1951, las tropas comunistas retomaron Seul.

En ese momento, MacArthur propuso el bombardeo atómico del norte de China. Tanto el presidente Truman como la mayoría del Congreso reaccionaron alarmados ante una reacción que podía llevar al enfrentamiento nuclear con la URSS. En un enfrentamiento cada vez más abierto, Truman destituyó a MacArthur entre las protestas de la derecha republicano y lo sustituyó por el general Ridgway.
La URSS por su parte manifestó su intención de no intervenir en el conflicto y su deseo de que coexistieran dos sistemas diferentes en la península. El "empate militar" llevó a la apertura de negociaciones que concluirán el julio de 1953, poco después de la muerte de Stalin, con la firma del Armisticio en Panmunjong. En él se acordó una nueva línea de demarcación que serpentea en torno al paralelo 38º.

La pervivencia del régimen comunista norcoreano ha hecho que esta "frontera de la guerra fría" haya sido la única que ha pervivido hasta el siglo XXI.



 
Demostración militar del Ejército Popular de Corea del Norte. EFE Soldados norcoreanos desfilan ante Kim Jong-un el pasado 15 de abril. Wong Maye-E AP, 2017
PARA SABER MÁS, VER:
Estados Unidos lanza un duro mensaje político y militar a Corea del Norte

EE UU muestra el sistema antimisiles THAAD, desplegado en Corea del Sur. EFE


VIETNAM

 La guerra de Vietnam (1957-1975)

.Tras la independencia de Indochina el territorio quedó dividido en dos estados.
En 1957 el dirigente de Vietnam del Norte, el comunista Ho Chi Minh, envía tropas para conquistar Vietnam del Sur. Los comunistas del sur, el Vietcong, apoyaron la ofensiva para intentar la reunificación. En esta lucha el norte contó con apoyo de la URSS y el sur con el de EE.UU. Es el origen de la guerra que durará casi 20 años.

Guerra de Vietnam.2,15 millones sirvieron en Vietnam, de los que solo uno de cada 7 entró en combate. Una forma de librarte era ser homosexual, haber robado ganado o matado un águila. O fingir una úlcera gastroduodenal extrayéndote medio litro de sangre y bebiéndotelo justo antes de las pruebas de alistamiento.




Los Estados Unidos tuvieron que hacer frente a una población organizada en guerrillas que opuso gran resistencia pese al empleo de la guerra química por parte de los americanos. El gran desgaste y el desprestigio internacional que supuso esta guerra para los americanos condujo a la apertura de negociaciones en 1968 y la retirada progresiva de tropas decidida por Nixon.
En enero de 1973 se firmaron los Acuerdos de París que supusieron el alto el fuego y el fin de la ayuda militar estadounidense. En 1975, tras la retirada de EE.UU., las tropas norvietnamitas y el Vietcong entraron en Saigón y proclamaron la unificación bajo un gobierno comunista. Supuso la primera derrota militar de los Estados Unidos.

 Vietnam, la peor derrota de la historia de EEUU se saldó con más de 46.000 muertos, tras diez años de una cruenta guerra que se convertiría en un profundo trauma generacional. Arrasaron el país con  toneladas de bombas e infligieron casi un millón de muertos, pero ni las terribles bajas ni constante lluvia de fuego doblegó la voluntad de los comunistas de Vietnam del Norte.


El país había quedado divido en dos tras la derrota de los franceses en 1954, que tuvieron que abandonar su antigua colonia tras el desastre de Dien Biem Phu, ese mismo año. EEUU se involocró progresivamente con los franceses, y tras su retirada, tutelaron el país como extensión de la Guerra Fría.

Los comunistas de Ho Chi Minh en el norte, apoyados por China y la URSS amenazaban con incorporar el sur y el presidente Eisenhower esbozó la Teoría del Dominó según la cual EE.UU ayudaría a cualquier estado bajo la amenaza comunista, o de lo contrario éstos se extenderían y los países caerían como fichas de dominó unos detrás de otros.

Fue sin embargo, el presidente Kennedy, en 1963, quien dio el primer paso hacia la guerra al incrementar la presencia militar y la ayuda económica a Vietnam del Sur. Tras su asesinato el 23 de noviembre de ese año, el presidente Lyndon B Johnson, embarcó definitivamente al país en la mayor escalada bélica desde la Segunda Guerra Mundial.

Hacia 1965 Washington mantenia a medio millón de jóvenes en la trampa del sudeste asiático. La cruel guerra fue, además, retrasmitida por primera vez en directo ya que los periodistas se movieron libremente informando de las atrocidades y brindando imágenes y testimonios impactantes.
Aunque el balance de muertes era favorable a EEUU, el coste era inasumible.  En casa la presión por terminar con la guerra se incrementó a partir de 1968 y acabó por obligar a Richard Nixon, en su segundo mandato, a retirar las tropas de EEUU. En 1973, hace 40 años se firmaba la salida de EEUU del infierno del sudeste asiático. Dos años después Vietnam del Sur caía en manos de los comunistas y sin que el equilibrio de la Guerra Fría se alterara sustancialmente.



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Soldados de Vietnam del Sur son trasladados en un buque de la Armada estadounidense camino hacia su base en Ca Mau, en agosto 1962

HORST FAAS (AP)tna

Un padre muestra el cadáver de su hijo a un patrulla de Vietnam del sur. El niño murió mientras las fuerzas gubernamentales avanzaban hacia las posiciones de la guerrilla, cerca de la frontera con Camboya.
8.
Un soldado de Vietman del Sur golpea con una daga a un granjero acusado de ser un miembro del Vient Cong, en una imagen datada el 9 de enero de 1964.

HOSRT FAAS (AP)agen, tomada el 19 de marzo de 1964, fue una de la que le valió su primer premio Pulitzer.HORST FAAS (AP)


Heridos en un atentado a las puertas de la embajada de EE UU en Saigón, el 30 de marzo de 1965. "Generalmente teníamos que ir algo lejos sobre el terreno, pero había situaciones en el que la guerra venía a nosotros, justo en la puerta de al lado", solía contar el que fuera responsable de la agencia AP en Vietnam.HORST FAAS (AP)


Civiles vietnamitas, entre los pocos que lograron sobrevivir al ataque de varios días de las fuerzas gubernamentales de Vietnam del Sur sobre la localidad de Dong Xoai, en junio de 1965.
HORST FAAS (AP)

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Una patrulla de Vietnam del Sur, acompañada de asesores militares estadounidenses, descansa en medio de la jungla, cerca de la localidad de Binh Gia, a 65 kilómetros al este de Saigón, en enero de 1965.HORST FAAS (AP)
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Un soldado de Vietnam del Sur se cubre la cara con un pañuelo para aguantar el olor, cerca de los cuerpos de varios soldados muertos en una emboscada del Viet Cong, el 27 de noviembre de 1965.
HORST FAAS (AP)

Mujeres y niños, atrapados en una trinchera en medio del fuego cruzado entre posiciones estadounidenses y del Viet Cong en la localidad de Bao Trai, el 1 de junio de 1966.
HORST FAAS (AP)
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Helicópteros estadounidenses abren fuego sobre los árboles para facilitar el avance de soldados a pie, en una imagen tomada en marzo de 1965 cerca de Tay Ning, con la frontera camboyana.
HORST FAAS (AP)


Una vietnamita llora sobre el cadáver de su marido, encontrado junto a otros 47 cuerpos en una fosa común en Hue, Vietnam. HORST FAAS (AP)

El fotógrafo Hort Faas ha muerto en Munich a la edad de 79 años. Fue jefe de la agencia AP en el sureste asiático desde 1962 hasta 1974, cubriendo la guerra de Vietnam.
Henri Huet

CAMBOYA

El conflicto interno de Camboya.

Camboya también fue foco de conflictividad y de enfrentamiento ideológico interno
con apoyo de los dos bloques. La guerrilla comunista (Khemer Rojos) luchó contra
el gobierno prooccidental que contaba con el apoyo de estados Unidos. Tras la retirada
de estos de Vietnam los Khemer Rojos entraron en la capital e iniciaron una sangrienta
dictadura dirigida por Pol Pot que duró 4 años hasta que fueron depuestos tras una
invasión vietnamita.


CUBA

 La crisis de los misiles en Cuba.

En 1959, en Cuba, la guerrilla de Fidel Castro derrocó a la dictadura de Batista, aliado
norteamericano. Estados Unidos decretó el boicot económico a la isla.

"la Revolución había comenzado". Pero no ha tenido una trayectoria única, clara y distinta, pero ha sido más bien un proceso zigzagueante, lleno de saltos adelante y retrocesos. La liquidación del capitalismo dio paso en 1961 a la planificación estalinista. Luego vendrían el experimento guevarista, el modelo soviético, la Rectificación, el Periodo Especial, la Batalla de las Ideas...

En 1952 comenzó su lucha pública contra el dictador Fulgencio Batista, que acababa de dar un golpe de Estado ante su más que previsible derrota electoral, y el 26 de julio de 1953 encabezó el asalto al cuartel de la Moncada en Santiago, intento fracasado en el que perdieron la vida ocho del centenar largo de asaltantes, aunque la cifra aumentó hasta los 69 como consecuencia de las ejecuciones sumarias.

Detenido días después, en el proceso, iniciado el 21 de septiembre, asumió su defensa y el 16 de octubre pronunció su alegato "condenadme. No importa. La historia me absolverá", en el que expuso su programa político y revolucionario. Fue condenado a 15 años de prisión por insurrección y recluido en el penal de la Isla de Pinos (hoy de la Juventud).

En la cárcel fundó en marzo de 1955 el Movimiento Revolucionario 26 de julio (M-26) y el 15 de mayo de ese año, el grupo de asaltantes del Moncada se benefició de la amnistía, fruto de la presión internacional, partiendo a comienzos de julio al exilio en México, donde conoció a los pocos días de su llegada al argentino Ernesto "Che" Guevara, con el que proyectó el regreso a la Isla con un comando guerrillero. En el país azteca recompuso el M-26.

Tras sucesivas batallas con el Ejército, la guerrilla encabezada por Fidel Castro logró derrocar el régimen de Fulgencio Batista, quien abandonó el país el 1 de enero de 1959.

Fidel Castró entró en La Habana el 8 de enero. En el Gobierno provisional se hizo con el control del Ejército y en febrero sumó el puesto de primer ministro.


Fidel Castro en 1969 NTE LA onu, AP

La Revolución carecía entonces de ideología explícita. Castro y sus compañeros eran abogados y no tenían conocimientos económicos, pero abrigaban una honda desconfianza hacia los técnicos y los burócratas. Habían visto lo poco que daba de sí el ejército profesional de Batistaante la embestida de un puñado de jóvenes decididos y pensaban aplicar al desarrollo cubano ese mismo voluntarismo. Destituyeron a los pocos economistas que aún ocupaban cargos gubernamentales y pusieron en su lugar a revolucionarios entusiastas. Ernesto Che Guevara, un médico, fue sucesivamente director del Instituto Nacional de Reforma Agraria,gobernador del Banco Nacional y ministro de Industria, Su estrategia inicial se desplegó en torno a dos ejes: por un lado, la diversificación de la agricultura y de los destinos de exportación y, por otro, una rápida industrialización.

La URSS ofreció su apoyo al régimen castrista y establecieron relaciones comerciales y de cooperación militar en 1960; ese mismo año Castro proclamó el carácter socialista de la revolución y fusionó todas las organizaciones revolucionarias en el Partido Comunista de Cuba (1965).
La tensión estalló en 1961 cuando tras un incidente con exiliados cubanos apoyados por la CIA, Castro acordó con la URSS la instalación de misiles nucleares en la isla apuntando a los Estados Unidos. Kennedy ordenó en bloqueo naval de Cuba (1962) para evitar la llegada de las cabezas nucleares; tras unos días de máxima tensión, Jrushev ordenó el regreso de los barcos y Kennedy levantó el bloqueo.

-El Che, en Sierra Maestra

Se publican los diarios originales que escribió Ernesto Guevara en pequeñas libretas de notas durante la lucha de la Sierra Maestra. Dichas libretas fueron la materia prima que utilizó para elaborar su mundialmente famoso Pasajes de la guerra revolucionaria, su gran testimonio, mezcla de memoria y ensayo, de aquellos episodios que empezaron en la playa de Las Coloradas con el desembarcó del yate Granma, el 2 de diciembre de 1956, y terminaron el 1 de enero de 1959 con la huida del dictador Fulgencio Batista

El Che, en Sierra Maestra

Fidel Castro, Che Guevara y Camilo Cienfuegos en la batalla de Pino del Agua, en septiembre de 1957, Sierra Maestra, escuchan las informaciones de Maracaibo, explorador que regresa de las líneas enemigas.- ENRIQUE MENESES

-La Crisis de los Misiles

La Crisis de los Misiles –también llamada en Cuba la Crisis de Octubre, y en Moscú, la Crisis del Caribe– en realidad había comenzado  octubre1962

La solución se fraguó de espaldas a Fidel. La URSS retiraría sus misiles. EE UU no invadiría Cuba.


Fidel Castro protesta en 1962 tras el anuncio de J.F.Kennedy de bloquar Cuba por mar. / Keystone

Era la época en que EE UU y Moscú competían por la conquista del espacio y de más influencias en la tierra, y Fidel Castro hablaba horas en televisión para denunciar los “crímenes del imperialismo”. Las grandes empresas y los latifundios estadounidenses habían sido nacionalizados, y Washington cada semana añadía una muesca al embargo en una espiral en la que cada medida provocaba una reacción más explosiva del bando contrario.

Documentos desclasificados por el Gobierno de EE UU acreditan que las acciones secretas de Washington para fomentar la subversión contra la revolución castrista se incrementaron aquellos días. Del mismo modo, el acercamiento a la Unión Soviética y la radicalización de la revolución se dispararon, en un pimpón político en el que aún hoy es difícil diferenciar entre causa y efecto.
Durante mucho tiempo, los viejos dirigentes soviéticos habían esperado que una revolución socialista triunfara en otro país “por generación espontánea” y no a lomos de sus tanques. Por eso, cuando Fidel Castro apareció en escena, Nikita Jruschov y la cúpula del Partido Comunista de la URSS lo vivieron como un éxito propio. “Estábamos como niños con un juguete nuevo”, admitió Mikoyán, entonces viceprimer ministro de la URSS, según escribe el teniente coronel cubano Rubén G. Jiménez en el libro Octubre de 1962: la mayor crisis de la era nuclear.

En aquellos momentos entre Washington y Moscú saltaban chispas. El enfrentamiento era incesante y se había traducido en una carrera armamentista desbocada en la que cada ojiva nuclear producida era como una banderilla clavada en las costillas del adversario. En marzo de 1962, EE UU acaba de hacer operativos en Turquía una quincena de sus cohetes nucleares Júpiter, con capacidad de alcanzar blancos en la URSS en 10 minutos, y amenazaba con instalar más misiles atómicos en países aliados como Italia o Inglaterra.

En ‘Memorias: el último testamento’, Jruschov cuenta que, tras el fracaso de la invasión de Bahía Cochinos, la Administración de J. F. Kennedy estaba “humillada” y que tanto rusos como cubanos creían seriamente en la posibilidad de una invasión militar a la isla. Robert McNamara, secretario de Defensa del asesinado presidente norteamericano, lo negó varias veces en las reuniones tripartitas que realizaron en Moscú (1987) y La Habana (1992) los protagonistas del conflicto para analizar la crisis con perspectiva histórica. Pero lo cierto es que en 1962 todos los días se producían en Cuba sabotajes y acciones armadas. Para la URSS, desde luego, instalar cohetes nucleares en Cuba no era solo un modo de “defender la revolución”. También, una forma de que EE UU supiera que si ellos tenían un revólver apuntándoles a la cabeza en Turquía, a unas millas de su país, en el Caribe, también podía existir un avispero atómico.



Foto aérea de material bélico soviético en el puerto de Mariel (Cuba). / Corbis

El 15 de octubre de 1962, un día después de que el avión de la Fuerza  Aérea norteamericana capturara cientos de fotografías comprometedoras en Pinar del Río, oficiales de la inteligencia norteamericana analizaron las imágenes y emitieron su veredicto. El inusual movimiento de tropas soviéticas que habían detectado desde comienzos del verano en la isla respondía al despliegue de varias rampas de lanzamiento de cohetes balísticos de alcance medio tipo SS-4 (para los rusos, R-12), con una potencia de carga nuclear de un megatón, esto es, 77 veces más poderosa que la bomba de Hiroshima.

Desde tiempo atrás, Washington había hecho saber su inquietud a Moscú por la creciente presencia militar soviética en la isla, pero hasta entonces el Kremlin había respondido por vías diplomáticas que el material bélico suministrado al régimen cubano era únicamente “defensivo”. La certidumbre de que un número indeterminado de misiles nucleares con capacidad de destruir blancos a distancias de hasta 2.100 kilómetros estaba ya en la isla, lo cambiaba todo.

El 16 de octubre, JFK convocó una reunión urgente con los principales cargos de su Administración y altos mandos militares. Este grupo constituiría el Comité Ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad, un equipo asesor, compuesto por unas 20 personas y juramentado en secreto, que desempeñó un papel fundamental en el conflicto. Empezaba una crisis silenciosa en las entrañas de la Casa Blanca en la que halcones y palomas rodearon a JFK poniendo a prueba su prudencia y sentido de Estado.

Las alternativas eran varias. Incluían desde un bloqueo naval para impedir la entrada de más armas “ofensivas”, hasta un golpe aéreo “quirúrgico” para destruir la capacidad nuclear en la isla, e incluso una invasión militar norteamericana, según proponía el sector duro. JFK y su hermano Robert Kennedy, el fiscal general, escucharon todo tipo de criterios en los días siguientes. La mayoría de los halcones abogaban por el golpe militar y dar una lección a los comunistas, que sin duda hubiera significado la guerra. JFK, sin embargo, optó por mantener abierto el diálogo y los canales diplomáticos con Moscú aun en el momento en que estuvo más cerca de usar la fuerza.
Washington no hizo público lo que sabía e incrementó los vuelos espías sobre Cuba. Descubrió nuevos emplazamientos de cohetes de alcance medio SS-4 y también obras de ingeniería para instalar rampas de lanzamiento de misiles de alcance intermedio tipo SS-5, los R-14 soviéticos, que alcanzaban un radio de hasta 4.500 kilómetros (todo el territorio norteamericano, excepto Alaska) con una potencia atómica de 1,65 megatones, 127 veces más que la primera bomba arrojada en Japón. Los cubanos les llamaron “los cabezones”.

El 18 de octubre fue otro día tenso. Esa mañana fue citada por el Comité Ejecutivo la Junta de Jefes de Estado Mayor de EE UU, quienes defendieron la necesidad urgente de una acción militar. Kennedy tuvo un agrio intercambio con el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el general Curtis LeMay, a quien el presidente preguntó si pensaba que los rusos se iban a quedar de brazos cruzados después de que EE UU destruyera sus cohetes y matara a sus soldados en Cuba. Kennedy se subía por las paredes. “Estos militares tienen una ventaja: si hacemos lo que quieren que hagamos, ninguno de nosotros estará vivo después para decirles que estaban equivocados”, dijo a uno de sus asesores, según cuenta el teniente coronel cubano Jiménez.

Ese mismo día por la tarde, JFK se reunió en la Casa Blanca con Andréi Gromyko, el ministro de Relaciones Exteriores de la URSS, que participaba en la Asamblea General de la ONU. Ninguno se refirió explícitamente a los cohetes de Cuba, pero cuando Kennedy le preguntó abiertamente por el tipo de armas que estaban suministrando a los cubanos, Gromyko mintió y le aseguró que todas eran “defensivas”. En las horas siguientes continuaron las reuniones en la Casa Blanca y los vuelos de los U-2: los cohetes estaban siendo instalados a toda velocidad y podían estar operativos pronto.

El 22 de octubre, Kennedy destapó la crisis en televisión. Anunció un bloqueo naval a Cuba, que se haría efectivo a las dos de la tarde del 24. “Todos los buques de cualquier nación o puerto serán obligados a regresar si se descubre que llevan armamentos ofensivos”, dijo. La zona de intercepción se estableció a 500 millas de la costa cubana.

La movilización era general en todo el país. Cuba estaba en alerta máxima, y hasta en el malecón se instalaron piezas de artillería antiaérea.

La Operación Anadir había empezado cinco meses antes. A finales de mayo, Jruschov planteó a Castro que la única forma de defender la soberanía de Cuba de EE UU no era con armas convencionales, sino con cohetes nucleares. Entonces, la superioridad del armamento norteamericano era conocida, pese a los alardes de Jruschov, que llegó a declarar que había un lugar en la URSS en el que se “fabricaban misiles como salchichas”. Según se comprobó después, la superioridad real en armas nucleares era de 17 a 1 a favor de EE UU.

Castro, viejo zorro pese a su juventud –tenía 36 años–, respondió a Nikita que Cuba estaba amenazada por EE UU, pero que si la isla aceptaba los cohetes era sobre todo para ayudar a que la URSS restableciera el equilibrio nuclear. “Se pueden instalar todos los misiles que sean necesarios”, afirmó el líder cubano, quien se pronunció por dar publicidad al acuerdo. Nikita se negó y dijo que cuando los misiles estuvieran ya instalados y él asistiera a la ONU en noviembre, se anunciaría.
Comenzó así la operación militar secreta más increíble hecha hasta entonces por una potencia fuera de sus fronteras, que incluía el despliegue de cinco regimientos de cohetes de alcance medio e intermedio (en total, 40 rampas de lanzamiento, 24 de ellas para misiles de alcance medio SS-4 y 16 de cohetes SS-5), además de 50.000 soldados, aviones, batallones de tanques y 250.000 toneladas de carga. Todos estos pertrechos había que transportarlos por mar a 10.000 kilómetros de la URSS, para lo que harían falta al menos 80 barcos. El 12 de julio de 1962 salieron los primeros de la URSS camuflados, y el 26 de ese mismo mes llegó a Puerto Cabañas el María Ulianova, el primer barco.

Castro respondió a la amenaza de cuarentena de Kennedy el 23 de octubre: “Nosotros adquirimos las armas que nos dé la gana para nuestra defensa y tomamos las medidas que consideremos necesarias”.

A partir de ese momento los acontecimientos se precipitaron. El 24 de octubre se vivió uno de los días de mayor tensión. Se acercaba la hora de inicio del bloqueo y varios barcos soviéticos llegaban al punto límite. “El mundo dejó de girar”, llegó a decir Robert Kennedy en su libro Trece días: una memoria sobre la crisis de los misiles cubanos. Finalmente, en el último minuto los barcos se detuvieron y dieron media vuelta. Bob Kennedy fue uno de los protagonistas de la Crisis de los Misiles que impusieron cordura, y favoreció un canal secreto de comunicación entre JFK y Jruschov, por el que ambos líderes se intercambiaron 25 cartas durante el conflicto.




Baterías antiaéreas en Florida, EEUU. / Getty Images

Empezó entonces a fraguarse la solución de espaldas a los cubanos. La URSS retiraría sus misiles de Cuba a cambio de que EE UU se comprometiera a no invadir Cuba y desmantelara (lo hizo meses después) sus misiles de Turquía. Pero mientras Jruschov y Kennedy empezaban a entenderse, el 27 de octubre un avión U2 fue derribado por un cohete soviético cuando realizaba una misión de reconocimiento sobre Cuba. La noche anterior, Castro había visitado la Embajada soviética en La Habana y hablado con Jruschov. Su posición era que la Unión Soviética no podía dejarse sorprender, ni permitir “que los imperialistas pudieran descargar contra ella el primer golpe nuclear”. Pasara lo que pasara y aunque Cuba desapareciera de la faz de la tierra.
El incidente del avión sirvió de revulsivo. El 28 de octubre, Nikita Jruschov anunció por radio que la URSS retiraría sus cohetes. EE UU cumplió después su parte del trato. Pero Castro consideró aquel acuerdo una traición y lo explicó en televisión con toda vehemencia. Los cubanos salieron a la calle al ritmo de una conga que decía: “Nikita, mariquita, lo que se da no se quita”.

Luego las relaciones cubano-soviéticas se arreglarían hasta que desapareció el socialismo real.
Todavía hoy queda un mausoleo a las afueras de La Habana en el que se rinde homenaje “Al soldado internacionalista soviético”. Hay allí 67 nichos con los restos de soldados soviéticos muertos en la isla en accidentes durante los años sesenta. Arde una llama permanente y se guarda en su base un “Llamamiento a los descendientes”. En el mármol está escrito: “Depositado el 23 de febrero de 1978. Abrir el 23 de febrero de 2068, día del 150º aniversario de las Fuerzas Armadas de la URSS”  

PARA SABER MÁS, VER:
ElPais.es, Mauricio Vicent, 21-10-2012


- Cuba tras Fidel


La llegada de Mijaíl Gorbachov acabó abruptamente con la ficción. En 1991 Moscú anunció que la ayuda cesaría en un "futuro inmediato" y que, en lo sucesivo, la relación se limitaría a "un comercio mutuamente provechoso".


GREGORY WALD (AP)
Cubanos inmigrantes


El futuro fue efectivamente inmediato. A comienzos de 1992 había cesado toda transferencia. La isla entró en una brutal recesión. Entre 1989 y 1993 el PIB se contrajo cerca del 40%. Por todas partes florecieron mercados negros en los que se especulaba ferozmente con bienes de primera necesidad y la gente dejó de acudir a las fábricas



La Habana se enfrentaba a un terrible dilema: o liquidaba la Revolución para consolidar las conquistas sociales o la Revolución liquidaba las conquistas sociales. Optó por un término medio. Durante la primera mitad de los años 90, se autorizaron reformas impensables una década atrás. Las empresas públicas despidieron a decenas de miles de empleados y el Estado dejó de financiar ilimitadamente sus pasivos. También se liberalizó el ejercicio de una serie de profesiones y se promulgó una ley de inversión que permitió el despegue del turismo

La visita en marzo del 2016, de 48 horas, culmina un año en que Obama y Castro  han puesto fin a más de medio siglo de guerra fría. En poco más de un año, EE UU y Cuba han reabierto sus embajadas y Washington ha relajado las condiciones para hacer negocios y viajar a Cuba. El deshielo se ha acelerado tanto que, lo que parecía inimaginable hace un año y medio, como es ver a un presidente estadounidense paseando por La Habana, se antoja natural. La anomalía parece hoy la obstinación durante 55 años en una política de confrontación que mantuvieron diez presidentes sin lograr desalojar a los Castro del poder. La doctrina de Obama en la política exterior reza que el cambio político —la democracia, el pluripartidismo, la libertad de prensa— no llegará impuesto desde fuera, ni mucho menos a la fuerza. Obama no busca el cambio de régimen:. La idea es que, mejorando las vidas de los cubanos de a pie, el país acabará transformándose. Se encuentran las analogías de viaje de Obama a Cuba con el del presidente Richard Nixon a China en 1972 o el de Bill Clinton a Vietnam en 2000.

OBAMA Y RAUL CASTRO, CHIP SOMODEVILLA (GETTY IMAGES)

El ex presidente cubano Fidel Castro murió la noche del 24-11-2016 viernes a los 90 años, generando una profunda conmoción tanto en Cuba como entre los exiliados cubanos y en el resto de América Latina y del mundo. Estuvo 47 años al frente del régimen de la isla.

"Con profundo dolor comparezco para informarle a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo que hoy, 25 de noviembre de 2016, a las 10:29 de la noche falleció el comandante en jefe de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz", informó su hermano, el presidente Raúl Castro, vestido con uniforme militar, desde su despacho, en un mensaje televisado.

Fidel Castro deja tras de sí una Cuba que ha moldeado a su gusto durante casi 60 años. Su figura es el pilar del Estado y, como tal, a su desaparición física sigue un periodo de incertidumbre cuyo desenlace nadie alcanza a vislumbrar.

La Cuba que abandona el histórico barbudo; ni siquiera es ya la Cuba que legó a su hermano Raúl en 2008, cuando la enfermedad le obligó a entregar la vara de mando. La reforma económica que el Partido Comunista Cubano (PCC) aprobó en su congreso general de 2011 y ratificó la pasada primavera deja entrever los signos del cambio en la incipiente iniciativa privada que ha llenado de casas particulares y paladares cada rincón de la geografía cubana. 


                               

ISRAEL/PALESTINA (OLP)




Altos del Golán, mediodía del 6 de octubre de 1973.
Siria y Egipto atacaban por sorpresa al estado judío aprovechando la gran fiesta religiosa judía para recuperar los territorios perdidos en 1967

CIFRABaterías del ejército israelí de 155 mm, disparando contra las posiciones sirias, en octubre de 1973

 El zumbido de los motores de los cazabombarderos MIG-17 sirios rompía, sin previo aviso, el silencio sepulcral que suele reinar en el estado judío durante la solemne fiesta de Yom Kippur. Las calles y carreteras, como ocurre cada año en el día más sagrado del calendario hebreo, estaban completamente desiertas, las emisiones de radio y televisión interrumpidas, y el país paralizado. Nadie imaginaba que estaba a punto de comenzar la última gran guerra entre Israel y un frente de países árabes.

La Guerra de Octubre o del Ramadán, como prefieren llamarla los árabes, se inició con el ataque sorpresa de Siria y Egipto a Israel, cuyo objetivo era aprovechar la celebración religiosa en la que las guarniciones fronterizas cuentan solo con la mitad de las tropas, para recuperar los territorios perdidos en 1967. Una acción relámpago que finalmente se alargó más de dos semanas sin ningún resultado, y en la quemurieron 13.500 soldados: 2.500 israelíes, 3.500 sirios y 7.500 egipcios.

Tanto el presidente egipcio, Anuar el-Sadat, como el presidente sirio,Hafez al Assad, padre del actual presidente, se tomaban las derrotas en las guerras del Canal de Suez (1956) y de los Seis Días (1967), como batallas perdidas de un conflicto que no había acabado. En la última, Israel había conseguido conquistar la península del Sinaí, la franja de Gaza, Cisjordania, los Altos del Golán y, sobre todo, Jerusalén. Era la hora de recuperarlo de una vez, y para ello consiguieron el respaldo de varios países árabes, que enviaron efectivos al frente de batalla.

El Gobierno israelí, presidido por Golda Meir, la tercera mujer en el mundo en asumir este cargo, estaba tan convencido de su superioridad militar, que desoyó los informes de sus servicios de inteligencia. Cuando quisieron darse cuenta, Siria había lanzado ya su ofensiva contra los Altos del Golán, primero bombardeando las fortificaciones fronterizas israelíes y, después, iniciando un avance arrollador con 30.000 soldados y 1.260 carros de combate.

Egipto se encargó del Sinaí, desencadenando un verdadero infierno sobre la línea de Bar Lev, la cadena de fortificaciones construidas por Israel a lo largo de la costa este del canal de Suez, utilizando 150 cazabombarderos MIG-21, 800 tanques y cerca de 9.000 hombres. El ataque árabe fue de tal envergadura, que dos días después, el ministro de Exteriores israelí, Abba Eban, aprovechó para decir en la ONU que si hubieran estado asentados en las fronteras de 1948, su país habría desaparecido.

El desconcierto inicial israelí fue grande. Siria y Egipto consiguieron hacerse por momentos con sus objetivos, pero la capacidad de respuesta de ejército judío permitió que los reservistas acudieran rápidamente a sus puestos de combate, integrándose en la lucha mucho antes de lo sus enemigos tenían previsto. «Fue una lástima que perdiéramos tanto tiempo y no nos defendiéramos incluso antes, porque cuando nos llamaron, tuvimos que volver a la misma zona donde habíamos estado realizando maniobras», cuenta Werner Leopold, teniente israelí que fue enviado al frente sur. Si este sistema no hubiera funcionado, explica, los árabes se habrían alzado con la victoria en los primeros días de la guerra.

Sin embargo, el ejército israelí consiguió recuperar el terreno aprovechando las bajas enemigas. El 22 de octubre, los árabes se vieron obligados a aceptar el alto el fuego del Consejo de Seguridad de la ONU y a emprender negociaciones para alcanzar una paz justa y duradera, aunque la resolución no hiciera ninguna mención a la retirada de Israel a las fronteras anteriores a 1967.

En las memorias publicadas por Henry Kissingeren 1982, el ex secretario de Estado estadounidense afirmó que esta guerra estuvo a punto de provocar un conflicto armado entre la URSS y Estados Unidos. 


ABC.ES, 6-10-2013

PALESTINA


http://blogs.elpais.com/historias/2014/07/palestina.html




Desde entonces, el conflic­to sigue enquistado, sin que nada permita esperar una solución, próxima, clara y justa del mismo. Ra­zones de economía, de geopolítica, de estrategia y de nacionalismos exacerbados no hacen más que reavivar periódicamente un problema que pasa de tensión a guerra y de guerra a tensión sin que na­die pueda o quiera poner remedio.

as consecuencias de todo ello resultan devas­tadoras, hasta el punto de que una vez acabada la Guerra Fría (que también incidió de forma direc­ta y grave en el enfrentamiento entre Israel y los árabes), el foco del nuevo conflicto mundial pasa incuestionablemente por Oriente Medio, en donde las frustraciones tan largamente alimentadas van dando paso a un extremismo islamista que se ex­tiende con rapidez, crece en crueldad, estimulado por nuestros errores, y empieza a amenazarnos seriamente dentro de nuestras propias sociedades.


PALESTINOS REFUGIADOS DAMASCO, 2014 (AP - UNRWA)

   El conflicto del Canal de Suez.

En Egipto se había proclamado una república presidida por Gamal Abdel Nasser.
Proyectó crear la presa de Asuán y solicitó ayuda económica que fue negada por
Estados Unidos y proporcionada por la URSS lo que decantó al nuevo régimen hacia el
área soviética.
Además Nasser decidió nacionalizar el Canal de Suez en 1956 por lo que Francia y
Gran Bretaña, apoyadas por Israel, ocuparon militarmente la zona. El apoyo soviético
a Egipto hizo que EE.UU. recomendara a sus aliados la retirada.


Afganistan

La intervención soviética en Afganistán se situaba en la línea de expansionismos ruso que ya había sido practicado por los zares. La invasión era parte de un proyecto más amplio en el que la Unión Soviética había decidido, y logrado en gran medida, situar a un grupo de países en la órbita de la influencia comunista.

La ocupación rusa en 1979 despertó serios temores en Occidente y, especialmente, en Estados Unidos. Pronto adquirió esta guerra un increíble relieve internacional y una importaba decisiva. Se pensaba que los rusos querían extender su control al área del Océano Índico. La revolución iraní de 1978-1979 había acabado con el principal aliado de Estados Unidos en la zona y todo apuntaba a que esta revolución podía extenderse hacia el Oeste, lo cual había desestabilizado el sistema y el equilibrio político de los países del Golfo Pérsico con Occidente.
A los siete años de la invasión, poco se habla en el mundo de la trágica realidad afgana, a pesar de que las fuerzas soviéticas habían aumentado su número de soldados de 85.000 en 1979, a unos 125.000 en 1985, sin que hubieran conseguido controlar lo más mínimo a la mayor parte del país. Y encima, sumaba ya 30.000 bajas entre muertos y heridos y hubiera perdido 15 billones de dólares.
Se puede decir que este es el escenario en el que nace y se desarrolla la yihad islámica, apoyada por Estados Unidos, que sacaría a los rusos de Afganistán 10 años después, contribuyendo indirectamente, y sin pretenderlo, al hundimiento y desaparición de la URSS. Sin tener en cuenta el balance devastador al final de la guerra: más de 100.000 muertos y 125.000 heridos entre los dos bandos.

 
GUERRA CHECHENIA

Los chechenos, que vivían a 1.600 kilómetros al sur de Moscú y eran predominantemente musulmanes, habían presumido durante siglos de ser capaces de desafiar a los rusos. En 1991, el presidente nacionalista de la República de Chechenia, Dzyojar Dudáyev, declaró la independencia de la región. En ese mismo momento, Rusia se encontró metida rápidamente en un atolladero como el de Estados Unidos en Vietnam.
Rusia tuvo que soportar en Chechenia durante años la crítica de Occidente por su política de tierra quemada. Pero eso a Moscú parecía no importarle en absoluto, pues hay que tener en cuenta que los líderes rusos acababan de sufrir una transformación tremenda tras la caída de la URSS,

Un checheno llora sobre el cuerpo de su hermano.Anatoly Maltsev, Foto ganadora del el segundo premio World Press Photo.


Tradicionalmente, esta guerra se ha dividido en dos fases, aunque los expertos cada vez más coinciden en las escasas diferencias en los actores los propósitos y los resultados entre la etapa de 1994-1995 y la que se inició en 1999. Estas diferencias serían principalmente cronológicas y estratégicas por parte de los contendientes, pero el resultado siempre el mismo: el ejército ruso interviene sobre una región díscola para imponer el control del Kremlin, utilizando métodos expeditivos con los que la población civil resulta la principal víctima.
De hecho, cuando Yeltsin atacó la capital chechena de Grozni, solo en las primeras semanas de enero de 1995 murieron cerca de 25.000 civiles, a causa de los ataques aéreos y los disparos de artillería. Pero las cifras no se quedaron ahí: al final de la guerra, en 2009, se contabilizaban cerca de 200.000 civiles muertos, 25.000 soldados rusos y 30.000 guerrilleros chechenos.
Para la administración de la Federación Rusa, esta operaciones se justificaban por el derecho, la necesidad e incluso la obligación de instaurar el orden en una zona conflictiva y de una peligrosidad contagiosa.


GUERRA IRAK-IRAN

- La Guerra Irán-Irak o primera guerra del Golfo. Fue un conflicto bélico surgido entre Irán e Irak entre los años 1980 y 1988. 

No hubo un claro vencedor. 

Sus orígenes se encuentran en la larga animosidad árabe-persa y en las rivalidades regionales; en concreto, Irak quería invertir la delimitación de fronteras entre los dos estados, establecida en los Acuerdos de Argel (1975), para conseguir la anexión de la región de Shatt al-Arab.

 Se llegó a la paz en 1988, sobre la base del mantenimiento de la situación territorial anterior al enfrentamiento bélico. Fue la primera guerra en la que intervino Saddam Hussein como dirigente de Irak.

- La Guerra del Golfo (1990-1991) fue una invasión librada por una fuerza de coalición autorizada por Naciones Unidas, compuesta por 34 países y liderada por Estados Unidos, contra la República de Irak en respuesta a la invasión y anexión iraquí del Estado de Kuwait.

 Fue llamada por el líder iraquí Sadam Husein como «la Madre de todas las batallas», y comúnmente conocida como Operación Tormenta del Desierto. También recibió el nombre de Segunda Guerra del Golfo para diferenciarla de la Guerra Irán-Irak; Primera Guerra del Golfo para diferenciarla de la Invasión de Irak de 1980-1981; o Guerra de Irak antes de que este término pasara a ser identificado con la Guerra de Irak de 2003-2010.

¿Causas de la invasión iraquí? 

Tal vez estuviesen relacionadas en un principio con el petróleo, pero en realidad hay más. Irak alegaba que Kuwait le robaba petróleo desde un yacimiento situado bajo ambos territorios. Además, como dependía del valor del combustible para pagar la deuda contraída en su guerra contra Irán, se sentía afectado por la superproducción de Kuwait y otros países del golfo, que mantenían un precio bajo del mismo. También se ha dicho que es posible que Saddam Hussein necesitara una rápida conquista para mejorar en algo su bajo prestigio, y perfilarse como un líder del mundo árabe.




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Tras la derrota, el paradero del dictador fue desconocido durante varios meses hasta que fue arrestado. Se encontraba escondido en un sótano en los alrededores de su localidad natal, Tikrit. En 2006, tras dos años de juicio, Hussein fue condenado a morir en la horca por el Alto Tribunal Penal iraquí, que lo encontró culpable de haber cometido un crimen contra la Humanidad. La condena fue ejecutada el 30 de diciembre de 2006. (En la imagen, en el momento de ser capturado y antes de ser afeitado para poder reconocer su identidad. Abajo, en los momentos previos a la horca)

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PARA SABER MÁS, VER:
HIS-CON-XX-GuerraFria

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