La ganadería.
Su práctica influye en la formación del espacio agrario. Consiste en la cría de animales con la finalidad de obtener de ellos alimentos y materias primas para la industria. Se practica en las zonas menos favorables para los cultivos o como complemento de la agricultura.En función de las formas de producción pueden ser:
- Intensiva. Realiza fuertes inversiones de capital y de trabajo, para conseguir una ganadería de alta productividad criada en establos o granjas. Suelen situarse alrededor de núcleos urbanos.
- Extensiva. El ganado se alimenta de forma natural en grandes
extensiones de pastos. Se invierte poco capital y tiene un baja
productividad.
- Nómada. Los animales se desplazan constantemente en busca de pastos para alimentarse. Es propia del África subsahariana, Asia central y el Próximo Oriente.
- Trashumante. El desplazamiento de los animales es estacional;en invierno, a los valles y zonas bajas, y en verano a los pastos de las zonas montañosas.
- Sedentaria. Los animales no tiene necesidad de desplazarse porque el ganadero les proporciona alimento en los establos o granjas. Es la forma más habitual en Europa.
- No estabulada. Los animales quedan libres y se alimentan en los pastos naturales; requiere grandes extensiones de terreno ,por tanto es una ganadería extensiva que se practica en la llanura pampeana, Argentina o en llanuras del interior de Estados Unidos y Australia.
- Estabulada. Los animales están encerrados en un establo o granja alimentados a base de piensos; es una ganadería intensiva que requiere fuertes inversiones de capital, y es propia de la Europa atlántica.
Ganadería y medio ambiente
la ganadería es también un gran contaminante: genera más del 14 % de las emisiones de efecto invernadero causadas por el hombre, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO). El reparto de esta carne es profundamente desigual en el mundo. Con el crecimiento demográfico y la incorporación de este producto a la mesa de muchas personas que antes no podían permitírselo, la sostenibilidad de un menú tan carnívoro como el de Occidente está en entredicho. Movimientos vegetarianos abogan por un planeta supuestamente verde en el que no se consuman animales y, en algunos casos, tampoco sus derivados. Pero una humanidad vegana también traería complicaciones para la salud de quienes no mantuvieran una cuidadosa observación de su régimen y para un medioambiente a cuyo equilibrio también colabora la ganadería.
También hay que decir que la ganadería se está poniendo al día y trata de ser más eficiente, por ejemplo, aprovechando el metano de las vacas para producir energía, optimizando las variedades para que crezcan rápido y con menos gasto energético. Aquí entramos en el terreno espinoso del uso de hormonas, prohibido en Europa, pero que realmente es provechoso, porque se adelanta la fecha de sacrificio con el consiguiente beneficio ambiental”, reflexiona Mulet, que enumera otras alternativas: "Se baraja alimentarnos de animales de sangre fría como insectos o reptiles, que necesitan menos energía... No sé si tiene futuro pero, por ejemplo, las piscifactorías requieren menos recursos que una granja, porque los peces son de sangre fría, es decir, tienen menos necesidad metabólica y, por tanto, les hace falta menos pienso. Un mundo en el que comiéramos pescado en vez de carne ya sería más sostenible”.
Se debe distinguir y tratar separadamente a la ganadería intensiva y la integrada en la granja familiar. Esta última puede ser muy beneficiosa para el medioambiente y aportar otros beneficios sociales y de salud
La posición de Greenpeace es parecida. sostiene que la ganadería es necesaria para el mundo y pone el ejemplo del beneficio que supone a la hora de controlar los incendios, que se propagarían más fácilmente si los rumiantes no pastaran. En su opinión un mundo totalmente vegano no sería la solución, aunque probablemente sí otro que no se alimentase con animales, sino con sus derivados, lácteos y huevos. “El modelo que tenemos hoy en día es nefasto. No necesitamos comer tanto derivado cárnico. Buena parte del alimento para la ganadería intensiva proviene de terrenos que han sido deforestados”, lamenta.
Uno de los argumentos contrarios a la ganadería intensiva es la gran necesidad de recursos alimentarios de los animales. “Se usan piensos descompuestos del Tercer Mundo que destruyen ecosistemas, usan fuertes pesticidas y contaminan suelos y aguas
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