EL REALISMO EN PINTURA
El taller del pintor, de Courbet, cuadro de 1855 que dio origen a la definición del movimiento.
Al concluir agotados los presupuestos estéticos del Romanticismo se desecharon o se renovaron. Los que desecharon el Romanticismo siguieron la estética burguesa del Realismo; quienes lo renovaron formando la estética Postromántica.
PARA SABER MÁS, VER.
ART-ROMANTICISMO
He aquí sintetizados los rasgos esenciales del realismo literario, tanto en su orientación temática y enfoque como en sus preferencias estilísticas, aunque hay que hacer algunas precisiones: la reproducción exacta de la realidad toma a menudo como modelo los métodos de observación de las ciencias experimentales. Un gran crítico, Ferdinand Brunetière, señalaría más tarde, en 1883, que "el Realismo viene a ser en arte lo que el positivismo es en la Filosofía"
C. Corot
G. Courbet
J. F. Millet
H. Daumier
He aquí sintetizados los rasgos esenciales del realismo literario, tanto en su orientación temática y enfoque como en sus preferencias estilísticas, aunque hay que hacer algunas precisiones: la reproducción exacta de la realidad toma a menudo como modelo los métodos de observación de las ciencias experimentales. Un gran crítico, Ferdinand Brunetière, señalaría más tarde, en 1883, que "el Realismo viene a ser en arte lo que el positivismo es en la Filosofía"
AUTORES
C. Corot
G. Courbet
J. F. Millet
H. Daumier
Escuela de Barbizon,
ESCULTURA
Escultura del realismo
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ESPAÑA:
Entrada principal de la Biblioteca Nacional. Las esculturas del frontón son de Agustín Querol.
ESCULTURA REALISTA
La escultura realista en España no tiene una definición muy evidente en el tiempo.
La segunda mitad del siglo XIX está presidida por la escultura academicista de convenciones neoclásicas del retrato oficial (en todas las ciudades, y más que en ninguna la serie de esculturas urbanas de la capital, especialmente las del Parque del Retiro), los monumentos funerarios (Cementerio de San Fernando de Sevilla, 1852, cementerios de Barcelona -el de Poblenou, ampliado en 1849 y el Cementerio de Montjuic, 1883-, y los cementerios de Madrid -especialmente San Isidro, San Justo, el Panteón de Hombres Ilustres inaugurado en 1901, y la Necrópolis del Este iniciada en 1883, que incluye el cementerio civil, el hebreo y el católico o de la Almudena-), la decoración de edificios públicos (especialmente notables fueron los programas escultórico de la Biblioteca Nacional, 1866-1892, y del Palau de la Música Catalana, 1905-1908) o la representación animalística asociada con la escultura romántica (por ejemplo, los leones de las Cortes de Ponciano Ponzano).
Escultores notables de mediados del siglo XIX fueron Ponciano Ponzano o Sabino Medina.
La elección de temas de sensibilidad social y las moderadas innovaciones estéticas que preceden al estallido de las vanguardias, corresponde a los escultores de finales del siglo XX y comienzos del siglo XX (Arturo Mélida, Agustín Querol, Ricardo Bellver, Aniceto Marinas, Miguel Blay, Antonio Susillo, Mariano Benlliure). Otros escultores coetáneos, como Josep Clará, Josep Llimona, Mateo Inurria, Victorio Macho, Mateo Hernández, Nemesio Mogrovejo, Julio Antonio, Emiliano Barral o Francisco Asorey, manteniendo los principios figurativistas, dan paso a las vanguardias del segundo tercio del siglo XX.
- Martín Rico, paisajista español
OBRAS:
Vaya corte de pelo, de Vicente Palmaroli.
Retrato de Eduardo Rosales por Federico de Madrazo, 1867.
Carmen Bastián, de Fortuny, 1871.
Tejera en la montaña del Príncipe Pío, de Carlos de Haes.
La campana de Huesca, pintura de historia de Casado del Alisal, 1880.
Fusilamiento de Torrijos, de Gisbert, 1888.
Plaza de toros de Barcelona, de Martí Alsina.
Aún dicen que el pescado el caro, de Sorolla, 1894.
Garrote vil, de Casas, 1894.
- Martín Rico, paisajista español
Leones de las Cortes, de Ponciano Ponzano, 1851 el modelo inicial, en yeso pintado, y 1865 los actuales, de bronce.
Monumento a Murillo, de Sabino Medina, de 1859 el original, en Sevilla, del que se hizo la réplica de 1871 que se encuentra en la Puerta de Murillo, entre el Museo del Prado y el Jardín Botánico de Madrid.
El ángel caído, de Ricardo Bellver, 1877.
Monumento a Colón (Valladolid), de Antonio Susillo, 1891.
Tumba de Cristóbal Colón en la Catedral de Sevilla, de Arturo Mélida, 1891.
Monumento a Velázquez ante la puerta oeste del Museo del Prado, de Aniceto Marinas, 1899.
Relieves del exterior del Palau de la Música Catalana, de Miguel Blay.
El entierro de Joselito, de Mariano Benlliure, 1920.
PINTURA REALISTA ESPAÑOLA
Incluidos los géneros de mayor éxito del momento: la pintura preciosista, el retrato, el paisajismo y la pintura de historia (o realismo retrospectivo) a pesar de sus convencionalismos académicos
Mariano Fortuny,
Federico de Madrazo,
Eduardo Rosales,
Carlos de Haes,
Antonio Gisbert,
Casado del Alisal,
Martí Alsina,
Vicente Palmaroli
Incluso recibe esta denominación la producción de temática social (pintura social) de pintores de finales del siglo XIX y comienzos del XX, a pesar de su mayor lejanía estética con el realismo pictórico
Sorolla,
Ramón Casas,
José María López Mezquita
Vaya corte de pelo, de Vicente Palmaroli.
Retrato de Eduardo Rosales por Federico de Madrazo, 1867.
Carmen Bastián, de Fortuny, 1871.
Tejera en la montaña del Príncipe Pío, de Carlos de Haes.
La campana de Huesca, pintura de historia de Casado del Alisal, 1880.
Fusilamiento de Torrijos, de Gisbert, 1888.
Plaza de toros de Barcelona, de Martí Alsina.
Aún dicen que el pescado el caro, de Sorolla, 1894.
Garrote vil, de Casas, 1894.
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