MARÍA CRISTINA
De María Crisitina se habla poco en el tema, en realidad el prinicipio del tema es lo mismo que el anterior: Constitución 1976 y turnismo.
La regente (María Cristina) desayunando con sus hijos, en la foto de arriba. Empezaba a utilizarse la fotografía de forma habitual, y curiosamente María Cristina la utiliza de un modo muy inhabitual para la época, en lugar de posar en plan "serio" lo hace de forma natural, era una manera de acercarse al pueblo, que por cierto no le tenía mucha simpatía ( a la pobre la llamaban "Doña Virtudes"). A mi me caía bien esta mujer.
Y aquí a la regente de joven, recordad, Alfonso XII muere, antes de que nazca su heredero (Alfonso XIII) y su viuda será regente (reina en nombre de su hijo) hasta que Alfonso XIII cumpla la mayoría de edad. Es curioso que las dos regentes de España del XIX, se llamaran igual.
PARA SABER MÁS, VER:
Si tenéis curiosidad por saber cosas de ella, aquí tenéis un enlace a un audio de un programa de radio.
La regente (María Cristina) desayunando con sus hijos, en la foto de arriba. Empezaba a utilizarse la fotografía de forma habitual, y curiosamente María Cristina la utiliza de un modo muy inhabitual para la época, en lugar de posar en plan "serio" lo hace de forma natural, era una manera de acercarse al pueblo, que por cierto no le tenía mucha simpatía ( a la pobre la llamaban "Doña Virtudes"). A mi me caía bien esta mujer.
Y aquí a la regente de joven, recordad, Alfonso XII muere, antes de que nazca su heredero (Alfonso XIII) y su viuda será regente (reina en nombre de su hijo) hasta que Alfonso XIII cumpla la mayoría de edad. Es curioso que las dos regentes de España del XIX, se llamaran igual.
PARA SABER MÁS, VER:
Si tenéis curiosidad por saber cosas de ella, aquí tenéis un enlace a un audio de un programa de radio.
«Jura de la Constitución por la reina María Cristina
(Museo de Arte Moderno, Madrid).
La
larga actividad política de la reina empezó con este solemne acto,
celebrado el 28 de diciembre de 1885, un mes después de la muerte de
Alfonso XII. Con la mano derecha puesta sobre el libro de la
Constitución, que sostiene Cánovas del Castillo, María Cristina jura
lealtad a las leyes y a los gobernantes, lealtad que cumplió toda su
vida. La familia real viste de riguroso luto y las infantas rodean a su
madre en el acto de la jura.»
Este
es el pie de foto con el que figura este cuadro en la Historia de
España del Marqués de Lozoya. Como se puede comprobar la reina se
encuentra encinta y a su lado se sitúan las infantas María de las
Mercedes y María Teresa. Las otras mujeres enlutadas son las infantas
Eulalia, Isabel, Paz, hijas de Isabel II y una figura por identificar.
Quién figura al lado de Don Antonio Cánovas, es, a no dudar, Don
Práxedes Mateo Sagasta.
Respecto
a la descripción ántes referida , señalar que el lienzo se encuentra en
la actualidad en el Palacio del Senado y que la autoría de la obra hay
que repartirla entre Jover y Sorolla, siendo a éste último al que
corresponde el grueso del trabajo, según se echa de ver en este artículo
de Don Bernardino de Pantorba (publicado en el ABC Madrileño del 30 de
Abril de 1963), que por cierto diverge en fechas con Don Juan de
Contreras:
«Un
mes después, el 30 de diciembre, procedíase a la Jura de la
Constitución española por la Reina viuda. Quiso el Senado que tan
solemne momento histórico se perpetuara en un cuadro de grandes
dimensiones y formuló el encargo a Casado del Alisal; pero muerto éste a
poco (octubre del 86), cuando apenas había puesto mano en él, hubo de
encargarse de la obra otro pintor. Fue elegido Francisco Jover,
valenciano, que, en lienzo de más de cinco metros de largo por más de
tres de alto, armó la composición de la Jura, haciendo figurar en ella,
junto a la enlutada protagonista y a los otros miembros de la real
familia presentes en el acto, al Gobierno en pleno, con nutrida
representación de las Cámaras, la Iglesia, la milicia, etc.
A
principios de 1890, sintiéndose muy enfermo y viendo que no le sería
posible terminar su complicado cuadro, Jover pidió que fuera a su
paisano Joaquín Sorolla, que por entonces acababa de instalarse en
Madrid, quién se le encomendara su conclusión. Y así se hizo, más no sin
que transcurrieran, hasta la terminación de la pintura, varios años. El
lienzo está firmado en forma que no deja lugar a dudas: "F. Jover.
Febrero 1890. Terminado por J. Sorolla. 1897"
En 1898 Sorolla cobraba,
por la parte que en la ejecución de este cuado le había correspondido,
quince mil pesetas (diez mil había cobrado Jover).»
«Jura de la Constitución por la reina María Cristina
(Museo de Arte Moderno, Madrid).
La larga actividad política de la reina empezó con este solemne acto, celebrado el 28 de diciembre de 1885, un mes después de la muerte de Alfonso XII. Con la mano derecha puesta sobre el libro de la Constitución, que sostiene Cánovas del Castillo, María Cristina jura lealtad a las leyes y a los gobernantes, lealtad que cumplió toda su vida. La familia real viste de riguroso luto y las infantas rodean a su madre en el acto de la jura.»
(Museo de Arte Moderno, Madrid).
La larga actividad política de la reina empezó con este solemne acto, celebrado el 28 de diciembre de 1885, un mes después de la muerte de Alfonso XII. Con la mano derecha puesta sobre el libro de la Constitución, que sostiene Cánovas del Castillo, María Cristina jura lealtad a las leyes y a los gobernantes, lealtad que cumplió toda su vida. La familia real viste de riguroso luto y las infantas rodean a su madre en el acto de la jura.»
Este
es el pie de foto con el que figura este cuadro en la Historia de
España del Marqués de Lozoya. Como se puede comprobar la reina se
encuentra encinta y a su lado se sitúan las infantas María de las
Mercedes y María Teresa. Las otras mujeres enlutadas son las infantas
Eulalia, Isabel, Paz, hijas de Isabel II y una figura por identificar.
Quién figura al lado de Don Antonio Cánovas, es, a no dudar, Don
Práxedes Mateo Sagasta.
Respecto
a la descripción ántes referida , señalar que el lienzo se encuentra en
la actualidad en el Palacio del Senado y que la autoría de la obra hay
que repartirla entre Jover y Sorolla, siendo a éste último al que
corresponde el grueso del trabajo, según se echa de ver en este artículo
de Don Bernardino de Pantorba (publicado en el ABC Madrileño del 30 de
Abril de 1963), que por cierto diverge en fechas con Don Juan de
Contreras:
«Un
mes después, el 30 de diciembre, procedíase a la Jura de la
Constitución española por la Reina viuda. Quiso el Senado que tan
solemne momento histórico se perpetuara en un cuadro de grandes
dimensiones y formuló el encargo a Casado del Alisal; pero muerto éste a
poco (octubre del 86), cuando apenas había puesto mano en él, hubo de
encargarse de la obra otro pintor. Fue elegido Francisco Jover,
valenciano, que, en lienzo de más de cinco metros de largo por más de
tres de alto, armó la composición de la Jura, haciendo figurar en ella,
junto a la enlutada protagonista y a los otros miembros de la real
familia presentes en el acto, al Gobierno en pleno, con nutrida
representación de las Cámaras, la Iglesia, la milicia, etc.
A
principios de 1890, sintiéndose muy enfermo y viendo que no le sería
posible terminar su complicado cuadro, Jover pidió que fuera a su
paisano Joaquín Sorolla, que por entonces acababa de instalarse en
Madrid, quién se le encomendara su conclusión. Y así se hizo, más no sin
que transcurrieran, hasta la terminación de la pintura, varios años. El
lienzo está firmado en forma que no deja lugar a dudas: "F. Jover.
Febrero 1890. Terminado por J. Sorolla. 1897"
En 1898 Sorolla cobraba,
por la parte que en la ejecución de este cuado le había correspondido,
quince mil pesetas (diez mil había cobrado Jover).»
ESQUEMA
La Regencia de María Cristina de Habsburgo y el turno de partidos. La oposición al sistema. Regionalismo y nacionalismo. Crisis del 1898
Tras la muerte de Alfonso XII (1885), María Cristina de Habsburgo, su viuda, asumió la regencia hasta la mayoría de edad del futuro Alfonso XIII, (1902) del que estaba embarazada a la muerte de su esposo.Esta etapa comenzó con un gobierno del Partido liberal de Sagasta (1885-1890) que otorgó al sistema una orientación más progresista mediante la promulgación de una serie de leyes como la ley de Asociaciones (1887), la ley de Jurado (1888) o la ley del Sufragio Universal (1890).
A partir de 1890 Cánovas y Sagasta de turnaron en el poder. Pero en 1897 Cánovas murió víctima de un atentado y el régimen sufrió un duro golpe. Aunque la verdadera crisis se produjo a raíz de la pérdida de las últimas colonias españolas en 1898.
El régimen político de este periodo continúo siendo el ideado por Cánovas del Castillo tomando como modelo el sistema británico: consistía en una monarquía parlamentaria en la que dos partidos se turnaban pacíficamente en el poder.
Los partidos Políticos
El sistema Canovista se basaba en el turno de partidos pero dentro de un régimen bipartidista, solo dos partidos, el conservador y el liberal, entran en el juego en un primer momento.
El resto de los partidos (republicanos, socialistas o nacionalistas) formaban la oposición al sistema.
El sistema Canovista se basaba en el turno de partidos pero dentro de un régimen bipartidista, solo dos partidos, el conservador y el liberal, entran en el juego en un primer momento.
El resto de los partidos (republicanos, socialistas o nacionalistas) formaban la oposición al sistema.
• El Partido Conservador. Fue creado por el propio Cánovas. Integraba a los miembros del antiguo partido moderado y de la Unión Liberal. Partidario de una monarquía parlamentaria que fuera controlada por una oligarquía financiera (sufragio restringido), con libertades limitadas (prensa, asociación, cátedra), apoyo a la iglesia y un proteccionismo económico.
• El Partido Liberal. Lo forma Sagasta en 1880, aglutinando a los progresistas y radicales. Difería muy poco del conservador, ya que representaba los intereses de la misma clase social, la burguesía, aunque su base social era más amplia. Defendían la soberanía nacional, el sufragio universal, unas libertades más amplias, incluida la de asociación y culto, eran anticlericales y defendían el librecambismo (A. Smith).
La alternancia en el poder de los dos partidos se convirtió en cambios de gobierno pactados de antemano entre ellos. Una vez acordado el cambio de gobierno, se convocaban elecciones y se amañaban para que arrojaran resultados favorables al nuevo partido era la práctica del caciquismo.
Los dos partidos tenían su propia red organizada para asegurarse los resultados electorales adecuados. En Madrid estaba la oligarquía integrada por altos cargos políticos y personajes influyentes. En las capitales de provincias la figura clave era el gobernador civil. Y en las comarcas, pueblos y aldeas estaban los caciques locales, con poder económico e influencias.
Cuando un partido consideraba que le había llegado el turno de gobernar o de pasar a la oposición lo pactaba con el otro partido. La regente, entonces disolvía las Cortes y convocaba elecciones. Desde Madrid los oligarcas transmitían instrucciones a los gobernadores civiles de cada provincia, estos elaboraban la lista de los candidatos que habían de salir elegidos en cada localidad –los encasillados- y se lo comunicaban a los caciques locales que se encargaban de la manipulación directa de los resultados electorales utilizando distintos procedimientos: actitudes protectores hacía los electores, amenazas, extorsiones, el cambio de urnas o “pucherazo”…
Los demás partidos constituían la oposición al sistema.
Durante los primeros años de la Restauración tienen poco protagonismo, pero poco a poco, a medida que la corrupción era más evidente el descontento creció en la sociedad española y los partidos de oposición fueron ganando fuerza provocando la crisis del sistema canovista, especialmente a partir de 1898.
Después del fracaso de la I República los partidos republicanos retrocedieron y perdieron gran parte de su base social que empezó a seguir a los partidos obreros y a los partidos nacionalistas; el más representativo fue el Partido Republicano Progresista, heredero de la I República, al que pertenecían hombres como Salmerón o Ruiz Zorrilla. Posteriormente se dividieron, algunos optaron por la vía del catalanismo (Salmerón), otros por el regeneracionismo (Melquíades Álvarez) y otros por la vía de la acción revolucionaria (Ruiz Zorrilla y Lerroux).
Los partidos obreros se organizan legalmente a partir de la promulgación de Ley de Asociación . Desde la ruptura de la AIT en 1872 el movimiento obrero estaba escindido en dos grandes corrientes ideológicas, los socialistas marxistas y los anarquistas de Bakunin.
• En España el partido socialista más importante era el PSOE, fundado en 1879 por Pablo Iglesias, que seguía la corriente marxista que defendía el fin de la sociedad capitalista y de la propiedad privada de los medios de producción mediante la revolución obrera para establecer una dictadura del proletariado. Sin embargo poco a poco el PSOE evolucionó hacia posiciones reformistas (socialdemocracia) presentando candidatos en las elecciones. En 1888 P. Iglesias fundó el sindicato UGT, que centro su luchar en la mejora de las condiciones de trabajo (salario mínimo, jornada de 8 h., descanso dominical, prohibición del trabajo infantil).
• Los Anarquistas, por su propia naturaleza, carecían de una única doctrina, pero tenían en común el rechazo de toda forma de organización estatal. En España vamos a encontrar dos corrientes: En Andalucía el anarquismo de Bakunin, que propugnaban la formación de comunidades autónomas, autogestionadas, sin una autoridad ni propiedad privada y en Cataluña el anarcosindicalismo que quería mantener los sindicatos como única forma de organización social. La CNT fundada en 1911 fue el más importante sindicato anarquista.
PARA SABER MÁS, VER:
Regionalismo y Nacionalismo:
Desde la Guerra de la Independencia aparece en España una tendencia revolucionaria de carácter centrífugo, denominada federalismo o cantonalismo según el momento, y que ponía el acento más en la cuestión del autogobierno y el desarrollo de las libertades que en el desarrollo cultural de una nacionalidad. A partir de mediados del siglo XIX en toda Europa se desarrolla un sentimiento nacionalista, entendiendo la nación como una entidad con vida propia, con una forma de ser y de pensar, con unas manifestaciones culturales, una historia común y unos límites territoriales que no coincidirían con las fronteras políticas, creadas artificialmente. En este sentido el nacionalismo podía ser, políticamente, tanto de signo conservador como revolucionario, según el modelo de estado que defendieran.
Durante los últimos años del XIX en España aparece el movimiento nacionalista en Cataluña y el País Vasco regiones donde existía una diferenciación lingüística sobre la que va a cimentarse el sentimiento nacionalista.
• Es en Cataluña donde se inicia este movimiento. Su primer impulsor fue Valenti Almirall, procedente del partido republicano federal de Pi y Margall. Pretendía agrupar a todos aquellos que, independientemente de sus tendencias políticas, propugnaban la autonomía catalana y el desarrollo de la cultura catalana (Renaixença). El movimiento político pronto va a escindirse en dos grandes corrientes una conservadora cuyo partido más representativo fue La Lliga, y otra republicana y revolucionaria, cuyo partido más representativo será Esquerra Republicana (fundada en 1931).
• El nacionalismo vasco: fue más tardío y hasta la II República fue muy minoritario. En 1895 Sabino Arana fundó el partido nacionalista vasco (PNV), muy conservador en sus planteamientos, y que partía de la reivindicación foral y del catolicismo más radical (“Dios y Leyes Viejas”). Era independentista y no se planteaba una forma de gobierno pues buscaba el mantenimiento de la raza y la nación vasca en cuanto a lengua, tradiciones, cultura...
No hay comentarios:
Publicar un comentario