El regionalismo historicista fue un movimiento arquitectónico que se dio en Andalucía a finales del siglo XIX y principios del siglo XX hasta el inicio de la guerra civil.1
La arquitectura andaluza desde principios del siglo XX hasta el estallido de la Guerra Civil, se desenvolvió dentro de los cauces de un auténtico tradicionalismo estético que primero giró en torno a la perpetuación de los historicismos decimonónicos y más tarde tuvo su fundamento en el ideario regionalista, salvo algunas importantes actuaciones de influencia modernista (Art Nouveau). La arquitectura andaluza en esa época vivió preocupada por la recuperación de un pasado artístico, especialmente el mudéjar y el barroco, considerado como glorioso. En función de las provincias se desarrollaron diferentes tendencias dentro del regionalismo:
1. En Sevilla y Córdoba se dio el neomudéjar, liderado fundamentalmente por arquitectos como
Aníbal González,
Juan Talavera y Heredia
José Espiau y Muñoz,
2. En Cádiz y Huelva el neocolonialismo
3. En las provincias de Almería, Granada, Málaga y Jaén el historicismo ecléctico.
Paisaje romántico
y costumbrismo
Andalucía se convirtió en la quintaesencia de la imagen romántica de España; su pasado y su arquitectura morisca, su flamenco, sus gitanas, toros, bandoleros o procesiones ocuparon la imaginación de escritores y artistas románticos. Una imagen estereotipada que sugestionó profundamente a los propios pintores españoles, deseosos de consolidar su propia identidad y prestos también a abastecer el rico mercado internacional de pinturas de tema andaluz que se desarrolló desde mediados del siglo XIX.
El Museo de Bellas Artes de Sevilla, y la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza son fundamentales para conocer la larga historia del arte pictórico sevillano, aunque los museos de bellas artes andaluces completan la visión.
Dada su temática, merece una mención especial la pintura costumbrista andaluza, desarrollada a partir del Romanticismo por autores como
Manuel Barrón,
José García Ramos,
Gonzalo Bilbao y
Julio Romero de Torres
Joaquín Turina
Julio Romero de Torres
Gonzalo Bilbao
Las obras muestran los grandes cambios que experimenta el paisaje como género pictórico durante el Romanticismo. Frente al tratamiento sereno e ideal del paisaje loreniano, los románticos sucumben ante una naturaleza sublime e imponente, deleitándose al tiempo en los pequeños detalles pintorescos. Se inscriben aquí las obras de Fritz Bamberger, Manuel Barrón, Andrés Cortés y Aguilar o Genaro Pérez Villaamil.
La colección Thyssen presenta una nutrida selección de la mejor pintura costumbrista andaluza, a través de artistas como :
Manuel Cabral Aguado Bejarano,
Rafael Benjumea,
José y Joaquín Domínguez Bécquer,
José García Ramos
Guillermo Gómez Gil.
José García Ramos
Cortejo español (detalle) 1885
Alfred Dehodencq
Una cofradía pasando por la calle Génova, Sevilla (detalle)1851
Fritz Bamberger
Playa de Estepona con la vista del Peñón de Gibraltar (detalle)1855
José Moreno Carbonero
Cortejo ante la verja (detalle)
Manuel Barrón y Carrillo
Puerto de Málaga (detalle)1847
Guillermo Gómez Gil
La fuente de Reding/ Cerca de la Fuente (detalle)c. 1880-1885
SEVILLA
Plaza de España de Sevilla, obra cumbre del Regionalismo Historicista.
Aníbal González
Uno de sus mayores representantes fue Aníbal González que construyó edificios emblemáticos de este estilo como:
El Pabellón Mudéjar
La Capillita del Carmen
El Pabellón Real
El Museo Arqueológico de Sevilla
La Plaza de España4 5
El Gallo Azul
Torcuato Luca de Tena y Álvarez Ossorio (pariente de Aníbal),
Sevilla desde San Juan de Aznalfarache', de Manuel Barrón (1850).
MALAGA:
Se contruyeron en este estilo numerosas villas en los barrios burgueses de El Limonar y La Caleta y conjuntos urbanos como la Colonia Santa Inés.7
Entre los edificios munumentales historicistas destacan:
El Mercado de Atarazanas, de Joaquín de Rucoba y Octavio de Toledo: de estilo neoárabe con elementos nazaríes y califales, se contruyó a partir de la conservación de un arco de las antiguas atarazanas musulmanas.
La Plaza de Toros de la Malagueta, de Joaquín de Rucoba y Octavio de Toledo, de estética clasicista y mudéjar.
El Casa de Correos y Telégrafos, de Teodoro de Anasagasti y Algán: de estilo neomudéjar.
El Palacio Consistorial, de Manuel Rivera Vera y Fernando Guerrero Strachan: de estilo neobarroco aunque también con algunos elementos modernistas.
google
Correos y Telegrafos de Málaga, al fondo, el Ayuntamiento.
CÓRDOBA:
ARQUITECTURA
Félix Hernández Giménez
Durante la década de 1920 desarrolla su actividad más interesante como constructor y arquitecto. Córdoba le debe un abundante muestrario de casas de viviendas que responden a la estética del regionalismo neobarroco, entre las que destacan las del paseo del Gran Capitán, la casa Hoces Losada de calle Concepción, ambas de 1925, y la 'casa Colomera en las Tendillas, de 1928.
Sus formas se basan en las del barroco local del siglo XVIII, extrayendo de ellas un carácter netamente cordobés, capaz de equipararse con el neobarroco sevillano y con el madrileño, sin renunciar a ciertos guiños emparentados con el secesionismo vienés.
Palacio de los Colomera (1928), en la plaza de las Tendillas.
Considerada como una simbiosis modernista entre una casa solariego en las dos primeras plantas, siendo las dos segundas plantas de pisos.
Pero su faceta más conocida fue la conservación y restauración de infinidad de monumentos histórico-artísticos, la mayor parte de ellos ubicados en la provincia de Córdoba. De muy importante puede calificarse su participación en las obras de consolidación de la Mezquita-Catedral,
- Francisco Azorín Izquierdo
A partir de 1917 de se dedicó al ejercicio libre de la profesión y sus primeras obras cordobesas presentan una mezcla de regionalismo, historicismo y modernismo que suponía el mejor ejemplo existente en Andalucía del “Secionismo Vienes” en materia de casas para vivienda. Sus inquietudes urbanísticas renovadoras le llevaron a proyectar un ambicioso “Proyecto de Ciudad Jardín”, en Córdoba, que no llegaría cristalizar por fallecimiento de Diego Serrano promotor del mismo. Este extraordinario proyecto contemplaba el Ensanche para Córdoba, (y que hubiera estado situado en la zona de Ciudad Jardín, aunque de mucha mayor dimensión
Azorín Izquierdo construyó abundantes obras así como muchas edificaciones que se han conservado hasta hoy por su elegancia y sus acabados regionalistas. Otros han sido demolidos por razones especulativas en los años sesenta y setenta del siglo XX. Los más importantes son:
- Edificio de la calle Torrijos nº8, frente a la Mezquita, 1916.
- Grupo Escolar Rey Heredia, Campo de la Verdad, junto a la bajada del Puente Romano 1918.
- Casa Peláez Deza en la Calle Concepción, demolido, 1926,
- Edificio Hierro Aragón, calle Diario de Córdoba nº5, [[1925].
- Antigua Casa del Pueblo en la Plaza Alhóndiga s/n.
- Casa Cabrera en la Plaza de Abades nº 4.
- Casa de Pérez Barquero, en la Plaza de la Almagra nº8.
- Edificio de viviendas calle Reyes Católicos nº 19, estilo modernista, reformado en los años 90.
- Casa Colinet, de la calle San Álvaro, de corte modernita, demolido.
- Casa nº 24 de la calle Cruz Conde, modernita, esquina a calle Manuel de Sandoval, 1931.
Gonzalo Domínguez Espúñez
- Rectorado
Inspirados en el cercano modelo de la antigua Mezquita aljama,
perviven en la fachada de la Veterinaria, como los arcos de herradura o
las dovelas bicolores. El edificio es“la muestra más destacada del Regionalismo en Córdoba”, fue
proyectado por el arquitecto Gonzalo Domínguez Espúñez, pero su
construcción fue lentísima, ya que comenzó en 1912 y no se terminó hasta 1936, y aún tardaría cinco años más en instalarse la Escuela de Veterinaria, elevada a Facultad en 1944.
Piedra, ladrillo y azulejos se combinan en la gran fachada del
edificio, preludiada por los jardines, y sobre ellos avanzan dos cuerpos
que crean la sensación de plaza en el espacio central.
Rectorado
de la Universidad de Córdoba (antigua Facultad de Veterinaria) un
bello edificio neomudéjar, ubicado en la Avenida de Medina Azahara
ESCULTURA
- Mateo Inurria
Mateo Inurria -
naufrago-Museo-Bellas-Artes-Cordoba Exposición Nacional de Bellas Artes de 1890.
Mateo Inurria, nacido en el seno de una
familia de artesanos de origen valenciano afincada en Córdoba, se formó
en la Escuela Provincial cordobesa, perfeccionando posteriormente sus
estudios en Madrid, donde puso de manifiesto, desde muy pronto, sus
cualidades artísticas. También se dedicó a la enseñanza de la escultura
en ambas ciudades. Uno de sus primeros éxitos fue conseguido,
precisamente, tras el escándalo generado por esta obra en la Exposición
Nacional de 1890. La escultura, de concepto tardo romántico, fue
rechazada por el jurado, que la creía vaciada del natural en lugar de
modelada, como indicaban las bases que debía ser. Este rechazo fue el
origen, como desagravio, de la adquisición por suscripción popular de
la obra para el museo.
Las_tres_edades_de_la_mujer.
PINTURA
-Tomás Muñoz Lucena
(Córdoba, 1860 - Madrid, 1943). Óleo sobre
lienzo. 253,5 x 124 cm.
1886.
Muñoz Lucena, formado en la Escuela Provincial de
Bellas Artes de Córdoba al lado de Romero Barros, y en la de San
Fernando de Madrid, con Federico de Madrazo, marchó a Roma pensionado
por la Diputación de Córdoba para completar su formación, lo que le
abrió el camino hacia el reconocimiento definitivo. La obra está
protagonizada por una joven campesina, ataviada a la usanza italiana,
que da de comer a unas gallinas, junto a un pequeñuelo que la observa
sentado en la escalinata de una villa. Responde a la obligación, como
contrapartida al pensionado, de enviar a la Diputación alguna obra para
dar cuenta de los progresos realizados en Roma. Presenta la típica
pintura colorista de pinceladas gruesas que luego caracterizaría toda
la trayectoria del artista.
La prisión del Príncipe de Viana - Tomás Muñoz Lucena
- Rafael Romero de Torres (Córdoba, 1865 - 1898).
Óleo sobre lienzo. 318 x 210 cm. 1890.El albañil herido o Los últimos sacramentos
Rafael Romero de Torres,
el mayor de los hijos artistas de Rafael Romero Barros, se formó en la
Escuela Provincial de Bellas Artes de Córdoba, obteniendo sucesivas
pensiones de la Diputación Provincial para cursar estudios en la
Escuela de San Fernando de Madrid y en Roma, gracias a sus magníficas
condiciones como dibujante. Esta obra era uno de los envíos que debía
realizar a la Diputación con motivo de su pensión y en ella toca el
tema de las condiciones de trabajo de la época. Forma parte de una
trilogía de obras que, con temáticas como el paro y la emigración,
ponen de manifiesto un claro sentido de denuncia social, que le
convierte en uno de los artistas más sugestivos del noventayochismo
español.
-Julio Romero de Torres
Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874 - 1930).
Julio Romero de Torres nació
en el recinto del museo, ya que su familia ocupaba la vivienda del
Conservador, situada en el mismo. Se formó en la Escuela Provincial de
Bellas Artes, triunfando con su pintura, fundamentalmente a partir de
1907, gracias a una nueva estética que le elevó a la fama y a su
asentamiento definitivo en la capital de España. Durante los años del
tránsito de centurias practicó una pintura de corte moderno, muy
cercana al simbolismo europeo y al particular luminismo español con el
que Joaquin Sorolla había triunfado, como pone de manifiesto esta obra,
realizada en el interior de la vivienda familiar y donde la mujer es
puesta al servicio de una temática de neto asunto regional.
Romero de Torres desarrolló en su Córdoba natal, antes de su definitivo
paso a Madrid en 1916, una producción pictórica plenamente entroncada
con los temas y procedimientos gratos al Modernismo europeo. En esta
obra utiliza el pasillo de acceso al jardín de la vivienda familiar como
fondo y a su mujer, sobrina y criada, como protagonistas. Mediante una
pintura llena de aires sorollescos, el artista toca el tema de las tres
edades de la mujer -niña, joven y anciana-, plenamente imbricado con la
actitud arquetípica hacia el amor que éste mantiene a lo largo de su
existencia.
Mal de amores. Julio Romero de Torres
PARA SABER MÁS, VER:
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