459 LAS REVOLUCIONES RUSAS. LO QUE PUDO SER Y NO FUE

  LAS REVOLUCIONES RUSAS. LO QUE PUDO SER Y NO FUE

Familia Romanov


En 1979 hallaron la posible tumba de la familia de Nicolas II,en el bosque de Koptiakí.
El 12 de abril de 1989 los periódicos informaban del hallazgo. La tumba no fue abierta hasta 1991 por las autoridades soviéticas, hallando en su interior nueve cuerpos. Mediante el examen de los esqueletos, los científicos soviéticos concluyeron que faltaban los cuerpos de Alexis y la Gran Duquesa María. Las identificaciones de los esqueletos fueron confirmadas posteriormente mediante análisis de ADN.
Con su asesinato (ningún juez o jurado le condenó a muerte, ni ordenó su ejecución) por el movimiento revolucionario de los bolcheviques, durante la Segunda Revolución rusa se extinguió la dinastía Romanov. Está enterrado desde 1997 en la Catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo junto con el resto de la familia imperial y de los demás zares rusos.
En 2007 se anunció el descubrimiento de los cuerpos de María y Alexis,que, tras realizarles las pruebas de ADN, serán enterrados junto a sus padres y hermanas.



Algunos historiadores hablan del “corto siglo XX” para subrayar que la centuria pasada no duró diez décadas completas, sino que empezó en 1917 y terminó en 1991, el tiempo que duró la Unión Soviética. ¿Fue lo que vino después una revolución social, en la que una clase social consciente, el proletariado, con el apoyo del campesinado, se hizo con el poder para transformar la sociedad destruyendo a la nobleza y a la ascendente burguesía? ¿O fue un golpe de Estado, que liquidó las primeras conquistas democráticas de la revolución para imponer por medio del terror el poder de un partido único? 

El año 1917 fue extraordinariamente convulso en Rusia. Se inauguró con la revolución de febrero, que puso fin a tres siglos de la dinastía Románov, y se clausuró el 25 de octubre (7 de noviembre en el calendario actual) con el asalto bolchevique al palacio de Invierno. Todo ello en plena guerra con las potencias centrales (Alemania, Austria-Hungría y el Imperio Otomano), con más de cinco millones de campesinos reclutados por el ejército y al menos dos millones desplegados en un frente de batalla imposible: los 3.000 kilómetros que separan el Báltico del Caspio.


LA RUSIA DE LOS ZARES

El problema revolucionario que convulsiona Rusia desde los primeros años del siglo XX y que culmina en 1917 es un acontecimiento crucial que marca la historia europea y mundial de nuestro tiempo.

El Historiador Británico. E.H Carr quizá no exagera cuando la califica como el acontecimiento más importante del siglo XX, y desde luego podría considerarse de trascendencia comparable a la Revolución Francesa de 1789, punto de partida de todos los procesos políticos contemporáneos.

Comprender la Revolución Rusa exige remontarse algunos años de su fecha clave, 1917, y examinar los problemas estructurales de la Rusia Zarista.

- Hacia 1900 era el mayor Estado del mundo:
o 22 millones de Km. Cuadrados
o Gigante demográfico 125 y 140 millones de hab.

 A principios del siglo XX Rusia era un país atrasado. Algunas de las reformas emprendidas, mal encauzadas, habían provocado aún más desigualdades y tensiones sociales. Además, la represión de la revoluc9ión de 1905, cuyo germen último fue la derrota en la guerra ruso-japonesa, había socavado la imagen del Zar como “padre” de todos los rusos. 

El desarrollo de la Gran Guerra fue acentuando las tensiones preexistentes: a los conflictos políticos y sociales inherentes a cualquier autocracia, había que sumar los causados por las derrotas militares con sus terribles bajas, el desabastecimiento de las ciudades y el hambre generalizada entre amplias capas de la población.  El régimen se derrumbaba desde dentro.

 4 problemas principales:

Problema Nacional. (falla estructural):
En el inmenso imperio que se extendía por dos continentes convivían más de 150 pueblos, que hablaban múltiples lenguas y profesaban diversas religiones. El núcleo central en torno a Moscú, correspondía al grupo étnico de los “grandes rusos”, configurador de la entidad histórica del Estado, era el de mayores dimensiones 55 millones de hab. (Censo 1897). Los seguían los ucranianos o pequeños rusos con algo más de 22 millones y con censos más reducidos los bielorrusos o rusos blancos, los eslavos bálticos, los polacos, etc. En las regiones periféricas vivían pueblos inmigrados o absorbidos por el proceso de expansión imperial del zarismo, como los rumanos de Besarabia, griegos del mar negro, además de alemanes del Volga medio, demarcación étnica establecida por Catalina La Grande. Mayores problemas reasimilación se planteaban con los musulmanes que poblaron las regiones meridionales europeas y asiáticas y desde el punto de vista social, la integración de los judíos alrededor de 5 millones según los cálculos censales, muchos más según algunos demógrafos. Para mantener cohesionado este mosaico el zarismo procedió a adoptar medidas de rusificación forzada, de aquí que varias veces se calificara a Rusia como una “cárcel de pueblos”.

Cisis Económica (tipo coyuntural)
Las estadísticas demuestran que se duplicó las superficie dedicada al trigo y la patata entre 1900 y 1910, y que en ese período creció un 40 % la producción industrial. Pero este aumento no repercutía en el consumo popular, que en cambio menguaba en los años de crisis. La influencia de los productos alemanes y la culminación del transiberiano produjeron paro y hambre. Entre 1900 y 1904 aumentaron las revueltas campesinas y reiniciaron en los centros urbanos huelgas, que jugarían un papel determinante en la suerte de la revolución. En 1903 doscientos mil obreros se enfrentaron a las compañías petrolíferas en el primer ensayo de movilización popular.

Autocracia Política.
Aunque la revolución industrial había sido tardía, hacia 1913 Rusia presentaba un mapa económico con varias regiones industriales. Por eso parece sorprendente que en el plano político no hubiera adoptado ninguna medida modernizadora. Era un régimen absoluto, detentado por la autoridad omnímoda del Zar. No existían partidos políticos, elecciones, parlamento, libertad de prensa, ni carta de derechos que pudiera llamarse Constitución. Carente de educación política, Nicolás II respondía con recursos policiales severos ante cualquier demanda popular.

Crisis Social.
 La guerra ruso-japonesa de 1904-1905 se convertiría en el detonante de la protesta popular contra el régimen. Este conflicto se produjo por el choque bélico de dos imperios en expansivos en Manchuria. Baste decir que las sucesivas derrotas terrestres y navales, primero de la flota del Pacifico y después la del Báltico, la incapacidad bélica del ejercito Zarista y la insuficiencia de la red ferroviaria para el traslado de tropas y materiales. Tras la derrota al firmarse la paz de Portmouth , arreció la protesta popular. Uno de posrevolucionarios más lúcidos, Trotski, anotó la importancia que tendría en el futuro, para derribar al zarismo, la explotación de una guerra y una derrota.

 
El Primer Ensayo. La Revolución de 1905.

La guerra contra Japón revivió algunos fenómenos sociales.

a) El Terrorismo. A lo largo de 1904 se reanudó la actividad terrorista del partido socialista revolucionario.., y como respuesta de la represión gubernamental, piloteada por el ministro del interior Plebe, asesinado a mediados de julio.
b) Se incrementaron las demandas de Apertura Política por parte de los zemstvos, asambleas de distrito.
c) Se multiplicaron las huelgas las de diciembre en Bakú, Moscú y San Petersburgo agravaron la tensión.

9 de enero de 1905 “Domingo Rojo”: Marcha pacifica hacia el palacio en demanda de una asamblea constituyente fue reprimida por la tropa provocando 200 a 300 muertos y miles de heridos.

La protesta contra el Zar adquirió nueva dimensión y una oleada de huelgas sacudió a Rusia.
Los ministros aperturistas a la cabeza de Witte, pedían una serie de reformas. En una segunda cadena de huelgas en junio se produjo el episodio de Potemkin, que demostró que el descontento se había extendido a la marinería, aspecto que jugaría un papel táctico de enorme importancia para octubre en la capital.

Tras varios meses de relativa calma, en octubre se produjo otra serie de huelgas; la de los ferrocarriles así paralizó al país y produjo el desabastecimiento de la capital.
Estas huelgas eran dirigidas por los comités de obreros, los SOVIETS, a partir de este año el elemento clave para la destitución del Zarismo.
Finalmente el 30 de octubre el zar nombró primer ministro al reformista Witte y prometió la convocatoria de una duma, una asamblea por elección popular. Esta concepción dividió a las fuerzas antizaristas y separó a la burguesía de la revolución a pesar de que el edicto imperial no declaraba sus alcances.

Pronto se comprobó la insuficiencia del reformismo La duma no llegaría nunca a ser un parlamento de corte occidental. Otro primer ministro reformista Stolypin, inició reformas en el campo, procediendo a los repartos de tierras colectivas de los mir, que no tuvieron otro efecto que reforzar el poder económico de los kulaks, mientras se empobrecían las masas campesinas.

De la revolución de 1905 dedujeron lecciones los principales dirigentes revolucionarios.
Trotsky, presidente del SOVIETS de San Petersburgo, comprendió que sería suficiente el control de la capital para derribar el zarismo y que sustentes podían ser los obreros.
Lenin anotó los cambios capitalistas del campo, con su fenómeno de empobrecimiento de millones de familias, para postular la alianza entre los obreros y campesinos en que se apoyaría la revolución.
De la alianza de obreros movilizados y campesinos empobrecidos saldrían las mesnadas antizaristas


La Aportación Teórica de Lenin.

No cabía duda: lo ocurrido era repetición de 1905, cuando se formó un Gobierno de constitucionalistas y demócratas, y un sóviet con mayoría de mencheviques y conciliadores, que acabó derrotado por la reacción. Ahora, 12 años después, el fin de aquella revolución no podía repetirse. Obsesionado por regresar a Rusia, Lenin aceptó los buenos oficios de un socialdemócrata suizo que consiguió del Gobierno alemán la autorización para que un grupo de 32 exiliados atravesara el imperio en un vagón vigilado por una pareja de policías que no permitió entrar ni salir a nadie en los tres días que duró el largo viaje hasta Sassnitz, al norte de Alemania. Y de allí, en barco y en tren, a la estación Finlandia, en Petrogrado.

 La Revolución Rusa de 1917 no hubiera sido posible o hubiera sido radicalmente diferente sin el aporte teórico de Lenin sobre el pensamiento de Marx.

Vladimir Ilich Ulianov había nacido en 1870 en una pequeña aldea a orillas del Volga. Tenía 17 años cuando fue ejecutado uno de sus hermanos por participar en un complot contra el Zar. Este acontecimiento lo convenció de que había pasado el tiempo de las acciones individuales y era preciso recurrir a los movimientos de masas. Durante su época de estudiante en Kazan y San Petersburgo se inicia en el Marxismo y emprende una activa propaganda entre los obreros. En 1900 tiene que abandonar Rusia y moverse entre los grupos emigrados. Su regreso en el año 1917 fue, con casi total seguridad, facilitado por una maniobra Mayor del Estado Alemán, que lo envió con otros dirigentes socialistas en un vagón sellado, para suscitar en el interior de Rusia un movimiento pacifista, del que los socialistas habían sido los abanderados. Durante la guerra escribe dos obras fundamentales”el Imperialismo estadio supremo del capitalismo (1916) y El Estado y la Revolución (1917). Lenin considera que las ideas de Marx se han elaborado en otras circunstancias históricas “No consideramos las teorías de Marx como algo definitivo e intangible” Marx ha conocido el capitalismo en el marco de a primera revolución industrial, en la que los aspectos financieros son poco decisorios frente a los técnicos.

En su libro “El Imperialismo estadio supremo del capitalismo” Lenin estima que el capitalismo ha pasado de la forma industrial a la forma financiera, y de ese modo a la lucha de clases se ha añadido la lucha política entre los Estados (guerra por los mercados, materias primas, colonias, etc.). Formula por lo tanto un planteamiento mundial de las contradicciones del capitalismo. Así modifica ciertos teoremas marxistas. Ya no es la base revolucionaria el proletariado de los países ricos, cuyo nivel de vida les hace abandonar las banderas revolucionarias – a un capitalismo podrido corresponde un socialismo podrido -, sino el proletariado de los países atrasados.
Ha de comenzarse la revolución en un país pobre, que a escala mundial pueda considerarse un país proletario, pero que al mismo tiempo posea cierto grado de industrialización, masas obreras. Explica con este planteamiento la posibilidad de la Revolución en Rusia. Al principio Lenin esperó que se produjera la revolución en Alemania, por la fuerza que había adquirido el socialismo en esta gran potencia industrial, pero luego centró sus esperanzas en Rusia. Esta rusificación, por así decir, de la Revolución social, es la primera aportación de Lenin.

La segunda se ciñe a su estrategia de la revolución. Un proceso revolucionario no es algo fatal - Lenin entiende que se ha exagerado el fatalismo de Marx – sino algo que se prepara, como una guerra; el determinismo cede ante el voluntarismo. Lenin supera a sus maestros del siglo XIX en tres puntos decisivos:

El papel del Partido. Marx y Engels habían hablado del movimiento proletario, en general. Lenin subraya la importancia del partido, “vanguardia del proletariado”, cohesionado con una fuerte disciplina.

El Papel de los Intelectuales. Se había llegado a afirmar en algunos movimientos socialistas europeos que los obreros, sin ayuda, realizarían la revolución. Lenin cree que solo los intelectuales son suficientemente dialécticos para captar las interrupciones de la acción que imponen las circunstancias de lucha social; su aportación es imprescindible.

El papel de los Campesinos. Marx los consideraba ejemplos de embrutecimiento, masas propensas al reaccionismo. Los narodniki (populistas) rusos lo habían, en otro extremo, idealizado; para ellos eran los campesinos la única base revolucionaria. Lenin es menos idealista que los narodniki, pero consideraba necesario su apoyo: El verdadero éxito de la Revolución Rusa comenzará verdaderamente cuando la masa campesina, caminando al unionismo con el proletariado, asuma un papel revolucionario activo,” escribe en 1905.


Los debates en el seno del Comité central del Partido bolchevique para que se este organizara una insurrección armada y se tomara el poder eran cada vez más intensos. En la imagen, Lenin, durante un discurso en octubre de 1917 .


La Revolución Burguesa: Febrero de 1917

La Revolución de Febrero

En el verano de 1916, Rusia lanza su operación más exitosa de toda la guerra: la Ofensiva Brusilov. Pero, a pesar de los triunfos iniciales, el ataque se diluye por la asistencia alemana a los austrohúngaros y los problemas de suministro endémicos del ejército ruso. El coste en vidas de la ofensiva, sumado a los problemas antes citados, provoca manifestaciones masivas y huelgas en las principales ciudades, alentadas tanto por la situación del país como por la propaganda revolucionaria, en la que los servicios secretos alemanes están jugando un papel principal. Apostando a la carta de la revolución, el alto mando germano cree que podrá sacar a Rusia de la guerra, para así lograr volcar todos sus esfuerzos en el frente occidental.
El régimen se ve desbordado. En febrero los intentos por introducir un nuevo racionamiento del pan provocan manifestaciones espontáneas y algaradas en la capital: Petrogrado (nombre adoptado por San Pertersburgo en 1914). Los soldados enviados a sofocar la revuelta se unen a la misma, a la que también se incorporan los obreros, toda la oposición política y el Parlamento (la Duma). Nicolás II intenta disolver la cámara, pero es él mismo el que se ve forzado a abdicar, pensando en que su hijo le suceda en el trono. Ante esa posibilidad, vuelven a estallar nuevas revueltas. La monarquía no tiene ningún apoyo. Tan súbitamente como empezaron los disturbios, se disuelve una dinastía que había regido Rusia durante 500 años. Es la Revolución de Febrero.


Las penalidades de la guerra y el deficiente abastecimiento de Petrogrado van a derribar al Zarismo en cinco días. El 23 de febrero se inician manifestaciones masivas de mujeres, solicitando “la paz y el pan” con gritos de “abajo la autocracia” Los días siguientes aumentaron las manifestaciones sin que el Zar les de importancia, considerando de que se trata de un movimiento reducido a la capital y que dispone de una guarnición numerosa para restablecer el orden. Los dirigentes zaristas no tienen en cuenta un hecho esencial; las tropas son en gran parte de reciente reclutamiento, poco propensas a ejercer violencia sobre el pueblo en la noche del 26 al 27de febrero los soldados se amotinan y fusilan a los oficiales. Ya de día obreros y soldados confraternizan, se liberan a los prisioneros políticos y se constituyen comités Soviets. Kerenski apoya al soviet de Petrogrado, en su periódico lanza una llamada al país para que todos los ciudadanos rusos “emprendan a lucha contra el zarismo, formen soviets, asuman la gestión de los asuntos locales y reúnan una Asamblea Constituyente”.

Un estallido espontáneo de las masas expresadas por la escasez ha sorprendido a las autoridades zaristas, pero también a los partidos revolucionarios, que no saben reaccionar. Se establece un Gobierno Provisional presidido por el príncipe Lvov, sin el consentimiento de Nicolás II; los socialistas moderados apoyan a este gobierno; Lenin hablará mas tarde de entrega del poder a la burguesía, de una ocasión perdida. En este momento el zar carece de toda autoridad, y es abandonado por el ejército. Se establece un doble gobierno: el provisional, constituido por los diputados de la duma y los soviets, que se afanan en conseguir el control de los centros de comunicaciones y estimulan la aparición de nuevos soviets en otros lugares de Rusia. El gobierno provisional toma tres decisiones:

- Convocar una Asamblea Constituyente
- Conceder una amnistía
- Continuar con la guerra

En el soviet de Petrogrado tienen una fuerte participación los mencheviques, los cuales según el testimonio de Trotski, solo ansiaban en ese momento construir la oposición de la futura Asamblea Constituyente. Los bolcheviques estarán al margen en las primeras semanas, pero esto evitó su desgaste y propició su mayor influencia posterior; antes de la llegada de Lenin se sienten desconcentrados, en una postura blanda, que se limita a presionar sobre el gobierno.

Nicolás II abdica el gran Duque Migue, pero este tras algunos titubeos renuncia, a la expectativa de lo que decida la Asamblea Constituyente. La noticia de la doble abdicación provoca una explosión de alegría en toda Rusia. Oradores improvisados, regreso de exiliados, entusiasmo popular. Millares de cartas, mensajes y telegramas son remitidos al Soviet de Petrogrado a Kerenski y a la duma, escritos que se constituyen en auténticos cuadernos de quejas de la Revolución Rusa. Los obreros piden el programa mínimo de la socialdemocracia: jornada de 8 horas, seguridad en el empleo, formación de comités de fabricas. Las reivindicaciones de los campesinos son más radicales: propiedad de la tierra que trabajan, distribución gratuita de todas las grandes propiedades abandonadas. Los soldados solicitan unánimemente el fin de la guerra, que se conceda una pensión a sus esposas y una indemnización a los heridos y mutilados.
La burguesía que se había adueñado del poder no esta en condiciones de atender toda esta lista de reivindicaciones de obreros, campesinos soldados y los pueblos alógenos que pedían autonomía o la instalación de una república federal.

Según M.Ferro “En febrero el gobierno y los soviets se mantienen en equilibrio: el primero tenía el poder sin la fuerza, el segundo la fuerza sin el poder”

Lenin llega a San Petersburgo el 3 de abril y critica la postura blanda de colaborar con el gobierno, que es defendida por Kaménev. En las “Tesis de Abril” Lenin sostiene la necesidad de pasar a la segunda etapa, el rechazo del gobierno provisional y su decisión de proseguir la guerra. En la conferencia del partido de toda Rusia, triunfa la postura de Lenin y se adopta la consigna “Todo el poder a los Soviets”.

En mayo el gobierno modifica su composición, dando entrada a socialistas que representan a los soviets. En junio el congreso de los soviets, inspirados por los Bolcheviques, da un paso más, no acepta la gestión gubernamental; su comunicado es una declaración de guerra contra el gobierno.


Desde Febrero a octubre la revolución de 1917 no ha sido un movimiento lineal, las crisis de abril, julio, setiembre, lo han acelerado o frenado. Solo los obreros y los soldados participan en la toma del poder en octubre. El fermento han sido los bolcheviques o más exactamente un embrión de estado proletario que se ha radicalizado, bolchevizado por la prosecución de la guerra y por la falta de soluciones del régimen de febrero.

La revolución bolchevique. Octubre de 1917


 Lenin habla a los trabajadores de la fábrica Putilov en Petrogrado en 1917', obra de Isaak Brodsky. national gallery of prague (getty)

La Revolución de Octubre

La autoridad pasa a ejercerla el Gobierno Provisional. De corte democrático y moderado, compartirá el poder con el Sóviet —asamblea popular— de Petrogrado, dominado por los bolcheviques. Encabezado inicialmente por el príncipe Lvov —con Alexander Kerensky como figura más popular y más tarde su sucesor— el Gobierno Provisional inicia toda una serie de reformas sociales y políticas, pero una de las principales demandas de las revueltas, el fin de la guerra, no es atendida. Una mayoría muy activa del Parlamento y gran parte de las élites reformistas del país piensan que la continuidad en la guerra al lado de las democracias occidentales es la mejor garantía de la perduración de las reformas y del nuevo régimen. El fracaso de una nueva ofensiva rusa, organizada por Kerensky en el verano de 1917, marca el destino del Gobierno. Los bolcheviques, que ya controlan los Soviets, perfectamente organizados —dirigidos por Lenin, que ha vuelto del exilio—, se han ido haciendo paulatinamente con el control de las comunicaciones y del ejército, y, aprovechando el descontento popular por la prolongación de la guerra, dan un golpe de estado entre el 6 y el 7 de noviembre, haciéndose con el control del parlamento y del gobierno de Petrogrado. Es la denominada Revolución de Octubre, debido a las diferencias entre los calendarios Juliano, entonces vigente en Rusia, y Gregoriano, usado en todos los países occidentales.
Los bolcheviques sacan automáticamente al país de la guerra. Tras meses de negociaciones firman con el Imperio Alemán la paz de Brest-Litvoks. Pero Rusia se encamina hacia el caos. El poder real ejercido por los Soviets y los bolcheviques —que quieren extender e internacionalizar la Revolución— se reduce prácticamente a las ciudades más grandes, con amplias zonas en litigio entre las numerosas facciones que quieren hacerse con el poder o recuperarlo. Al mismo tiempo, tantos los alemanes —que controlan extensas zonas del país— como los antiguos aliados intentan poner coto a la Revolución. Además, las tensiones entre las diversas nacionalidades del antiguo Imperio Ruso comienzan a aflorar de manera dramática. El germen de la Guerra Civil ha sido plantado.
En setiembre se han enfrentado dos sectores de Rusia. Kornilov representa a millones de de hombres que colocan por encima de todo la defensa nacional; Kerenski a los millones de hombres que están dispuestos a defender la revolución política, ya realizada con el derrocamiento de los zares, contra los enemigos de fuera y de dentro. Lenin representa al tercer sector, decidido a apoderarse del poder para realizar la revolución social. Para comprender su triunfo en octubre es necesario tener en cuenta dos fenómenos:

El nacimiento de un embrión de estado proletario – de hecho – con el hundimiento de las instituciones Zaristas. El llamamiento del soviet de petrogrado en febrero ha cubierto a Rusia de comités y de centenares de sindicatos, se han formado milicias obreras, millones de solados se han emancipado. El soviet de petrogrado se ha convertido en la cabeza indiscutida de esta ebullición nacional.

 Revolucion Rusa  octubre,  avda nevski,  brousand- ABC


El apartamiento de la derecha y de su fuerza militar de cualquier relación con el gobierno de Kerinski, a partir, del fracaso y detención de Kornilov. Los batallones cosacos, que consideraban a Kornilov como su caudillo, se niegan a disparar en octubre, por que les es indiferente lo que pueda ocurrirle al gobierno de Kerenski.

Para oponerse a la reacción militar derechista el gobierno provisional ha tenido que llamar a todas las fuerzas populares, incluso los bolcheviques, quienes de esta manera salen de la semiclandestinidad en que se encuentran desde julio. Lenin ve la situación con toda claridad, privado del apoyo del ejército, el gobierno no puede, como en julio reprimir un levantamiento de las fuerzas populares.

El 9 de octubre Lenin llega a Petrogrado y al día siguiente, en una reunión del comité central bolchevique, se decide por 10 votos contra 2 iniciar la insurrección armada. Seis días después se crea en el seno del soviet de petrogrado un comité militar revolucionario, dirigido por Trotski.
La noche del 24 de octubre Lenin se instala en el instituto Smonly, sede del soviet de Petrogrado y del comité central bolchevique para dirigir las operaciones. El 25 de octubre las fuerza bolcheviques entran en acción y ocupan puntos estratégicos de la capital, sin derramamiento de sangre. El acorazado Aurora apunta sus cañones sobre el palacio de Invierno donde esta reunido el gobierno, al que fallan sus resortes militares, no llegan los refuerzos. Kerenski huye y otros miembros del gobierno son detenidos. El soviet de petrogrado y su comité militar revolucionario han organizado una victoria casi incruenta y lanzan un manifiesto la tarde del 25 de octubre.

La revolución se había hecho bajo la consigna todo” el poder a los soviets”, pero realmente no van a ser los soviet los que controlen la situación, sino solamente uno de sus sectores, el más audaz y el más preparado, los bolcheviques.
Todos los testimonios de la época rinden tributo a la energía de Trotski en esos momentos decisivos, pero la estrategia suprema de la revolución había sido dirigida por Lenin; figura indiscutible que preside el primer comité de comisarios del pueblo, en que son nombrados además entre otros Trotski (Asuntos Exteriores), Rikov (interior), Lunachardski (Educación Nacional) y Stalin (comisariado de nacionalidades).


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