465 SOCIEDAD: MUJER. EN S. XX


 La mujer en en s. XX

Los primeros cambios reales no llegaron hasta el estallido de la I Guerra Mundial. En 1914, suffragettes y suffragists lanzaron sus campañas y, mientras los hombres luchaban en el frente, ellas trabajaban en las fábricas de municiones y en el campo. Así, comenzaron a realizar trabajos que hasta entonces estaban reservados para los hombres. Al término de la guerra, su situación había cambiado y ningún gobierno podía devolverlas a los tiempos anteriores a la contienda. En 1918 se aprobó el sufragio universal femenino para las mujeres mayores de 30 años, aunque hubo que esperar una década para que el límite de edad descendiera y se igualara al de los hombres

MUJERES, drexel institute girls´rifle team, 1925.jpg

Llegada la Primera Guerra Mundial en 1914, la mujer abandonó el domicilio familir y sus labores como esposa para ocupar todos esos puestos de trabajo que quedaron libres al marcharse los hombres al frente, pues alguien tenía que fabricar todas esas municiones que se necesitaban en la contienda.

En 1913 se inauguraba en la calle Tetuán, 16, una exposición y venta permanente del trabajo de la mujer, fundada por la Unión de Damas Españolas.ABC  

La mujer no sólo trabajó en las fábricas haciendo municiones, sino que tuvo que ocupar todos esos puestos de trabajo que quedaron desatendidos por todos esos hombres que habían ido a luchar, ocupando puestos de trabajo en telégrafos, servicios postales, etc. Pero esto sólo fue un sueño temporal de entreguerras, pues los trabajadores varones se oponían a que las mujeres, incluso cuando se afiliaban a un sindicato, trabajaran por el mismo salario, y éstas tuvieron que prometer que dejarían de nuevo el puesto a los hombres después de la guerra, siendo esto alentado por los gobiernos beligerantes, los cuales se dieron prisa en apartar a las mujeres de los trabajos "de hombre" una vez terminada la guerra, devolviendo a las mujeres a su "habitat natural", el hogar, sólo que un cambio se había sucedido en ellas: habían visto lo que había más allá de las puertas de sus casas, más allá de los fogones, de los pañales y de la limpieza de su hogar. Habían descubierto que podían ganar un sueldo, por pequeño que fuera, que podían hacer los mismos trabajos que los hombres con igual valía y eso nunca lo olvidaron, sino que defendiron aún con más ahínco su derecho al sufragio y a obtener los mismos derechos que los homBres. 



Confidencias de Winogrand 

Winogrand supo captar como nadie la transformación de la mujer a partir de los años sesenta y cómo se desinhibía y empezaba a salir a las calles, "sin corsés, sobre todo mentales y domésticos".
Una explosión de vida que se simboliza en una carcajada en plena calle, un pantalón, una conversación en un banco público con un hombre negro, unas chicas abrazadas unas a otras... escotadas, bailando, mirando curiosas y sin complejos, o, acariciando en plena calle a un caballo blanco (símbolo de libertad) con un precioso niño –o niña- en los brazos. Winogrand pertenece a ese ramillete de fotógrafos gracia a los que podemos comprender mejor el siglo XX. Es uno de los cincuenta fotógrafos fundamentales de la Historia, aunque en España apenas sea conocido y casi no hayan hecho mella sus trabajos, asociados al expresionismo abstracto.

'Las mujeres son hermosas' (1975). / gary winogrand

 Publicado en 1963 La Mística de la Feminidad es un libro pilar en la revolución sexual acontecida en Norteamérica durante los años 60/70.


"Repetidamente, la mujer oyó la voz de la tradición y el sofisma de Freud de que una mujer no puede desear un mejor destino que la sublimación de su propia feminidad. Los especialistas en temas femeninos le explicaron la forma de atrapar a un hombre y conservarlo, cómo amamantar y vestir a un niño, cómo luchar contra las rebledías de los adolescentes; cómo comprar una máquina lavaplatos, amasar pan, guisar unos caracoles y construir una piscina con sus propias manos; cómo vestirse, mirar, ser más femenina y dar más atractivo a la vida conyugal; cómo prolongar lo más posible la vida de su marido y evitar que sus hijos lleguen a ser unos delincuentes. A la mujer se le enseñó a compadecer a aquellas mujeres neuróticas, desgraciadas y carentes de feminidad que pretendían ser poetas, médicos o políticos. Aprendió que las mujeres verdaderamente femeninas no aspiran a seguir una carrera, a recibir una educación superior, a obtener los derechos políticos, la independencia y las oportunidades por las que habían luchado las antiguas sufragistas. Algunas mujeres, entre los cuarenta a los cincuenta años, aún recordaban con pena su renuncia a aquellos sueños, pero la mayoría de las jóvenes ya no pensaban en ellos. Miles de voces autorizadas aplaudían su feminidad, su compostura, su nueva madurez. Todo lo que tenían que hacer era dedicarse desde su más temprana edad a encontrar marido y tener y criar hijos"

 Las familias tienen como función establecer el colorido de la vida de barrio y el espacio social en que se mueven, lleno de fantasías, frustraciones, enfrentamientos, anhelos y anécdotas propias de la vida doméstica de un entorno cerrado

La mujer en un medio donde el afecto y la brutalidad se confunden a menudo, donde los rígidos códigos de comportamiento obligan a crecer más aprisa, donde las ilusiones, los amores y los desencantos florecen y se confunden en un paisaje urbano primario y un estricto código del honor


Nápoles en los años 50. / GAMMA-RAPHO (GETTY IMAGES)


Nancy Huston plantea una nueva visión:
Aunque maneja materiales literarios —Anaïs Nin, Nelly Arcan, Fatima Mernissi, Marylin Monroe— e incluso autobiográficos, el libro de Huston parte de una mirada darwiniana a la relación entre hombre y mujer. 
“La mujer es el origen del mundo, y el hombre siempre ha tendido a reglamentar su derecho de posesión sobre la mujer”, continúa Huston. “Pero con la llegada de la fotografía y el cine la relación cambió de una forma espectacular. Las mujeres comenzaron a querer ser como las actrices de las películas y las modelos, a querer tener ropa bonita y a estar guapas, y el capitalismo aprovechó para desarrollar varias industrias millonarias: la de la belleza y la moda, la de las dietas, los fármacos y la cirugía estética, y, sobre todo, las de la pornografía y la prostitución. Todo eso ha aumentado la vulnerabilidad del hombre ante la visión de una mujer bella, creando millones de adictos al sexo, y ha llevado a las mujeres a querer ser cada vez más guapas durante más tiempo, o a intentarlo al menos, maquillándose, operándose, rehaciéndose   hasta el infinito”. 
Obra de Sandra Paula Fernández.

  La máxima defensora del sufragio femenino, Clara Campoamor, en su libro El voto femenino y yo, mi pecado mortal (1936), proponía que en lugar de feminismo, que malévolamente se identificaba como algo “extravagante, asexuado y grotesco”, se hablara de humanismo: “Nadie llama hominismo al derecho del hombre a su completa realización”.

El posfeminismo es más abierto, también más ambiguo, y admite muchas posibilidades de actuación, orillando la vieja guerra de sexos. Tal vez por ello la mujer actual se siente más cómoda con el posfeminismo, porque fácilmente puede identificarse con alguna de sus múltiples tendencias. El posfeminismo de los noventa decidió sustituir el girls por el ladies, dispuesto a reparar lo que más le incomodaba: el conflicto permanente con los hombres, el menosprecio al ansia de belleza y la beligerancia de sus postulados. La cruzada de las mujeres por conseguir la igualdad real trasciende a los estereotipos y pretende forjar una imagen real y autorreferencial, en equilibrio entre la biología y la cultura, lo real y lo ideal, el sexo y el género.

'Seducción en femenino', VIRGINIA MARIN.


 Movimientos actuales como el de las Pussy Riot o Femen "se sitúan totalmente en  la tradición sufragista del siglo pasado, aunque no hagan referencia explícita a ella


ACTIVIDAD

 1. Define los conceptos de sufragismo y feminismo, señalando lo que diferencia a ambos movimientos.

2.  Por qué crees que las mujeres permanecieron tanto tiempo sin derechos

3. Lee el siguiente texto y contesta
-cuándo se conquista el voto femenino en España
-Señala las razones del retraso español en el desarrollo del movimiento feminista.
La conquista del voto femenino en España

4 . ¿Cuándo  el ama de casa se liberó de su claustrofóbico destino –de la dependencia del marido y de su naturaleza reproductiva, del sometimiento a la vida privada– para salir a la calle y empezar a comerse el mundo?

5. Elabora una breve biografía de
 -  Emilia Pardo Bazán
- Concepción Arenal,
-Federica Montseny,

VEMOS CINE.
Sufragistas

Sarah Gavron . Reino Unido, Francia, 2015

Suffragette cuenta la historia de las sufragistas inglesas en los albores de la Primera Guerra Mundial. La mayoría de estas mujeres no venían de clases altas, sino que eran mujeres trabajadoras que veían cómo sus protestas pacíficas no servían para nada. Radicalizadas y volviendo su lucha cada vez más violenta, estaban dispuestas a perderlo todo en su búsqueda incansable de la igualdad: sus trabajos, sus casas, sus hijos y sus vidas. Esta es la historia de Maud, una de estas mujeres, y de su lucha por la dignidad y la de sus compañeras.

LA MUJER EN TUS CIENCIASSOCIALES
RECURSOS EN LA RED

Historia de las mujeres en España durante el siglo XX
Radiografía del posfeminismo, Joana Bonet

 BIBLIOGRAFÍA

 Anna Caballé,  Historia del feminismo en ­España. La larga conquista de un derecho (Cátedra).

PARA SABER MÁS:

516 MUJERES por Garry Winogrand,

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