168 I REPÚBLICA. ETAPAS

  Primera República Española (1873-1874)

La república de 1873 ha sido sinónimo de caos en la historia española, salvo para los que, siempre fieles al radicalismo de izquierdas, han visto en aquel episodio una ocasión perdida.
El sistema político proclamado en España el 11 de febrero de 1873, un día después de la abdicación de D. Amadeo de Saboya, en su nombre y en el de sus herederos, que se prolongó hasta el pronunciamiento encabezado por el conde de Balmaseda y el general Martínez Campos, el 29 de diciembre de 1874, que abrió camino al período conocido dentro de la Historia de España contemporánea como Restauración. 

La Primera República  se contextualiza dentro del período conocido como el Sexenio revolucionario que comenzó en 1868.
El pronunciamiento militar, clásico en la historia decimonónica de España, del 17 de septiembre de 1868, fue protagonizado por el almirante Topete, en Cádiz, contra la monarquía isabelina, aunque estuvo dirigido desde el primer momento por el general Serrano, al frente del partido unionista, y el general Prim, a la cabeza de los progresistas que habían pactado con los demócratas. Los levantamientos militares se sucedieron en los días siguientes en Sevilla, Córdoba, Huelva, Málaga, Almería, Cartagena, Alicante, Valencia, Barcelona y Madrid, entre otras ciudades, convocando elecciones para la constitución de una Junta Revolucionaria de Gobierno. La situación, ya de por sí desconcertante, se trasformó en auténtico caos al existir dos poderes, por un lado, el del gobierno provisional de carácter moderado y, por otro, el de las Juntas revolucionarias, dualidad que finalizó el 21 de octubre, cuando el gobierno decretó la disolución de las Juntas.

Ver: HIS-ESP-XIX-sexenio

Tras el triunfo de la revolución española, se convocaron elecciones y las nuevas Cortes decidieron establecer el régimen monárquico

 Tras ardua busca, Prim encuentra un príncipe que acepta ser rey en este inestable trono 1871-1873 Reinado de AMADEO I DE SABOYA rey efímero  ante los diferentes problemas del momento que abdica y lleva a la proclamación de la República-
  

Durante décadas, los publicistas republicanos habían descrito la República como un régimen de paz, prosperidad y felicidad, cuyo sólo establecimiento mejoraría casi instantáneamente la economía, la educación, las condiciones de vida y la moralidad. En 1868 era el mito de la Federal, para algún historiador el "último mito burgués". No obstante, entre la proclamación de la República, el 11 de febrero de 1873, y la elección de Castelar como presidente, el 6 de septiembre, se registraron dos intentos de golpe de estado por parte de los propios republicanos –sin incluir el autogolpe de Pi y Margall, el 23 de abril–, unas elecciones en las que sólo votó alrededor del 20% del electorado, proclamas cantonalistas en toda España, violencias en Barcelona –con carlistas, cantonalistas e internacionalistas– y asesinatos de autoridades –por ejemplo, el del alcalde de Alcoy–. La economía se hunidó y muchos españoles decidieron abandonar el país.



  • Problemas:

    El problema de fondo era la propia legalidad de la proclamación de la República. Según la Constitución de 1869, el rey debió abdicar, previa autorización parlamentaria, a través de una ley especial que no fue aplicada, y las Cortes deberían haber sido disueltas nombrándose un gobierno provisional, mientras se reunían otras Cortes Constituyentes.

    Las mismas Cortes de Amadeo, al abdicar éste en febrero de 1873, proclaman la República el mismo día.
    La bandera de España sigue siendo la bicolor, formada por dos fajas rojas y otra amarilla de doble anchura entre ellas; ésta es por lo tanto también la bandera republicana de la I República. Será cambiada en la II República (1931).
    la I República tiene
    -el de la escasez de republicanos,
    -el significado ultraextremista políticamente de la República,
    -la división de los republicanos en
    unitarios y
    federales (considerados como los más revolucionarios), subdivididos en
    "benévolos", partidarios de implantar el sistema republicano federal desde las Cortes, e
    "intransigentes", partidarios de implantarlo mediante la insurrección.
    -No les da tiempo de aprobar una nueva Constitución por lo que técnicamente el Jefe del Estado se llama Presidente del poder ejecutivo y no de la República
    -. cuatro Presidentes del poder ejecutivo
    El primer gobierno de la República tuvo que afrontar una situación económica, social y política complicada:
    - Con un déficit 546 millones de pesetas, de los cuales 153 millones eran de pago inmediato y solo tenían 32 millones.
    -El Cuerpo de Artillería había sido disuelto en el momento de mayor virulencia de la Tercera Guerra Carlista.
    -La guerra contra los independentistas cubanos, para las que no había suficientes soldados, armamento ni dinero.
    -Una grave crisis económica, coincidente con la gran crisis mundial de 1873 y agudizada por la inestabilidad política.
    -El problema más urgente que tuvo que atender el nuevo gobierno fue restablecer el orden que estaba siendo alterado por los propios republicanos que habían entendido la República como una nueva revolución y se habían hecho con el poder por la fuerza en muchos lugares, donde habían formando "juntas revolucionarias" que no reconocían al gobierno de Figueras.
    -"En muchos pueblos de Andalucía la República era algo tan identificado con el reparto de tierras que los campesinos exigieron a los ayuntamientos que se parcelaran inmediatamente las fincas más significativas de la localidad.
    -En casi todos los lugares la República también se identifica con la abolición de las odiadas quintas, promesa que la Revolución de 1868 no había cumplido.


    ESTANISLAO FIGUERAS


    El 11 de febrero de 1873 era proclamada la Primera República por el Congreso de los Diputados y el Senado reunidos en Asamblea General, por un total de doscientos cincuenta y ocho votos a favor frente a treinta y dos en contra, eligiéndose a Estanislao Figueras como presidente del Gobierno de coalición radical-republicana, con minoría federalista. No obstante, el pacto coyuntural enseguida comenzó a resquebrajarse.

    A los 13 días Figueras formó su segundo gobierno, llamado “de los pájaros” por los ministros Pi, Tutau, Sorní y Chao. Los problemas continuaron y Figueras presentó su dimisión ante las Cortes el 24 de Febrero. Tras este día uno varios intentos de golpes de estado. El 8 de Marzo volvían a proclamar el Estado Catalán, como ya habían hecho el 12 de Febrero y como en aquella ocasión con tan solo un telegrama de Pi y Margall desde Madrid les hizo desistir. El 1 de junio de 1873 se abrió la primera sesión de las Cortes Constituyentes bajo la presidencia del veterano republicano José María Orense y comenzó la presentación de propuestas. El 7 de junio se debatió la primera de ellas, suscrita por siete diputados, que decía:
    Artículo único. La forma de gobierno de la Nación española es la República democrática federal.

  • Figueras convoca elecciones para Cortes Constituyentes y hay un 60% de abstención. Las Cortes proclaman la República Federal. Figueras huye.


    • El primer Gobierno español que tuvo que hacer frente a la proclamación del «Estat Català» fue el de Estanislao Figueres, el 5 de marzo de 1873, tan sólo un mes después de que se estableciera la Primera República. «Unos 16.000 voluntarios han declarado independiente el Estado catalán y preso a las autoridades. Este pequeño éxito del catalanismo, que tan sólo duró dos días, se produjo en una época realmente inestable de la historia del país. En los 22 meses que duró el primer experimento republicano, el Gobierno acogió a nada menos que cuatro presidentes, todos con un sinfín de problemas:  la Tercera Guerra Carlista, sublevaciones separatistas como la de Cataluña, la indisciplina militar, conspiraciones monárquicas, etc.

  • En un primer momento, y ante la agitación de los federalistas en algunas ciudades que proclamaron nuevamente las Juntas como centros de poder en lugar de los Ayuntamientos, ante el temor de que fuese imposible restablecer el orden, se había aceptado esta legalidad anormal, más aún teniendo en cuenta la rapidez con que se proclamó en Cataluña el Estado Catalán dentro de la República Federal que solamente dio marcha atrás por la acción conjunta de Figueras, Pi y Margall y el general Almirall, disolviéndose el ejército en la región. Pero los radicales, ante el fervor social federalista que recorría algunos rincones de España, temían que los republicanos se entregaran a dicho proyecto contrario a sus deseos, pues ellos defendían una República unitaria, apoyada en las clases medias urbanas, sin contenido revolucionario.
    Por este motivo, el 23 de febrero, el presidente de la Asamblea Nacional, Cristino Martos, intentó derribar al gobierno con la colaboración de algunos generales, pero, con su fracaso, lo único que consiguió fue que Figueras formara un nuevo gobierno en el que, esta vez, sí eran mayoría los republicanos federales dispuestos a convocar elecciones a Cortes Constituyentes, celebradas entre los días 10 y 13 de mayo. De nuevo los radicales, que pretendían que estas elecciones fuesen a Cortes ordinarias, intentaron derribar al gobierno esta vez aliados con los monárquicos, con el capitán general Pavía a la cabeza, sin conseguirlo, por lo que desde esa fecha el gobierno quedó establecido solamente por republicanos.

    PI Y MARGALL

    Pi y Margall el gran teórico de la república, tiene ahora su oportunidad, intenta hacer aprobar en las Cortes una constitución republicana federal, que proclamaba como estados a las regiones españolas, entre ellas Navarra como un Estado distinto de Vascongadas por la insistencia de los diputados navarros.

    El programa de gobierno que presentó Pi y Margall ante las Cortes se basaba en:
    -la necesidad de acabar con la guerra carlista.
    -la separación de la Iglesia y el Estado.
    -la abolición de la esclavitud y las reformas en favor de las mujeres y los niños trabajadores.

    Le estalla el cantonalismo, insurrección que va proclamando como Estados diversas partes de España en guerra contra la República de Pi y Margall y algunos de ellos en guerra entre sí.
    La respuesta de los "intransigentes" a la política de "orden y progreso" del gobierno de Pi y Margall fue abandonar las Cortes el 1 de julio


     Constitución nonata de 1873
    Durante junio y julio la comisión de las Cortes había examinado distintas iniciativas y proyectos de Constitución federal sin que se decantara por ninguna en particular. La urgencia de establecer un marco legal, dada las peculiares y difíciles circunstancias por las que atravesaba España, obligó a elegir un proyecto de E. Castelar, que había elaborado con la mayor brevedad posible.

     Constaba de ciento diecisiete artículos, precedidos, como es normal, por un preámbulo que recogía una declaración de principios y derechos de forma general. En este preámbulo lo más señalable, con respecto a la Constitución de 1869, fue la mención explícita a la soberanía popular, el tratamiento más amplio sobre la libertad religiosa y el derecho de asociación y, por supuesto, una clara ruptura del centralismo tradicional.
    La Federación estaba integrada por diecisiete Estados y varios territorios, entre ellos Filipinas y algunos otros enclaves africanos, y cada uno de éstos podían elaborar, a su vez, su propia Constitución de acuerdo con los de la Constitución Federal. 

     el cargo de Presidente de la República como árbitro entre ellos, estableciendo un sistema intermedio entre el parlamentarismo y el presidencialismo, puesto que el Presidente nombraría al jefe de gobierno, que no responde ante las cámaras, mientras que la función ejecutiva pertenecería, exclusivamente, al Gobierno sin que el Presidente pueda intervenir. 

    El sistema establecido para nombrar al Presidente de la República era bastante complejo. Los electores designaban en cada Estado una junta formada por el número doble de individuos de los que componen el Congreso y el Senado; y estas juntas, reunidas en la capital de cada Estado, designaban Presidente y Vicepresidente de la República, mediante sufragio, que remitían al Presidente del Congreso para su computo en las Cortes. Si algún candidato obtenía mayoría absoluta, automáticamente ocupaba el cargo, sino, las Cortes decidían entre aquellos dos candidatos más votados.
    La Constitución Federal  establecía los tres poderes clásicos: legislativo, ejecutivo y judicial,establecía un sistema bicameral, compuesto por el Congreso, elegido directamente por los ciudadanos, y el Senado, formado por cuatro representantes de cada Estado, teniendo la primera Cámara indicada superioridad legislativa sobre la segunda. El Senado sólo gozaba de voto suspensivo por un año o por dos si coincidía con el presidente de la República en el rechazo de algún proyecto de Ley. En cuanto al poder judicial, lo más significativo fue el establecimiento del Tribunal Supremo, con competencia para resolver conflictos entre los Estados y el control del cumplimiento constitucional en la labor legislativa.
    La Constitución de 1873 declaraba La total separación Estado–Iglesia y el matrimonio civil

    No llegó a aprobarse por el estallido de los movimientos cantonalistas, la conflictividad social, la extensión de la guerra carlista y el problema cubano.

    Levantamiento cantonalista
    El 12 de julio de 1873 comenzó en España el Levantamiento cantonalista, concretamente, en la ciudad de Cartagena, extendiéndose con extraordinaria rapidez sobre el resto de provincias costeras del mediterráneo, Andalucía y Levante, alcanzando incluso a la ciudad de Barcelona y algunas otras del interior español, como Salamanca o Ávila. Junto con otros problemas, esta agitación contra el gobierno de Madrid provocó la caída del gobierno de Pi y Margall el día 18, siendo sustituido por Nicolás. Salmerón.
    El movimiento cantonalista conjugó en la mayoría de las provincias donde se produjo las aspiraciones y los deseos descentralizadores con los deseos de justicia social, es decir, con los deseos revolucionarios de las masas de obreros y campesinos, sin que en la mayoría de los casos fueran unidos. 

     El cantonalismo buscó hacer realidad el ideal de la República federal desde abajo, es decir, la formación de unos poderes locales fuertes y autónomos –cantones– como medida para contrarrestar el centralismo. En Andalucía aparecen poderes políticos que se declaraban autónomos y que no reconocían el poder central. La sublevación federal cantonalista fue protagonizada por estudiantes, intelectuales y políticos provincianos, a los que se suman artesanos, tenderos y asalariados de diversas especies. Muy a menudo los internacionalistas (movimiento obrero) colaboraron con el cantonalismo. Puntos destacados de la sublevación cantonal fueron Alcoy y Sanlúcar, pero el principal foco fue la sublevación de Cartagena, que contó con el apoyo de parte de la Armada. Para sofocar estos levantamientos Salmerón empleó a militares monárquicos, como los generales Martínez Campos y Pavía, que acabaron con el movimiento cantonal durante el verano de 1873. 

    NICOLÁS SALMERON

     En julio dimite Pi i Margall y le sustituye Nicolás Salmerón, que produce un giro conservador. Para acabar con el movimiento cantonal y los levantamientos se aumenta la presión social en las calles, se reprime la I Internacional y se refuerza el ejército y la Guardia Civil. En septiembre Castelar es nombrado presidente. Gobierna por decreto.

    Salmerón tiene que emplear el ejército contra la insurreción cantonal, Salmerón se niega a firmar las penas de muerte que le exigen para disciplinar el ejército.Nicolás Salmerón

    Cierra las Cortes y trata de controlar por la fuerza la insurrección cantonal.
    Van siendo sometidos los cantones; no el de Cartagena que tiene la flota y Madrid, no.
    Previéndose la destitución de Castelar, se prepara un golpe de Estado para impedir, sobre todo, el triunfo del carlismo, que se temía como probable ante el desprestigio del liberalismo bajo la república.

    Los republicanos, en su mayoría, estaban dispuestos a llevar a cabo la descentralización, pero no a costa de una revolución social imbuida por los ideales anarquistas de la masa social. Salmerón, en su intento de restablecer el orden, no tuvo más remedio que apoyarse en sectores monárquicos del ejército, como el general Martínez Campos y el general Pavía. El enfrentamiento entre el ministro Dr. Palanca y el general Pavía por llevar a cabo el asalto militar en la ciudad de Málaga y la renuncia a firmar sentencias de muerte obligaron a N. Salmerón a presentar su dimisión, el 5 de septiembre de 1873. 

    Al día siguiente Emilio Castelar era nombrado presidente de la denominada República conservadora, ante el incremento del poder militar monárquico conservador.

    EMILIO CASTELAR

    Fortalece el ejército para impedir el triunfo del carlismo.
    Termina con la insurrección cantonal, sometiendo el cantón de Cartagena.
    Prohíbe la Internacional en España.
    Consigue levantar el asedio de Bilbao por los carlistas, pero estos continúan la resistencia y aún conseguirán nuevas victorias.
    También para cerrar el paso de los carlistas al poder, se prepara la restauración de la monarquía liberal, no con la desprestigiada Isabel II, sino con su hijo Alfonso.
    Los "monárquicos" o alfonsinos están dirigidos como gran novedad por un civil Cánovas del Castillo, que además quiere apartar a los militares del control de la política.

    milio Castelar se convirtió, por tanto, en el cuarto presidente de una república que agonizaba lentamente mientras se buscaban sistemas alternativos. El restablecimiento del orden se había convertido en la única misión del nuevo gobierno, que sólo podía mantenerse apoyado en las fuerzas militares. El ejército volvió a retomar, con mayor fuerza quizás, el protagonismo tradicional sobre el poder civil dentro de la historia general de la España contemporánea, y ello debido a la difícil situación del país con la crisis cantonal sin cerrarse, la guerra de Cuba y el peligro carlista acechando constantemente. Como consecuencia, el régimen llevó a cabo una serie de medidas acordes con la nueva situación. Por un lado, se concedió al Presidente poderes extraordinarios, mientras se disolvían a los Voluntarios de la República y se restablecía la ley de militancia Nacional de 1822, suspendiéndose las Cortes hasta enero de 1874. El giro conservador se dejó sentir, también, en la promulgación de varios decretos por los que se suspendían las garantías individuales constitucionales, la libertad de desplazamientos y la censura de prensa.
    El 3 de enero de 1874 se abrieron de nuevo las Cortes, siendo Castelar derrotado en la cuestión de confianza. 

    Golpe de Estado del general Pavía 3.01.1874: disuelve por la fuerza las Cortes y obliga a los jefes parlamentarios a establecer un caudillo de la república más estable.



    GENERAL SERRANO (Interinidad). 1874

    Al día siguiente, el general Pavía entraba en el Congreso de los diputados y disolvía, sin oposición, las Cortes Constituyentes, como así se anunció a la nación en un Manifiesto hecho público a la nación el 8 de enero de 1874. 

    Se estableció un gobierno provisional, presidido por Serrano, que mantuvo viva, al menos de nombre, la República Española a lo largo de 1874

    Los republicanos consienten tácitamente, como consintieron el golpe de Pavía, porque no se trata de salvar la república, también desprestigiada, sino el liberalismo.

    Pero Serrano se va eternizando en su interinidad, como algunos que en España convierten la provisionalidad en permanencia.

    Serrano la llamaba dictadura, los que la llamaban interinidad eran los que la consideraban un tránsito a la monarquía liberal.


    ALFONSO XII

    Los monárquicos concluían en Sandhurst, el 1 de diciembre de 1874, la cesión de los derechos dinásticos de Isabel II en su hijo D. Alfonso de Borbón, con Cánovas del Castillo como figura principal de la configuración del nuevo sistema conocido como Restauración.

    Al final, es también un pronunciamiento militar, la Saguntada, lo que corta la situación y da paso a la Restauración: el general Martínez Campos en Sagunto proclama rey a Alfonso XII el 29.12.1874. Abandonado el poder por Serrano, las demás fuerzas liberales consienten que Cánovas establezca un gobierno dos días después del golpe.

    Es la vuelta al punto de partida, gastadas y fracasadas todas las formas de Estado de la revolución liberal: monarquía liberal, gobierno provisional, regencia, monarquía demócrataliberal, republica unitaria, república federal, interinidad y otra vez monarquía liberal. La revolución de 1868, la Gloriosa, había comenzado al grito de "Viva España con honra".

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