El feudo
Estas tierras recibian el nombre de feudo o señorio. En cada feudo había un castillo, que era la residencia del señor, varias aldeas, en las que vivía el señor, y tierras de cultivo, pastos y bosques. Las tierras se dividian en la reserva y los mansos.
Imagen de un feudo (FUENTE: Editorial Vicens Vives)
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- La reserva era la parte de la tierra explotaba por le propio señor. Los cultivos que se obtenian en ella pertenecía en su totalidad al señor.
- Los mansos, era la tierra que le señor concedía a los campesinos para su sustenso. A cambio de estas tierras los campesinos tenían que pagar al señor unas rentas. ejemp: dinero, productos o servicios personales.
ECONOMÍA
La prosperidad económica del siglo XIII
En el siglo XIII Europa conoció una gran prosperidad económica que mejoró las condiciones de vida de la población. A partir del siglo XII aumentó la producción agrícola en casi todo el continente.
Aumentó la superficie cultivada, debido a que se talaron los bosques, se desecaron pantanos y se cultivaron nuevas tierras. Además se implantó la rotación trienal de cultivos con la que se ampiaba la superficie cultivada y aumentaba la producción.También se introdujeron nuevas técnicas de cultivo que facilitaron el trabajo agrícola. Un ejemplo fue el arado vertedera, que labraba la tierra más profundamente. En la zona mediterránea se extendió el regadío y se introdujeron nuevos cultivos. Se difundieron los molinos, que hacían el trabajo a 40 personas.
Como consecuencia de todos estos cambios la producción de alimentos aumentó y permitió alejar el fantasma del hambre. Por ello, la población creció mucho: pasó de 41 millones el año 1000 a 73 millones en el año 1300.
El auge de la artesanía
Se produjo un desarrollo de la artesanía. Los oficios artesanales eran muy variados: tejedores, toneleros, bataneros, panaderos, carpinteros, tintoreros, etcétera.Elaboraban productos a mano, con pocas herramientas. Trabajaban en pequeños talleres. En el taller se realizaban todo proceso de producción y ahí se vendían también los productos al público. Los artesanos que se dedicaban a una misma profesión vivían en la misma calle, que acababa tomando el nombre del oficio.
Los gremios
A partir del siglo XII todos los artesanos de un mismo oficio se asociaron formando premios. Cada gremio elaboraba un estatuto, que debían jurar todos sus miembros, en el que se especificaba las normas del oficio, así como los derechos y obligaciones de sus asociados. Los gremios controlaba la producción. El gremio distribuía entre sus miembros las materias primas, controlaba el número de trabajadores y la calidad de los productos y establecía los precios. De esta manera se aseguraba que no hubiese competencia. Los gremios consiguieron dominar toda la producción artesanal que se desarrollarán las ciudades, nadie podía dedicarse a un oficio si no se asociaba al gremio correspondiente.
La composición de los oficios
El oficio estaba dividido en tres categorías de artesanos:
- El maestro: era el dueño del taller, de las herramientas y de las materias primas. Eran los que dirigían y controlaban el gremio.
- El oficial: era el trabajor experto del taller.
- El aprendiz: era un joven que quería aprender el oficio y trabajaba siempre sin percibir un salario. Cada taller tenía un solo aprendiz, vivía en casa del maestro y estaba mantenido por él.
El desarrollo del comercio y la banca
El comercio también experimentó un gran desarrollo a partir del siglo XII, porque el crecimiento de la población aumentó las necesidades de productos. Los productos se transportaban por tierra (en carros) y, sobre todo, embarco a través de los principales ríos y mares. Había dos grandes rutas marítimas.
- La ruta del Mediterráneo: relacionaba a las ciudades españolas e italianas con los puertos musulmanes y del imperio bizantino. Los europeos importaban productos de lujo y exportaban tejidos y armas.
- La ruta de el Atlántico y del Báltico: estaba dominada por una asociación de comerciantes, la Hansa. Comunicaba los puertos portugueses y del cantábrico con las ciudades flamencas, alemanas e incluso rusas. Se intercambiaban las lanas castellanas inglesas, los vinos franceses y otros productos como el estaño, el ámbar, las pieles, la madera y el trigo de Báltico.
El renacer de las ciudades
En Europa las ciudades habían sufrido una fase de decadencia tras la crisis del imperio romano. A partir del siglo XII volvieron a crecer. En unos casos eran ciudades antiguas que volvían a cobrar fuerza. Otras eran ciudades de nueva creación, surgidas junto a un castillo o monasterio, en un cruce de caminos de rutas comerciales. Las ciudades medievales eran pequeñas y las mayores tenía unos 50.000 habitantes. Entre las más grandes estuvan en París, las ciudades de los países bajos y las del norte de Italia.Las causas del crecimiento de las ciudades
El crecimiento de las ciudades se debió a varios motivos. Por un lado, las nuevas técnicas agrícolas hicieron menos necesarias la mano de obra de los campesinos, y muchos tuvieron que emigrar a las ciudades para buscar trabajo. Además, el comercio se reactivó y muchos mercaderes se instalaron de forma permanente en las ciudades, en las que tenían lugar los mercados. Los campesinos de los alrededores iban una vez por semana a la ciudad a vender sus productos, y a comprar otros que necesitaban. Algunas ciudades se convirtieron en importantes centros del comercio regional e incluso internacional. Las ciudades ofrecían mejores condiciones de vida, porque no estaban bajo control de los señores feudales y todos sus habitantes eran libres. Cada ciudad tenía su propio gobierno, el Ayuntamiento, que estaba dirigido por un alcalde. Muchos campesinos emigraron también a las ciudades escapando de la servidumbre y en busca de mayor libertad.
Los habitantes de las ciudades
Los habitantes de las ciudades se llamaban burgueses. Pero entre los habitantes de las ciudades había grandes diferencias:
- Unos eran muy ricos, como los propietarios de los mayores talleres artesanos y los principales mercaderes. Estos grupos controlaban el gobierno de la ciudad.
- La mayoría la población está formada por artesanos y tenderos modestos, y por personas dedicadas al servicio doméstico en las viviendas de los más ricos.
- Por debajo estaban los pobres y marginados, que no tenían trabajo y mendigaban o incluso delinquían para sobrevivir.
Ernst H. Grombrich en su “Breve historia del mundo” nos encontramos con esta descripción de la ciudad:
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