245 HISTORIA ESPAÑA S. XX. ALFONSO XIII. FUENTES PARA COMENTAR

 HISTORIA ESPAÑA S. XX. ALFONSO XIII. FUENTES PARA COMENTAR

ALFONSO XIII: Regeneracionismo y revisionismo político

LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN (1902-1931)

La Semana Trágica de Barcelona.

“Como domingo la aglomeración de gentes en muelles y alrededores era enorme. Desde el
primer momento advertí la presencia de grupos radicales que denotaban el plan preconcebido
de provocar alguna situación de fuerza por mi parte. Por esto mismo me esforcé en no darles gusto y
el Cuerpo de Seguridad ha dado hoy prueba admirable de paciencia despejando los muelles por
milímetros y logrando el normal embarque aunque teniendo que aguantar multitud de inconvenientes.
El terreno estaba hoy abonado para que prendiera cualquier chispazo, pues la circunstancia de ser
casados muchos de los expedicionarios colocaba a las esposas en situación desesperada y conmovían
a la gente con su llanto...Una vez embarcada la fuerza los soldados que llenaban la parte de popa
gritaban con entusiasmo “Muera la policía, Muera Maura, Muera Romanones, muera la guerra”,
gritos a los que contestaba el público con aplausos y gritos de que vaya Comillas y vayan los
hijos de Güel.”
Telegrama del Gobernador Civil de Barcelona. Julio de 1909

La revolución desde arriba de Antonio Maura
“Uno de los primeros y más importantes orígenes del mal que aqueja a la patria
consiste en el indiferentismo de la clase neutra. Yo no sé si su egoísmo es legítimo, aunque
sí sobran causas históricas para explicarlo. Lo que digo es que no se ha hecho un ensayo para
llamarlos con obras, que es el único lenguaje a que ellos pueden responder; llamarlos con obras
vibrantes, para despertarlos y conmoverlos, para arrancarlos de su inanición y de su egoísmo, para
traerlos por la fuerza a la vida pública. Por eso he dicho y repito que España entera necesita una
revolución en el gobierno radicalmente, rápidamente, brutalmente; tan brutalmente que baste para
que los que estén distraídos se enteren, para que nadie pueda ser indiferente y tengan que pelear hasta
aquellos mismos que asisten con resolución de permanecer alejados (…).
No; más que nunca es ahora necesario restablecer aquella ya casi olvidada, de tiempo que ha
que fue perdida, confianza entre gobernantes y gobernados; y ya no hay más que un camino, que es
la revolución audaz, la revolución temeraria desde el Gobierno, porque la temeridad es, no
obra de nuestro albedrío, sino imposición histórica de los ajenos desaciertos. Nunca habría
sido fácil la revolución desde el Gobierno, nunca habría sido recomendable, si hubiera podido
dividirse la facultad y esparcirse la obra en el curso del tiempo; pero cada día que pasa, desde
1898, es mucho más escabrosa, mucho más difícil, y el éxito feliz mucho más incierto; y no está
lejano el día en que ya no quede ni ese remedio (…).
Ahora es menester oponer a las izquierdas que actúan en la vida pública todas las
derechas y traerlas con plenitud de sus fuerzas sociales a la vida y a la influencia del Estado. La
política conservadora tiene que adoptar los procedimientos democráticos y las garantías
constitucionales y los derechos individuales, que son ahora la fuerza con- servadora, la única que
puede salvar a la sociedad; por eso no hay ni siquiera un solo acto mío que no esté inspirado en esa
convicción, y por eso creo que la política con- servadora consiste en traer íntegramente todo el
fondo social a la influencia y a la acción del Estado, de modo que la democracia comprenda
absolutamente la acción íntegra de las fuerzas de toda la nación, asistiendo al Gobierno”.
MAURA, A. Treinta y cinco años de vida pública, 1902-1913.
Madrid,Biblioteca Nueva, 1917.

Manifiesto conjunto de la UGT y la CNT
Trabajadores Españoles y al País en General:
Tras la labor de protesta constantemente ejercitada por las organizaciones obreras contra los
abusos de la administración y las corruptelas de la política que nuestro país padece, la huelga general
del 18 de diciembre último, admirable ejemplo de eficacia de la organización y testimonio irrecusable
de la capacidad creciente del proletariado español, habría debido producir alguna atenuación, al
menos, de los males por todos reconocidos y continuamente denunciados.
Mas, a pesar de nuestras advertencias serenas, de nuestras quejas metódica y reflexivamente
fundamentadas y de nuestras protestas, tal vez más prudentes y mesuradas de lo que exige la agudeza
de los dolores que el país padece, es lo cierto que cada día que pasa representa para el proletariado
una agravación creciente de la miseria ocasionada por la carestía de las subsistencias y por la falta de
trabajo.
Ciertamente, si las privaciones a las cuales se ve sometido el pueblo español fuesen una
consecuencia necesaria de crisis profundas de la economía mundial, cuya solución no depende de
nosotros ni de los elementos directores de nuestra vida nacional, nuestras quejas serían absolutamente
estériles y nuestras protestas no tendrían otra eficacia que la de imprecaciones más o menos
vehementes contra los misteriosos designios de la fatalidad.
Pero ¿habrá algún gobernante español que pueda afirmar en conciencia que las condiciones
insoportables de nuestra vida, agravadas sin duda y puestas de relieve por la guerra europea, no son la
consecuencia de un régimen tradicional de privilegio, de una orgía constante de ambiciones privadas,
de la desenfrenada inmoralidad que encuentra en los organismos públicos el amparo y la defensa que
debían prestar a los primordiales intereses de la vida del pueblo?
Las luchas provocadas por la competencia entre los diversos grupos de explotadores de la
vida de la nación pueden dispensar al proletariado de hacer la crítica del régimen vergonzoso que
padece España.
Las denuncias diarias de la prensa, los abusos que descubren las públicas discusiones de las
asambleas, la labor misma de las Cortes, tan estéril para el bien como reveladora de crecientes
impurezas, son los folios de un largo y complicado proceso cuya sentencia habrá de ser dictada y
cumplida por el pueblo, como juez inapelable.
Todos los días, la prensa ofrece el testimonio de la preocupación de los gobernantes ante las
complicaciones de los problemas presentes. ¿En qué se gasta su actividad que sus resultados
beneficiosos no llegan nunca al pueblo trabajador? Todos esos esfuerzos de los gobernantes, el
pueblo sabe bien que se gastan en un empeño imposible de armonizar los intereses privados opuestos,
que encuentran en los momentos más angustiosos de la vida nacional la ocasión más propicia para
aumentar sus ganancias.
Las empresas de ferrocarriles, las compañías navieras, los mineros, los fabricantes, los
ganaderos, los trigueros, los múltiples acaparadores e intermediarios, los trusts que monopolizan los
negocios en las grandes poblaciones, los gremios degradados y degradantes, todos representan
intereses particulares, que hallan amparo y protección en los poderes públicos, mientras el pueblo
emigra o perece.
Y no es posible seguir ya engañando al país con discursos más o menos brillantes, ni con
preámbulos de leyes cuyo articulado desmiente las propias ideas proclamadas por los ministros en la
Gaceta.
En la presente y crítica situación ya ha visto el pueblo lo que ha quedado de las promesas de
reforma de la economía nacional. Continúan las eternas ocultaciones de riqueza, los más llamados al
sostenimiento de las cargas públicas siguen sustrayéndose al cumplimiento de ese deber de
ciudadanía, los beneficiados con los negocios de la guerra ni emplean sus ganancias en el fomento de
la riqueza nacional, ni se avienen a entregar parte de sus beneficios al Estado, y el gobierno, débil con
los poderosos y altivo con los humildes, lanza a diario contra los obreros a la guardia civil, mie ntras
prepara empréstitos de transformación de la Deuda y ofrece a los capitalistas una colocación lucrativa
a sus fondos ociosos, so pretexto de promover obras públicas que jamás se realizan.
Y si de los pomposos ofrecimientos de reformas económicas y de promoción de obras
públicas no queda más que el rumor de vanas palabras, ¿para qué ha servido la ley de subsistencias,
como no sea para revelar la dependencia vergonzosa en que se halla el gobierno con respecto a las
agrupaciones gremiales más conocidas y más odiadas por los consumidores?
¿De qué nos vale formular un día y otro nuestras quejas, y de qué nos sirve el reconocimiento
de la justicia de nuestras demandas por los mismos hombres que ocupan el poder, si no logramos
nunca vislumbrar el remedio de nuestros males?
La impotencia de los poderes públicos para resolver los problemas vitales de la nación la está
proclamando la acción militar en Marruecos, sangrienta y vergonzosa ruina de España, por todos los
gobernantes censurada, pero por todos igualmente mantenida.
Después de las prolijas discusiones a que la acción de España en Marruecos ha dado lugar, a
nadie se le oculta ya que esta reincidencia de los poderes públicos en los antiguos errores bélicos,
militaristas y dinásticos bastaría por sí sola para provocar por parte de la nación la más violenta de las
actuaciones contra los causantes de su desgracia.
Estos males, percibidos a diario por el proletariado, han formado en él, tras una larga y dolorosa experiencia, el convencimiento de que las luchas parciales de cada asociación con los patronos, asistidas por la solidaridad de los compañeros de infortunio, no bastan a conjurar los graves
peligros que amenazan a los trabajadores.
El proletariado organizado ha llegado así al convencimiento de la necesidad de la unificación
de sus fuerzas en una lucha común contra los amparadores de la explotación, erigida en sistema de
gobierno. Y respondiendo a este convencimiento, los representantes de la Unión General de
Trabajadores y los de la Confederación Nacional del Trabajo han acordado por unanimidad:
1º.- Que, en vista del examen detenido y desapasionado que los firmantes de este documento
han hecho de la situación actual y de la actuación de los gobernantes y del Parlamento, no
encontrando, a pesar de sus buenos deseos, satisfechas las demandas formuladas por el último
Congreso de la Unión General de
Trabajadores y Asamblea de Valencia, y con el fin de obligar a las clases dominantes a
aquellos cambios fundamentales de sistema que garanticen al pueblo el mínimo de las condiciones
decorosas de vida y de desarrollo de sus actividades emancipadoras, se impone que el proletariado
español emplee la huelga general, sin plazo limitado, como el arma más poderosa que posee para
reivindicar sus derechos.
2º.- Que a partir de este momento, sin interrumpir su acción constante de reivindicaciones
sociales, los organismos proletarios, de acuerdo con sus elementos directivos, procederán a la
adopción de todas aquellas medidas que consideren adecuadas al éxito de la huelga general,
hallándose preparados para el momento en que haya de comenzar este movimiento.
3º.- Que los abajo firmantes, debidamente autorizados por los organismos obreros que
representan, y en virtud de los poderes que les han sido conferidos por la clase trabajadora, se
consideran en el deber de realizar, en relación con las diversas secciones, todos los trabajos
conducentes a organizar y encauzar debidamente el movimiento, así como también a determinar la
fecha en que debe ponerse en práctica, teniendo en cuenta las condiciones más favorables para el
triunfo de nuestros propósitos.
Por la región de Galicia, José Gómez Osorio y Manuel Suárez
Por la Confederación Nacional del Trabajo, Salvador Seguí y Ángel Pestaña, Por la
federación de sociedades obreras de Zaragoza, Ángel Lacort.
Por la región de Levante, Juan Barceló y Vicente Sánchez. Por la de Vizcaya, Pedro Cabo.
Por la de Asturias, Manuel Llaneza e Isidoro Acevedo.
Por la de Castilla la Vieja, Remigio Cabello y Luís Lavín. Por la de Andalucía, Florentino
García.
Por el comité nacional de la Unión General de Trabajadores, Francisco Largo Caballero,
Vicente Barrio, Daniel Anguiano, Julián Besteiro, Andrés Saborit, Eduardo Torralva, Modesto
Aragonés, Manuel Cordero, Virginia González y José Maeso.
Madrid, 27 de marzo de 1917.

Acta de la Asamblea de Parlame ntarios de Barcelona (5 de julio de 1917)
“Seguidamente se dio lectura a las dos proposiciones presentadas (…). La segunda
proposición la firmaban los señores (…). En ella se proponía:
Primero: Proclamar la necesidad de organizar un régimen de amplia autonomía
administrativa de todos los municipios para que puedan desenvolverse con libertad y
respondan a sus fines naturales.
Segundo: Proclamar asimismo la necesidad de organizar un régimen de amplia
autonomía administrativa de las demás regiones españolas que contribuya al
desenvolvimiento de todos sus elementos componentes, sin mengua de la unidad nacional.
Tercero: Declarar que el Parlamento español debe reunirse cuanto antes para dar efectividad
legal a las anteriores conclusiones y resolver los demás problemas
planteados actualmente. En consecuencia, esperan que el Gobierno, compenetrado con este
deseo, hará la convocatoria en el momento que a su juicio las circunstancias lo consientan”.
ABC, Madrid, 7 de julio de 1917

Discurso de Indalecio Prieto en las Cortes sobre el desastre de Annual.
«Hay en la evacuación de Annual un punto profundamente oscuro. Las limitaciones
impuestas a esta investigación por el señor La Cierva, como ejecutor de acuerdos de aquel
Gobierno, han impedido al instructor averiguar si la orden de evacuación la dictó el comandante
general por propia iniciativa, o si ella fue fruto de una indicación del Alto Comisario, general
en jefe.
Ved las dudas que en este respecto inspiran estos párrafos, no del general Picasso, sino del
fiscal militar del Consejo Supremo de Guerra y Marina: "En este momento (el de la evacuación)
aparece un punto oscuro que no se ha podido dilucidar en la información gubernativa por la
limitación impuesta al juez instructor y a la que con tanta frecuencia nos hemos tenido que referir, y
es el de que, según se desprende de unas declaraciones, avisado el comandante general (folio 1742)
de la aproximación de numerosas fuerzas enemigas que venían sobre Annual, ello resolvió al
comandante general a cambiar rápidamente de opinión y resolver hacer la retirada inmediata; otros
afirman, entre ellos el comandante Llanes, de Regulares, que cuando aquél estaba dando
disposiciones le avisó por la radio el Alto Comisario, y mandó esperar a los jefes para decirles la
última palabra después de la conferencia con el Alto Comisario, y en seguida salió con el jefe de
Estado Mayor, ordenando la retirada inmediata".
"Por otro lado, existe un telegrama (folio 57), en el que comunica el comandante
general al Alto Comisario que después de tomar acuerdo en el Consejo de jefes, y en vista del
numeroso enemigo y carencia de municiones, ordena la retirada sobre Izumar y Beni-Tieb,
procurando llegar a este punto" Y se pregunta, con una perfecta lógica, el fiscal, del Tribunal
Supremo de Guerra y Marina: "¿Cuál de estas versiones es la verdadera? ¿Resolvió por sí el
comandante general la precipitada retirada? ¿Fue siguiendo las opiniones de la Junta de jefes?
¿ recibió orden para ello del Alto Comisario en la conferencia por radio celebrada un
momento antes de dar la orden definitiva?'».
Diario de Sesiones de las Cortes, 21 de noviembre de 1922.
"¡Oh tierra triste y noble,
la de los altos llanos y yermos y roquedas,
de campos sin arados, regatos ni arboledas;
decrépitas ciudades, caminos sin mesones,
y atónitos palurdos sin danzas ni canciones
que aún van, abandonando el mortecino hogar,
como tras largos ríos, Castilla, hacia la mar!
Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.
¿Espera, duerme o sueña? (…)
La madre en otro tiempo fecunda en capitanes,
madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes.
Castilla no es aquella tan generosa un día".
Antonio Machado, Campos de Castilla. 1907-1917
 
“El pueblo gime en la misma servidumbre que antes, la libertad no ha penetrado en su hogar, 
su mísera suerte no ha cambiado en lo más mínimo, como no sea para empeorar, (...) 
el régimen liberal ha hecho bancarrota.
¿Y sabéis por qué? Porque esa libertad no se cuidaron más que de escribirla en la "Gacela", 
creyendo que a eso se reducía todo; porque no se cuidaron de afianzarla dándole 
cuerpo y raíz en el cerebro y en el estómago; en el cerebro, mejorando y universalizando 
la instrucción, en el estómago, promoviendo una transformación honda de la agricultura, 
que la haga producir doble que al presente y disminuya el precio de las subsistencias,
y, mediante la difusión de la propiedad de la propiedad territorial, elevando a los braceros 
a la condición de terratenientes.
Se contentaron con la sombra, olvidando la verdadera sustancia de la libertad y su 
verdadera garantía, que se hallan en la escuela y en la despensa; y el fracaso era 
inevitable. No vieron que la libertad sin garbanzos no es libertad. No vieron que por encima
de todas las Constituciones y de todos los derechos individuales y de todas las urnas 
electorales, el que tiene la llave del estómago tiene la llave de la conciencia, y, por tanto, 
que el que tiene el estómago dependiente de ajenas despensas no puede ir a donde 
quiere, no puede hacer lo que quiere, no puede pensar como quiere; no puede el día 
de las elecciones votar a quien quiere; no reflexionaron que el que no sabe es como el 
que no ve, y que el que no ve tiene que ir conducido por un lazarillo a donde el lazarillo 
quiere llevarle, que raras veces es a donde el ciego le conviene, que casi siempre es 
donde le conviene al lazarillo.”    
 La cuestión social y la tierra. 1902. 
Joaquín Costa: "La Tierra y la cuestión social.”

 “La España futura, señores, ha de ser esto: comunidad, o no será. Un pueblo es una 
comunión de todos los instantes en el trabajo, en la cultura: un pueblo es un cuerpo 
innumerable dotado de una, única alma. Democracia. Un pueblo es una escuela de
humanidad.
Esta es la tradición que nos propone Europa; por eso el camino de la alegría al dolor 
que recorremos será, con otro nombre, europeización. Un gran bilbaíno ha dicho que 
sería mejor la africanización; pero este gran bilbaíno, don Miguel de Unamuno, ignoro cómo se las arreglaba que, aunque se nos presenta como africanizador, es, quiera  o no, por el poder de su espíritu y su densa religiosidad cultural, uno de los directores 
de nuestros afanes europeos.
La última vez que estuve en vuestra ciudad fue un año tristísimo: 1898. ¡Qué abismo 
de dolor!, ¿no es cierto? Entonces se empezó a hablar de regeneración. La 
palabra regeneración no vino sola a la conciencia española: apenas se comienza 
a hablar de regeneración se empieza a hablar de europeización… Regeneración 
es inseparable de europeización; por eso apenas se sintió la emoción reconstructiva, 
la angustia, la vergüenza y el anhelo, se pensó la idea de europeizadora. 
Regeneración es el deseo; europeización es el medio de satisfacerlo. 
Verdaderamente se vio claro desde un principio que España era el problema y Europa la solución”.
ORTEGA Y GASSET, J.: Personas, obras, cosas… Madrid, 1916.  (Párrafos de la Conferencia leída En la Sociedad “El Sitio”, de Bilbao,
el 12 de marzo de 1910).
“La realidad es esta: la inmensa mayoría del pueblo español está abstenida, 
no interviene para nada en la vida pública; de los que quedan, eliminad las 
muchedumbres socialistas, anarquistas y libertarias que están sobre el 
horizonte , en el firmamento, pero forman otra constelación y nada tienen 
que ver con este sistema parlamentario. De los que quedan restad las masas 
Carlistas y las masas republicanas de todos los matices, id contando 
mentalmente lo que os queda, subdividirlo entre las fracciones gobernantes , 
y decidme la fuerza verdadera que le queda en el País a cada una, la fuerza
que representa cada organismo gobernante, con su mayoría , con su
voto decisivo (..) Esta es la realidad (..) a veces lamentable, a veces 
asombrosas, del absoluto divorcio, de la falta de trato y comunicación entre
el gobierno y el pueblo.”
Maura, Debate parlamentario, Junio de 1.901
LA REVOLUCIÓN DESDE ARRIBA
“Uno de los primeros y más importantes orígenes del mal que aqueja a 
la patria consiste en el indiferentismo de la clase neutra. Yo no sé si su 
egoísmo es legítimo, aunque sí sobran causas históricas para explicarlo. 
Lo que digo es que no se ha hecho un ensayo para llamarlos con obras, 
que es el único lenguaje a que ellos pueden responder; llamarlos con 
obras vibrantes, para despertarlos y conmoverlos, para arrancarlos de 
su inanición y de su egoísmo, para traerlos por la fuerza a la vida 
pública. Por eso he dicho y repito que España entera necesita una 
revolución en el gobierno radicalmente, rápidamente, brutalmente; 
tan brutalmente que baste para que los que estén distraídos se 
enteren, para que nadie pueda ser indiferente y tengan que pelear 
hasta aquellos mismos que asisten con resolución de permanecer
alejados (…).
No; más que nunca es ahora necesario restablecer aquella ya casi 
olvidada, de tiempo que ha que fue perdida, confianza entre 
gobernantes y gobernados; y ya no hay más que un camino, que 
es la revolución audaz, la revolución temeraria desde el Gobierno, 
porque la temeridad es, no obra de nuestro albedrío, sino imposición
histórica de los ajenos desaciertos. Nunca habría sido fácil 
la revolución desde el Gobierno, nunca habría sido recomendable, 
si hubiera podido dividirse la facultad y esparcirse la obra en el 
curso del tiempo; pero cada día que pasa, desde 1898, es mucho 
más escabrosa, mucho más difícil, y el éxito feliz mucho más incierto; 
y no está lejano el día en que ya no quede ni ese remedio (…).
Ahora es menester oponer a las izquierdas que actúan en la vida 
pública todas las derechas y traerlas con plenitud de sus fuerzas 
sociales a la vida y a la influencia del Estado.
La política conservadora tiene que adoptar los procedimientos 
democráticos y las garantías constitucionales y los derechos 
individuales, que son ahora la fuerza conservadora, la única que 
puede salvar a la sociedad; por eso no hay ni siquiera un solo 
acto mío que no esté inspirado en esa convicción, y por eso 
creo que la política conservadora consiste en traer íntegramente 
todo el fondo social a la influencia y a la acción del Estado, 
de modo que la democracia comprenda absolutamente 
la acción íntegra de las fuerzas de toda la nación, asistiendo al Gobierno”.
    MAURA, A. Treinta y cinco años de vida pública, 1902-1913.
Madrid, Biblioteca Nueva, 1917.

El problema militar: Ley de jurisdicción militar
- El problema del 98, la guerra de Marruecos y la cada vez más 
inestable situación política hicieron de los militares nuevos 
protagonistas de la escena política, destacando en este proceso 
la “Ley de jurisdicción militar” y las “Juntas de defensa”. 
Trata de  explicar la evolución de su situación hasta la llegada 
de primo de Rivera
“El Ejército español, más que una institución pensada para 
la guerra, estaba organizado para las tareas de guarnición 
y el orden público, y sus tropas, siempre mal dotadas, eran 
soldados forzosos reclutados entre las clases pobres, 
mientras el numeroso cuerpo de oficiales se dedicaba, 
casi exclusivamente, a la administración interna.
I El exceso de mandos, que motivaba la desorganización 
general, tenía su origen en prácticas repetidas desde
la primera contienda carlista. Desde entonces, cuando
estallaba una guerra, se improvisaban cuantos oficiales 
fueran necesarios y, al llegar la paz, se les mantenía 
en activo. Como el saturado escalafón se complicó 
con los ascensos en cascada de los continuos 
pronunciamientos, la realidad militar quedó condicionada 
por los intereses de los oficiales respecto a sus ascensos 
ya la defensa corporativa frente a los propios sargentos 
y los mandos de la Milicia. A ello se añadió la voluntad 
de los civiles ricos, deseosos de contar con un Ejército 
gendarme social pero que no obligara a sus hijos a ser s
oldados forzosos. El resultado fue una institución militar 
casi inútil para la guerra, pues jamás se preocuparon los 
oligarcas españoles de que el Estado contara con 
una organización apta para la defensa internacional, 
dado que la burguesía carecía de intereses exteriores 
y no existían amenazas estratégicas contra la Península.
Así se creó un militarismo más burocrático que guerrero, 
que demostraría su ineficacia en las campañas de 
Marruecos, Filipinas y Cuba.
Alfonso XIII tomó tan en serio el papel de rey militar 
que se implicó directamente en el mando del Ejército, 
acostumbró a proponer directamente algunos mandos,
y primó el poder político de las Fuerzas Armadas.
El Ejército pasó a ser el sostén de la Monarquía, en perjuicio
del parlamentarismo democrático, que podía ahora 
vitalizarse. A cada ofensiva renovadora se acudió a 
una nueva militarización. Mientras con Isabel II los 
pronunciamientos habían servido para salvar el sistema 
en peligro, con Alfonso XIII, el Ejército sirvió para sustituir 
al Estado inoperante. Ante el  catalanismo en 1906, 
ante la Semana Trágica en 1909, ante la huelga 
General de 1917 y la convulsión de 1921, se apeló a la 
solución de las bayonetas.”
CARDONA, G.: “El imposible reformismo militar de la Restauración  (1875-1931)”, en García Delgado, J.L. (1991), Op. cit.

"Barcelona, 25 (5 tarde). Anoche, a primera hora, gran número 
de oficiales del ejército, molestados por las caricaturas y artículos
que publicaba la prensa catalana, se reunieron en número
de más de 200 en la plaza real; comenzaron a dar vivas a 
España y desde allí marcharon a la imprenta del semanario
catalanista Cu-Cut. Sacaron todos los trastos y enseres que
encontraron y gran cantidad de periódicos, y les prendieron
fuego, formando una gran hoguera.
Desde allí marcharon a la calle del cardenal Casañas, donde 
se encuentra la redacción del mismo periódico, y renovaron
la escena sacando los muebles y prendiéndoles fuego, 
apaleando a los que encontraban dentro y obligándoles a gritar
'¡Viva España!'
Los oficiales marcharon después a las Ramblas de las Flores,
donde se encuentra el periódico de La Veu. Entraron también
en la redacción, sacaron gran cantidad de muebles y de prensa, 
prendiéndoles fuego igualmente. En la redacción dieron varios 
sablazos, obligando a los que allí estaban a gritar 
'¡Viva España!'. Todo lo destrozaron respetando solo 
el escudo de Cataluña, diciendo que Cataluña era una
provincia española.
De resultas de los sablazos que repartieron hay varios heridos. 
Uno de ellos grave. El gobernador militar, capitán general
interino, acudió ante la redacción de La Veu, dirigióse a los
oficiales, y les obligó a que se retirasen al gobierno militar. 
Se ha mandado instruir sumario, habiéndose nombrado juez
especial al comandante señor Gotarredona Mencheta".  
El Imparcial, 27 de noviembre de 1905.
“Don Alfonso XIII, por la gracia de Dios y la Constitución Rey de España; A todos los que la presente vieren y entendieren sabed, que las Cortes han decretado 
y Nos sancionado lo siguiente:           
Artículo 1.º El español que tomara las armas contra la Patria bajo banderas enemigas 

o bajo las de quienes pugnaran por la independencia de una parte del territorio 
español, será castigado con la pena de cadena temporal en su grado máximo a muerte.    
Art. 2.º Los que de palabra, por escrito, por medio de la imprenta, grabado, estampas, 

alegorías, caricaturas, signos, gritos o alusiones, ultrajaren a la Nación, a su bandera, 
himno nacional u otro emblema de su representación, serán castigados con la pena 
de prisión correccional.          
En la misma pena incurrirán los que cometan iguales delitos contra las regiones, provincias, 

ciudades y pueblos de España y sus banderas o escudos.      
Art. 3.º Los que de palabra o por escrito, por medio de la imprenta, grabado u otro 

medio mecánico de publicación, en estampas, alegorías, caricaturas, emblemas o 
alusiones injurien u ofendan clara o encubiertamente al Ejército o a la Armada o a i nstituciones, armas, clases o cuerpos determinados del mismo, serán castigados con  la pena de prisión correccional.    
Y con la de arresto mayor en sus grados medio y máximo a prisión correccional en su 

grado mínimo, los que de palabra, por escrito, por la imprenta, el grabado u otro 
medio de publicación instigaren directamente a la insubordinación en institutos armados 
o a apartarse del cumplimiento de sus deberes militares a personas que sirvan o están 
llamadas a servir en las fuerzas nacionales de tierra o de mar.        
Art. 4.º La apología de los delitos comprendidos en esta ley, y la de los delincuentes, se castigarán con la pena de arresto mayor.        
Art. 5.º Los tribunales ordinarios de derecho conocerán de las causas que se instruyan 

por cualquiera de los delitos a que se refieren los artículos 1.º, 2.º y 4.º de esta ley, 
siempre que los encausados no pertenezcan al ejército de mar o de tierra y no incurrieren 
por el acto ejecutado en delito militar. De las causas a que se refiere el art. 3.º conocerán l
os tribunales del fuero de Guerra y Marina.  
Dado en Palacio a veintitrés de marzo de mil novecientos seis. Yo el REY. 


El Presidente del Consejo de Ministros, Segismundo Moret.”

“La hacienda con déficit y el Estado defraudado por la riqueza oculta, recargadas ciertas 
fuentes contributivas, mientras otras compran la benevolencia de la investigación, para 
rehuir su contribución a la patria. [...]
Desde luego hay que confesar que es imposible labor fructífera cuando en los últimos veinte 
años gobernaron 38 gobiernos con un promedio de ejercer el poder en tres o cuatro meses. 
[...] Esta es la culpa de los gobernantes.
La del pueblo es el mal uso que hace de sus derechos de ciudadanía, vendiéndola a la 
influencia o al dinero, no usándolos o concediéndolos inconsciente a los vividores de la política. 
Pero en esta responsabilidad tiene una disculpa y le ayuda un cómplice: la inmoralidad electoral 
manejada por el cacique, que la cede a reembolso a los profesionales de la política ayudados 
por los gobiernos, que para ello entronizan la corrupción y atropellan la justicia, persiguiendo
o desmoralizando a los encargados de la sagrada misión de administrarla.
La ética gubernamental ha producido el cáncer que corroe al Estado español inficionando 
[infectado] todos sus organismos, contaminando, en mayor o menor grado, a todos sus individuos. 
El ejército ha resistido durante mucho tiempo el contagio, pero también por fin en él ha prendido.
La influencia, el favoritismo, la burocracia, la demagogia y la anarquía como naturales 
consecuencias; en fin, todas las enfermedades que enumera el derecho político como causantes 
de la vida anormal de los estados, aquejan al español y conducen a la ruina.”
                                               Mensaje de las juntas de defensa a Alfonso XIII (1917)


La “semana trágica” de 1909
- Expón las causas y consecuencias de la Semana Trágica de Barcelona, relacionándolo 
con el desarrollo del movimiento obrero durante la Restauración
Proclama de la asamblea obrera de Tarrasa de julio de 1909
“Considerando que la guerra es una consecuencia fatal del régimen de producción capitalista; 
considerando, además, que, dado el sistema español de reclutamiento del ejército, sólo los 
obreros hacen la guerra que los burgueses declaran.La asamblea protesta enérgicamente: 
1 .Contra la acción del Gobierno español en Marruecos.2. Contra los procedimientos de ciertas 
damas de la aristocracia, que insultaron el dolor de los reservistas, de sus mujeres y de sus hijos,
dándoles medallas y escapularios, en vez de proporcionarles los medios de subsistencia que les
arrebatan con la marcha del jefe de familia. 3. Contra el envío o la guerra de ciudadanos útiles 
a la producción y, en general, indiferentes al triunfo de la cruz sobre la media luna, cuando se 
podrían formar regimientos de curas y de frailes que, además de estar directamente interesados
en el éxito de la religión católica, no tienen familia, ni hogar, ni son de utilidad alguna al país. 
4. Contra la actitud de los diputados republicanos que ostentando un mandato del pueblo no 
han aprovechado su inmunidad parlamentaria para ponerse al frente de las masas en su protesta 
contra la guerra.Y compromete a la clase obrera a concentrar todas sus fuerzas, por si se hubiera
de declarar la huelga general para obligar al gobierno a respetar los derechos que tienen los
marroquíes a conservar intacta la independencia de su patria.”
Texto redactado por el periodista y dirigente socialista Antonio Fabra i Ribas 
(cfr. Joan Connally Ullmann, La Semana Trágica, Barcelona, Planeta,1972,p.313).
“En Barcelona la revolución no se prepara, por la sencilla razón de que está preparada siempre...
En los tristes sucesos de julio hay que distinguir dos cosas: la huelga general, cosa preparada y 
conocida, y el movimiento anárquico-revolucionario, de carácter político, cosa que surgió 
sin preparación... Las cometas vuelan cuando hay  viento: no es preciso inventar las cometas 
en el momento de echarlas a volar...
Queda dicho que en Sabadell estalló la revuelta a primera hora del día 26. Pues en Tarrasa 
no ocurrió nada hasta el 27 .En Manresa (la ciudad fabril más importante después de Barcelona, 
y la de mayor peligro, por ser la más alejada de la capital, por estar en aquellos momentos 
desguarnecida y por tener más de 30.000 habitantes, obreros en su mayoría) no comenzó 
la huelga hasta medio día del jueves 29! y en la cuenca alta del Llobregat no ocurrió el paro
hasta el viernes...”
ANGEL OSSORIO: Barcelona, julio 1909, Declaración de un testigo. Madrid, 1910.


La crisis de 1917: la cuestión social
- Una de las bases de la crisis iniciada en 1917 fue el “problema social”. Explica en qué consistió, l
as causas, su acentuación (y como ello se refleja, por ejemplo, en el gráfico) y su explosión 
en el conocido como “Trienio Bolchevique”. Relacionado con ello, comenta la situación 
vivida en Barcelona durante esos años.


“El origen de los actuales conflictos es motivado por la carestía de las subsistencias, de una parte, 
y de otra por la intransigencia de la clase patronal, opuesta siempre a conceder aumentos en los salarios [...].
En este pueblo y su provincia, el trabajo en la agricultura se presta de dos maneras: t
rabajando en el ruedo y por temporadas; sus horas de salida al trabajo son: en el ruedo, media hora después 
de apuntar el sol y regresar después de ponerse; de temporada, de sol a sol; las horas de descanso son: 
dos comidas en todas las estaciones del año, que oscilan entre treinta y cinco a cuarenta minutos cada una, 
tres paradas en otoño, tres en invierno, cuatro en primavera y cinco en verano; en estas paradas se invierten 
de veinte a veinticinco minutos, y dos horas de siesta en esta última época, pues tanto las comidas 
como las paradas dependen de la voluntad del capataz que dirige el trabajo.
Las temporadas son de veinticinco a treinta días, y hasta cuarenta, según el tiempo que media entre 
festividad y festividad, y el jornal en metálico es el mismo, y además en especies (aceite, vinagre, ajos y sal) s
e les da una cantidad no mayor de 40 céntimos.
En lo que afecta a los alojamientos (dormitorios), son pésimos, y ninguno, por lo regular, reúne condiciones 
de salubridad; las camas son de paja, y mala, y peor es (salvo excepciones) que la misma paja, tras que 
es poca, sirve para todo el año, teniendo que dormir en ella cuantos trabajadores van a dichas fincas 
durante todo el año.”
Información sobre el problema agrario en la provincia de Córdoba. Instituto de Reformas Sociales. 1919

“A los obreros y a la opinión pública. Ha llegado el momento de poner en práctica, sin vacilación 
alguna los propósitos anunciados por los representantes de la UGT y la CNT en el manifiesto suscrito 
por estos organismos en el mes de marzo último […]
Cerca de medio siglo de corrupción ha llevado a la instituciones políticas españolas a un grado tal 
de podredumbre que los mismos institutos armados claman contra la injusticia, contra la arbitrariedad, 
y se consideran vejados y engañados por los mismo poderes públicos[…]  Y si esto han hecho los 
poderes públicos con las clases sociales en cuya adhesión han buscado siempre las firmes garantías 
de su existencia y dominio, ¿qué no habrán hecho con el pueblo inerme e indefenso, 
bajo un régimen constitucional ficticio, bajo un régimen económico de miseria y despilfarro y 
en un estado cultural mantenido por oligarcas en el más bajo nivel […]? El proletariado español se 
halla decidido a no asistir ni un momento más pasivamente a este intolerable estado de cosas […]
Los ferroviarios españoles no están solos en la lucha. Los acompaña todo el proletariado organizado, 
en huelga desde el día 13. Y esta magna movilización del proletariado no cesará hasta no haber 
obtenido las garantías suficientes de iniciación de cambio de Régimen, necesario para la salvación 
de la dignidad, del decoro y de la vida nacionales.
Pedimos la constitución de un gobierno provisional que asuma los poderes ejecutivo y moderador 
y prepare, previas las modificaciones imprescindibles en una legislación viciada, la celebración 
de elecciones sinceras de una Cortes constituyentes que aborden, en plena libertad , 
los problemas fundamentales del país.”   
Manifiesto de la huelga General, Madrid, 12 de Agosto de 1917
Evolución del número de afiliados a la UGT
Años
Afiliados
1901
29.383
1911
77.749
1920
211.342
1930
277.011
La carestía en Barcelona
artículos
% de aumento de precio (1914-17)
Trigo
62
Maíz
80
Harina
22
Patatas
90
Garbanzos
70
Arroz
92
aceite
51
Fuente: Correo catalán, 1 de enero de 1918



“No se sabía lo que era una huelga general indefinida. No lo sabían los gobiernos, no lo sabían las empresas 
capitalistas, no lo sabían tampoco los mismos obreros. Ahora nadie lo ignora. La clase obrera española debe 
estar orgullosa de su esfuerzo. Ha dado un ejemplo de solidaridad, de organización, de fuerza social, 
de sensibilidad política apenas igualado por los trabajadores de ningún país.”
Luis ARAOUISTAIN, en España, 25.X.1917

“Ante la nueva campaña de atentados que hace días viene reproduciéndose con el salvajismo peculiar 
de sus autores, creemos de todo punto indispensable llamar la atención de nuestros compañeros, para evitar, 
en lo posible, las tristes consecuencias que, en parecidas ocasiones, hemos tenido que lamentar.     
Con toda la brutalidad de los hechos, ha quedado demostrada la indefensión en que vivimos. El Gobierno 

actual, como el anterior (y seguramente como los que le sucedan en estos turnos más o menos pacíficos), 
permanece cruzado de brazos ante problema tan pavoroso, como si la ola de cobardía que nos 
envuelve naciese precisamente en aquellas esferas donde mayores y más efectivas deben ser las 
responsabilidades sociales. El cuadro que se ofrece a nuestra vista nos da derecho a suponer que ha llegado 
la triste hora de abandonarnos a nuestro propio impulso y a nuestra sola iniciativa; pues si, como parece, 
todo en materia gubernamental está sujeto a las, veleidades de la política, tan minúscula y personal en
España, poco o nada cabe esperar en momentos de suprema angustia, como son los presentes.[…]
El Federado que en estos momentos sienta temores personales y ceda ante amenazas por motivos 
injustificados, incuba, con este proceder, el germen del asesino que mañana atentar contra la vida de un 
compañero y del que otro día acabará con la del patrono acobardado.           
El Federado que, por egoísmo, por sordidez, trate de aprovechar en su beneficio personal las circunstancias 

desfavorables por que atraviesen sus compañeros, además de cometer una acción tan vergonzosa 


como inicua, siembra el odio, excita a la desconfianza general y desmoraliza en suma toda la enorme f
uerza ya creada, cual significa y es esta Federación, único baluarte donde podemos defendernos.
Si cada Federado en su casa cumple con su deber de hombre consciente y digno, es posible que 

nos sobre fuerza para resistir los mayores ataques.“ 
    Federación Patronal de Cataluña, Barcelona, 14 de septiembre de 1920

“El año 1921 vio agudizarse el sistema criminal llamado "Ley de Fugas", que ya había sido ensayado 
durante el mando del gobernador Maestre Laborde, conde de Salvatierra. El procedimiento es sabido,
pero lo vamos a especificar aquí para conocimiento de las nuevas generaciones que tienen la 
suerte de no haber vivido aquellos tiempos. Los guardias llevan conducidos a varios presos, a pie y 
de noche, de la cárcel al palacio de Justicia, o viceversa; cuando no hay posibles testigos, los 
guardias, que previamente han dejado adelantar a los presos, absortos en sus pensamientos, disparan 
a distancia sobre los conducidos, les matan y luego dan parte a sus superiores, alegando que las 
víctimas intentaban fugarse. De uno de estos asesinatos se salvó un muchacho de Castellón, llamado 
Parra, que, herido, se hizo el muerto, y cuando en el depósito de cadáveres del Hospital Clínico 
se consideró fuera de peligro, dio señales de vida y fue conducido a una sala y curado de varias 
heridas no vitales. Después fue mandado, de nuevo, a la cárcel. Allí explicó cómo se había efectuado 
el crimen […]”   
     BUESO, Adolfo: Recuerdos de un cenetista.1976: Barcelona. Editorial, Ariel


El problema nacionalista
- ¿Qué papel tuvieron los movimientos nacionalistas en la crisis de la Restauración?
“No son justos y nos ofenden sin razón los que dicen que Cataluña no está preparada, no está capacitada 
para la autonomía. Yo os digo que el nacionalismo catalán es un hecho biológico, que la autonomía es una 
fórmula jurídica para resolverlo, y que frente aun hecho biológico caben, por parte del Poder Público, tres 
posiciones: la de desconocerlo, la de combatirlo hasta intentar extirparlo y la de resolverlo mediante una 
solución jurídica.
El Poder catalán ha de ser absolutamente soberano para legislar, para regir, y para mantener el respeto 
a sus decisiones por sus Tribunales y por la fuerza pública.
En mi concepción, otorgada la autonomía a Cataluña, extendida si pudiera extenderse, a todas las 
regiones de España, yo veo clarísimo un Estado español saliendo de ese espurgo de facultades cien 
veces más fuerte en su soberanía, cien veces más brillante en la situación de su Hacienda (...)
Respecto a la manifestación separatista que empieza a aparecer en Cataluña, yo no tengo nada 
que decir aquí; mi deber era mostrar mi disconformidad allí, y allí la expresé públicamente.”      
Cambó, Discurso pronunciado en el Congreso de diputados (1918).
Manifiesto del Partido Nacionalista Vasco
“Amenazada de muerte la nacionalidad vasca por el peligro de muerte que corre la raza, 
a punto de desaparecer su idioma y adulterados su espíritu y Tradición, el Nacionalismo Vasco 
aspira a purificar y vigorizar la raza, a depurar y difundir el euzkera hasta conseguir que sea la 
única lengua de Euzkadi y a purificar el espíritu y esclarecer la Tradición del Pueblo vasco, 
encaminándose sus trabajos en cuanto a este fin:
A. A que el Pueblo vasco siga, fervorosamente, las enseñanzas de la Iglesia Católica, Apostólica, 
Romana, como las siguió y observó en tiempos pasados, con exclusión absoluta de toda doctrina 
condenada por la Iglesia Católica.
B. A que vuelvan a imperar los buenos usos y costumbres olvidados, fomentando los que se 
conservan y combatiendo los exóticos y perjudiciales.
C. A que las instituciones políticas, jurídicas, económicas, etc., características del Pueblo vasco, 
vuelvan a tener vigencia y acción, amoldadas, en cuanto sea necesario, a la realidad de los
tiempos actuales.
D. A que las letras y las artes, que sean manifestación de la nacionalidad vasca, adquieran 
vida robusta. (...)
Su terreno de acción es Euzkadi, o sea, las regiones todas del País Vasco que se denominan 
Araba, Gipuzkoa, Nabarra, Bizkaya, Laburdi y Zuberoa, solar de la raza vasca; (...)
Como consecuencia de ello pretende, especialmente, la derogación por lo que hace a 
Araba, Gipuzkoa, Nabarra y Bizkaya, de la ley de 25 de octubre de 1839, y en cuanto a Laburdi 
y Zuberoa, de las emanadas de los poderes de la Revolución Francesa de 1789.
(...) el Partido Nacionalista Vasco (...) adopta el lema formado por el gran patriota Arana-Goiritar 
Sabin, que en euzkera se expresa diciendo Jaun-Goikua eta Lagi-Zarra (Dios y ley vieja).”                                         
Aberri, 15 de diciembre de 1906.

La parálisis política
- Analiza la evolución política entre 1901 y 1923, incidiendo en los problemas del 
“bipartidismo político”, sobre todo al final del periodo y los intentos de solución  
“Regeneracionistas, republicanos, socialistas (…) claman por un régimen distinto y tienen cada 
día más fuerza para impedir el normal funcionamiento del caciquismo, pero no llegan a encontrar l
os instrumentos precisos para derribar a la monarquía.
Ésta encuentra cada vez menos apoyo y más dificultades, y utiliza los recursos constitucionales 
para mantenerse en pie sin aceptar las reformas: las suspensiones de las Cortes sirven para 
prolongar gobiernos minoritarios, las elecciones anticipadas para cambiar gobiernos 
gastados, los gobiernos de concentración para superar la incapacidad de los gobiernos 
homogéneos (...) 
y, en extremo, la suspensión de garantías constitucionales y el recurso al ejército para acallar l
os movimientos políticos y sociales que rebasan la actuación de los partidos dinásticos.
La monarquía es incapaz de aceptar una evolución democrática (…). Por eso el ejército 
será la salvación de la monarquía tras la huelga general de 1917, y Primo de Rivera enterrará 
el sistema político para prolongar la vida de la Corona unos años más.”
SOLÉ TURA, J. y AJA, E., Constituciones y períodos constituyentes en España (1808-1936). Madrid. 1978.
Porcentajes de escaños de los grupos políticos en el Congreso (1901-23)
Años electorales en que comienzan las nuevas Cortes
Partido Conservador
Partido Liberal
Suma de los partidos dinásticos
Total de la oposición al margen de los partidos dinásticos
1901
21,7
61,1*
82,8
17,2
1903
59,5*
25,3
84,8
15,2
1905
30,2
56,6*
86,8
13,1
1907
62,3*
19,3
81,6
18,4
1910
25,2
54,2*
79,4
17,3
1914
52,4*
29,6
82
16,3
1916
27,6
56,2*
83,8
15,1
1918
37,9*
40,8*
78,7
21,3
1919
49,3*
32,5
81,8
16,9
1920
56,7*
25,1
81,8
16,7
1923
26,4
54,5*
80,9
15,1
* El asterisco indica el partido que gobernaba en el momento en el que se convocaban las elecciones


El problema de Marruecos y el fin de la Restauración
- Analiza el problema marroquí y como éste afectó decisivamente a la Restauración. Utiliza los documentos
Una visión literaria de la guerra marroquí y del problema de las responsabilidades.«Bajó la voz confidencial:
 -Toda la porquería del "Narizotas" [el Rey] está ahora saliendo a relucir: los millones que le pagó Marquet 
para abrir las casas de juego, el Palacio de Hielo y el Casino de San Sebastián, ¿te acuerdas? También en
el Círculo de Bellas Artes dicen que está pringado el "Narizotas". Está en las minas del Rif con Romanones 
y en el suministro de camiones para el ejército con Mateu; y para colmo de todo, el lío de Marruecos. 
 -¿y cuál es el lío de Marruecos? -¡Puff! Una historia sucia, porque resulta que es él el responsable del 
desastre. Le escribió a Silvestre, a escondidas de Berenguer, y le dijo que siguiera adelante. Dicen hasta que, 
cuando Annual acababa de ser conquistado, lemandó un telegrama a Silvestre que decía: 
"¡Vivan tus cojones!" y cuando se le habló de la catástrofe y de los miles de muertos que había, dijo: 
"Le carne de gallina es barata". Claro es que todos los reaccionarios le están defendiendo en 
las Cortes, pero los republicanos y los socialistas están pegando duro. Además, hay otra cosa: 
ahora que están mandando fuerzas expedicionarias y todos los Fulanos que escaparon con su 
dinero de ir a Marruecos tienen que ir, aunque no quieran, muchos de los liberales quieren que se 
depure la cosa. Les sienta como un tiro que tengan que perder su dinerito y si a mano viene, los hijos. 
De todas maneras, una cosa es cierta: va a haber un proceso.
-¡Un proceso! -exclamé.
-Sí. Un proceso para establecer la responsabilidad de lo que ha pasado en África. Los generales 
están que revientan de rabia. Hasta han amenazado con un pronunciamiento como en los tiempos 
de Isabel II. Pero ahora las cosas son distintas; ¡que vengan! Los vamos a recibir con fuegos artificiales.”
              Arturo Barea, La forja de un rebelde, Libro II, La ruta, Montjuich, Méjico, 1959, p. 354.

Testimonio del soldado Mariano Gálvez
“Había necesidad de hombres en Marruecos. Las cosas se pusieron mal y llamaron a todas 
las quintas, todos al Rif, a la Berbería, pies planos, mancos, cojos y tuertos o hijos de viuda, a Ceuta, 
a Tetuán, a Melilla. Los moros no nos daban tregua: todos los días había que salir a combatir [...].
No guardo buenos recuerdos: estábamos mal comidos y por regla general mal dirigidos. Por delante 
iba la carne de cañón, cuanto más mando, más atrás, en la retaguardia. Instalaban un 
teléfono con línea de fuego, tendían un cable de unos cuantos kilómetros y desde esa distancia 
los jefes daban las órdenes a los que ponían el pecho [...].
La guerra contra los moros duró dieciocho años y yo creo que sólo al final se aprendió la lección 
sobre las sepulturas de los nuestros. Aprendimos a montar las guardias, a avanzar, a replicar al fuego. 
A veces morían más en la retaguardia porque no nos enseñaban a colocarnos como era debido [...].
Para beber nos daban medio vasito de agua. El pan se deshacía como la arena.
Nos entregaban una muda todas las semanas, pero cuanto más te mudabas, más piojos criabas [...]. 
El agua, las carricubas, los aljibes, los defendíamos como si fueran el Palacio Real, con uñas y dientes [...].
Sufríamos mucho al ir por agua, cuarenta o cincuenta soldados con un cabo al frente, los moros nos 
tenían fichados. Hacían muchas bajas. ¡Cuántos no habrán muerto por medio jarrillo de agua! 
Cada vez que bebo un vaso, y han pasado más de setenta años, se me viene a la memoria aquella 
obsesión del agua. [...] La gente deliraba por la noche en las tiendas. Yo soñaba con manantiales, 
con los ríos de la tierra.”
M. LEGUINECHE, Annual, 1921. El desastre de España en el Rif, 1997


La Crisis del Estado Liberal. Ejercicio final de resumen obligatorio
- En este amplio texto se indican los factores que determinaron la crisis del Estado liberal, 
es decir, del sistema de la Restauración. Elabora un resumen en el que organices estos elementos, l
os expliques utilizando un mapa conceptual para cada uno (causas-manifestaciones-consecuencias) 
y pongas como ejemplos fragmentos de los textos que aquí se presentan
“La crisis de la monarquía española y la instauración de la República forman parte de un proceso 
de crisis general europea, aunque la relativa marginación de España lo define con caracteres propios. 
[
...] El origen de esta crisis de Estado debe buscarse tanto en el desmoronamiento por razones i
nternas de la Monarquía como en el amplio movimiento popular que creció a medida que la 
Dictadura militar implantada en 1923 cegaba todas las salidas que habrían posibilitado a la 
Monarquía recuperar la legitimidad política perdida al violar la constitución de 1876. 
Por consiguiente, la palabra crisis debe entenderse en este contexto como momento final 
de un largo proceso de deterioro: en la sociedad española de 1930 no quedaba nada que 
sustentara activa y eficazmente a la Monarquía.
Aunque los dirigentes de la coalición republicano-socialista que ocuparon el poder en abril de 
1931 celebrasen su triunfo como una revolución, es cierto, sin embargo, que la Monarquía no 
fue derrocada por medio de una toma revolucionaria del poder. La Monarquía sucumbió ante 
la clamorosa falta de apoyos sociales e institucionales que se puso de manifiesto con motivo
de unas elecciones locales: fue más una caída que un derrocamiento; más un abandono 
que una derrota. Su fin como forma política del Estado español fue el resultado de una crisis 
interna de ese Estado más que la fuerza de una oposición organizada y con bases sociales 
para ocupar el poder.
Alfonso XIII, con sus continuas injerencias en la vida de los partidos dinásticos, primero, y con su 
complaciente apoyo a la Dictadura militar, después, había colaborado activamente a la 
destrucción de los partidos políticos (conservador y liberal) que habían proporcionado a la 
Monarquía durante cincuenta años (1876-1923) su clase política. Los viejos líderes de los partidos 
conservador y liberal fueron incapaces de reconstruir unos partidos con base popular y 
fracasaron en sus intentos de proponer soluciones para encontrar una salida política ala crisis de
la Monarquía [...]
Pero la crisis de poder político alcanzaba niveles más profundos que la carencia de partidos
[...] .Los partidos de la Restauración funcionaron como organismos centrales de una red de 
caciques locales en los que descansaba finalmente el verdadero poder social. Pero, en 1931 
el caciquismo era insuficiente para sostener el Estado, porque las mayorías se expresaban 
ya en las ciudades donde la manipulación caciquil era prácticamente imposible.
Otro elemento de la crisis fue el desarrollo de los movimientos nacionalistas, sobre todo, 
en Cataluña y el País Vasco. Ello era una consecuencia del sistema centralista y a los límites 
del proceso uniformizador emprendido por el Estado liberal que provocaron como reacción 
el resurgir de las tradiciones culturales especialmente vinculadas al hecho lingüístico diferencial. 
A ello se añaden las crecientes diferencias regionales que generan intereses divergentes 
y que restó apoyos de las burguesías periféricas al Estado.
No dispuso tampoco la Monarquía del apoyo eficaz de las instituciones que eran t
radicionalmente en España depositarias del poder ideológico y del poder militar. El rey podía 
contar, como siempre, con la fidelidad de la Iglesia católica que le guardaba reconocimiento 
por haber restaurado parte de su tradicional posición en la sociedad. Pero la Iglesia era 
entonces una institución que acababa de librar una dura pugna con el liberalismo y el 
socialismo y que, por tanto, había perdido la posibilidad de influir entre las clases medias 
urbanas y los obreros encuadrados en sindicatos socialistas y anarquistas. Los intelectuales 
habían sustituido a la Iglesia durante el primer tercio del siglo XX como fuente del poder ideológico.
Más decisivo fue aún para la defensa del régimen en momentos de apuro el apoyo de la 
institución militar. Pero con los militares le ocurrió al rey Alfonso algo similar a lo que le había 
ocurrido con los  políticos. Su personal gusto por el mando, la concepción de su función 
como la de rey-soldado, las aventuras coloniales, su recurso al Ejército para mantener el orden
público y, finalmente, el paso decisivo de utilizar la corporación militar para el gobierno del 
Estado acabó por crear en amplios sectores militares una extendida desafección cuando no 
una clara hostilidad hacia el monarca. En resumen, la Monarquía estaba aislada.
Tal aislamiento era el resultado de una crisis política, pero también la expresión de un cambio 
de sociedad. El sistema de poder de la Restauración, definido con exactitud como una 
oligarquía sostenida en una trama de caciques locales, solo podía sostenerse en una 
sociedad mayoritariamente rural, sin centros industriales, con un limitado mercado nacional, 
con reducidas clases medias urbanas y clase obrera. En tal sociedad no fue difícil 
a una minoría de notables de la aristocracia, de los negocios y de la política controlar el 
ejercicio del poder por medio de la exclusión de las mayorías, garantizada en los orígenes 
del sistema gracias a la restricción del sufragio y, luego (tras la aprobación del sufragio 
universal), por un pacto explícito de esos grupos de notables de alternarse en el 
poder por medio de la corrupción sistemática de las prácticas políticas y de la 
institucionalización de redes caciquiles de poder local. Ese sistema comenzó a deteriorarse 
con la crisis del 98 y recibió una fuerte sacudida con la de 1917. En la imposibilidad de 
reconstruirlo sobre bases sólidas, el rey prefirió sostener a la Monarquía, no ya sobre fuerzas 
procedentes de la sociedad civil sino sobre la corporación militar [estableciendo la 
dictadura de Primo de Rivera en 1923]. Cuando ésta fracasó en sus proyectos de 
institucionalizar un régimen autoritario (1930), el rey no encontró nada en la sociedad 
civil sobre lo que edificar una Monarquía constitucional.
La crisis de poder que dio origen a la República fue, por tanto, consecuencia de la falta de i
ntegración de amplios sectores en el sistema político monárquico. En su trayectoria durante 
el siglo XX y, sobre todo, desde la crisis de 1917, la Monarquía no fue capaz de integrar en sus 
instituciones a la clase obrera, a las clases media ni tuvo el apoyo activo de las burguesías.
Ese carácter de la Monarquía favoreció decisivamente la causa  republicana, cuya 
propaganda pudo presentar de manera harto convincente a la institución monárquica 
como ajena a, y enemiga de, la nación. Frente a la Monarquía aislada y sin apoyos 
ociales, el ideal republicano se presentaba, pues, como una revolución en el Estado 
-una revolución política- y como un instrumento para la reforma de la sociedad. No se 
trataba únicamente de cambiar al rey para que todo siguiera igual, sino de liquidar la 
institución que impedía el progreso de la nación para que todo cambiase.
La instauración de la República no sería ya la obra de unos comités de conspiradores 
ni de una militarada. Sería por el contrario, producto de la manifestación inequívoca de l
a voluntad popular. Las elecciones municipales de abril de 1931 pusieron en manos de 
los republicanos la posibilidad de organizar lo que fue, de hecho, un plebiscito sobre la 
Monarquía. El pueblo, finalmente, pudo manifestarse de forma libre: el rey debía marcharse. 
A las pocas horas de haber manifestado esa decisión, se proclamaba la República.
En resumen, el movimiento republicano abarcaba como era propio de los movimientos 
antimonárquicos típicos del XIX al pueblo urbano: obreros, patronos y clases medias. 
Contaba con el apoyo de militares radicalizados y con la complacencia de algunos sectores 
de la burguesía. Se proponía el derrocamiento del rey y la instauración de un régimen de
libertad y democracia que fuera la expresión de la soberanía nacional. Pero al integrar 
a la clase obrera y a los sectores radicalizados de las clases medias, ese movimiento 
pretendía también una profunda reforma de la sociedad. Naturalmente, por lo que respecta 
a los concretos programas de gobierno, una coalición tan heterogénea no podía estar 
de acuerdo más que en la afirmación de la República y en vagas proclamas sobre el progreso 
de la nación y la libertad de sus pueblos.”
JULIA DÍAZ, S. (1991): Historia económica y social moderna y contemporánea de España, Madrid, UNED, vol. II, pp. 36-39.



COMENTARIO DE TEXTO.
OLIGARQUÍA Y CACIQUISMO.
Es un texto político - social y, por su finalidad, podemos decir que es informativo, ya que explica y habla de la corrupción del sistema político de la Restauración. El texto está escrito por Joaquín Costa, teórico del Regeneracionismo (movimiento de opinión que propone soluciones ante la crisis de la Restauración.
Las ideas más importantes del texto son: que los componentes exteriores son tres (oligarcas, caciques y gobernador civil), y que en las elecciones no es el pueblo el que decide, sino las clases conservadoras y gobernadoras que hacen lo que les dan la gana, falsificando el sufragio y corrompiendo el sistema, haciendo diversas maniobras.
En el primer y segundo párrafo, el autor critica que los oligarcas y los caciques todo han sido personas que dominan y controlan los principales resortes en un núcleo de la población. Unas veces estaban encarnados en eclesiásticos y otras veces eran los dueños de tierras los que controlaban los recursos del voto.
En el tercer y cuarto párrafo es donde el autor hace mayor hincapié sobre la crítica del sistema político de la época y la corrupción. Se refiere a los caciques y oligarcas como "la clase directora o gobernante encasillada en ambos partidos". Relata además que nos e integran ni se identifican con la misma sino que son un cuerpo extranjero que se limita a poner impuestos y a cobrarlos. Es esto una de las causas por la que surge el movimiento Regeneracionista, que intentó reformar el sistema político de la época ideado por Cánovas. El Regeneracionismo quería acabar con la corrupción y con el atraso cultural de España y recuperar el prestigio perdido en el 98. Como dije al principio, la figura más representativa fue Joaquín Costa, pero también existieron regeneracionistas dentro de la política como Maura y Canalejas.
Para finalizar el autor da constancia de que no es el pueblo el que corrompe a la nación y su sistema político, sino que son los gobernantes los que aprovechan su autoridad. Los procedimientos del caciquismo fueron: el encasillado y el pucherazo.
Por último ya, para situar el texto en el tiempo, habría que decir que fue escrito a finales del siglo XIX, principios del XX. Es ese instante estaba en España la Restauración. En esa época se andaba hacia la crisis de esa etapa, en el que en parte se contribuyó a la estabilidad con la firma del Pacto del Pardo, pero los numerosos problemas debilitaron la imagen y credibilidad de la monarquía restaurada.

COMENTARIO DE TEXTO.
LA NACIONALIDAD CATALANA.
Es un texto político - historiográfico.
Su autor es Prat de la Riba, político catalán, miembro de la Unió Catalanista.
Redactó su programa "Las bases de Manresa". Más tarde se incorporó a la Lliga Regionalista y pasó a ser el ideólogo de mayor valía.
El texto pertenece a su obra "La Nacionalidad Catalana".
La obra se edita por primera vez en la época de la Restauración (1906) en plena campaña contra la ley de jurisdicciones y en ella fijó la teoría nacionalista del catalanismo conservador.
El texto es una presentación de un Estado en forma federativa y defensa y argumentación de los nacionalismos.
En primer lugar alude al concepto de nacionalismo. A continuación hace referencia al concepto Pannacionalista: aspiración a que todos los territorios de la misma nacionalidad se agrupen bajo la dirección de un estado único.
En base a esta ideología surge en el siglo XIX el Panamericanismo y el Pangermanismo.
Más adelante alude al estado federal como solución posible en los estados donde confluyan distintas nacionalidades. Desde la 1ª República el catalanismo giró hacia el federalismo, lo que implicaba su transformación de fenómeno cultural en político.
La idea fundamental del texto es: "Del hecho de la nacionalidad catalana nace el derecho de un Estado Catalán". Durante más de 600 años, Cataluña fue una entidad independiente y soberana con lengua, leyes y gobierno propio.
En 1715, tras la guerra de sucesión, los catalanes perdieron todos sus fueros, privilegios y derechos históricos. En el siglo XIX se reavivan los sentimientos de diferenciación política y cultural con respecto a otras regiones de España.
Más adelante hable del federalismo como sistema idóneo en España, pues respetando la unidad política española, respeta al mismo tiempo las distintas nacionalidades que la integran. Concluye diciendo que el nacionalismo catalán nunca ha sido separatista como, por ejemplo, el nacionalismo vasco que representa en España el nacionalismo desintegrador.
Así, desde el Centro Catalán de Almirall, la Unió Catalanista de Prat de la Riva y posteriormente la Lliga Regionalista, el nacionalismo Catalán se presenta como movimiento burgués católico y moderado.
Solo durante la 2ª República, la Ezquerra Republicana representará un nacionalismo de izquierdas, más exaltado y que terminará por dominar la vida política de 1932, Cataluña conseguirá su estatuto de autonomía.

COMENTARIO DE TEXTO.
MANIFIESTO DE UGT.

Es un texto histórico - político y se dirige a la sociedad española del momento. Fue escrito en marzo de 1917 en Madrid, estando en plena crisis la Restauración del sistema canovista durante el reinado de Alfonso XIII.
La idea principal que recoge el texto es el manifiesto de UGT y CNT en el que se impone una huelga general como arma más poderosa para solucionar las miserias de las clases populares.
En el primer párrafo comenta que a pesar de las advertencias y quejas de los sindicatos al gobierno, la miseria que sufre el proletariado es cada vez mayor, ocasionado por el paro y la subida de los precios.
Más adelante se expone la necesidad de unión de las dos fuerzas sindicalistas más importantes: CNT (anarquistas) y UGT (socialistas), adoptando todas aquellas medidas que consideraban adecuadas para que la huelga sea un éxito. Para ello se acuerda lo siguiente:
 Debido a la situación de paro y de subsistencia, viendo la actuación del gobierno de no satisfacer las condiciones de una vida más digna al proletariado, se impone una huelga general para reivindicar sus derechos.
 Se procederá a adoptar medidas que se consideren adecuadas para el éxito de la huelga que coincidió con otros movimientos de protesta contra el gobierno y fue derivando hacia posturas políticas.
El gobierno terminó recurriendo a la intervención del ejército.
La represión fue brutal con 80 muertos y 200 detenidos.
Los integrantes del comité de huelga fueron condenados a cadena perpetua aunque al año siguiente fueron amnistiados: a finales de año se conoció la noticia de la Revolución Rusa. Surgen una serie de acciones por parte de los sindicalistas y anarquistas que se conoce como el trienio bolchevique. Alarmados por el éxito sindical, la patronal catalana decidió acabar con la CNT asesinando a sus dirigentes.
En resumidas cuentas se hizo patente la crisis de liberalismo español, sin que de ello surgiera una alternativa clara.

Comentario del texto 4: Manifiesto de Primo de Rivera tras el Golpe de Estado (13 de septiembre de
1923)
El texto comentado trata del Golpe de Estado que dio el general Primo de Rivera y Orbaneja en 1923 con el fin de restablecer el sistema político de la restauración con sentido democratizador.
El texto se divide en tres párrafos. En la primera ataca al sistema político de la restauración, justificando el Golpe de Estado como la salvación de la Patria, que sobrepasa la legalidad. Quiere tomar medidas extremas, llegando a una dictadura militar. Aclara que no era su deseo violar la constitución pero se vio obligado, haciendo referencia a los políticos elegidos democráticamente, que son los responsables del cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el en año 98, refiriéndose al desastre del 98 en la cual España perdió las colonias de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Estas desdichas han continuado con la aparición de independentistas, terroristas, desordenes públicos e incluso enfrentamientos políticos. Pasa a criticar al turnismo, a lo que llama la tupida red de concupiscencias. Dice que mediante este sistema político en España gobiernen los que ellos dicen que no dejan gobernar aludiendo a los propios líderes políticos que están enfrentados entre ellos pero que gracias al sistema se avienen fáciles y contentos al turno pacífico y reparto a pesar del descontento del pueblo español que insistía en la necesidad de un cambio y reforma.
En el segundo párrafo explica los objetivos que se propone durante su mandato. Con el fragmento gobernar nosotros u hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina se refiere al mandato de los militares, junto con hombres civiles que compartan sus mismos principios y valores. Afirma que no piensa permitir sublevaciones que puedan dañar su dictadura, justificando sus actos por España y por el Rey.
El tercer párrafo sigue nombrando causas de un modo más enérgico de forma que consiga llegar hasta el pueblo sano, aquellos que todavía no han sido corrompidos políticamente. Da una lista de males que piensa impedir como asesinatos, atracos, corrupción y rastreras intrigas políticas. Hace alusión a la tragedia de Marruecos, la derrota en Annual que se produjo cuando marroquíes atacaron un ferrocarril español. Pretende mejorar la producción agraria e industrial, acabar con otros sistemas políticos (impune propagando comunista) y todo tipo de nacionalismo ya que al ser dictador es centralista (descarada propagando separatista), culturizar al pueblo al que tacha de incultos e imponer la religión cristiana ya que culpa al pueblo de impiedad.
Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, que vivió entre 1870 y 1930 fue militar y político español. Defendía el orden, la disciplina y el amor a la Patria. Creció en plena época de Restauración, en una familia de tradición militar, lo cual influirá bastante en su vida, sobre todo debido a su tío, Fernando Primo de Rivera, que le dejó el título de marqués de Estella al fallecer en Annual en 1921.
El 13 de septiembre de 1923, tras la consulta al resto de los capitanes generales y con el visto bueno del propio rey Alfonso XIII, proclamó la dictadura a causa del fracaso del bipartidismo, el problema de Marruecos, la generalización de los desordenes públicos y el terrorismo anarquista. Sus objetivos eran acabar con la Restauración de 1875, acabar con el problema de Marruecos, garantizar el orden público y eliminar el terrorismo y el anticlericalismo.
El periodo en que Primo de Rivera ejerció el poder en España, durante el cual se suspendió la vigencia de la Constitución de 1876, ha quedado dividido por la historiografía en dos etapas muy bien definidas: la del Directorio Militar (1923−1925) y la del Directorio Civil (1925−1930), diferenciadas ambas por los dos gobiernos distintos designados por él.
Al ver que la oposición crecía y que no contaba con el apoyo de sus propios compañeros de armas, Primo de Rivera presentó al rey Alfonso XIII su renuncia el 28 de enero de 1930, dejando tras de sí todo un cúmulo de problemas: nacionalismo, obrerismo, crisis económica e incluso la misma viabilidad del sistema monárquico. Falleció el 16 de marzo de 1930 en París.

COMENTARIO DEL TEXTO 5: MANIFIESTO DE ALFONSO XIII
Este es un texto de Alfonso XIII, rey que asumió la corona a los 16 años de edad. Dicho texto fue publicado en el diario ABC en Madrid el 17 de abril de 1931. Es una declaración de intenciones en las que el autor deja claro cual es su postura y manifiesta la decisión tomada.
Es un texto de largo alcance porque iba principalmente destinado al Gobierno; pero también a la Nación.
El 13 de septiembre de 1923, el general Primo de Rivera dio un golpe de Estado. Primo de Rivera siempre mostró simpatía por el rey, por lo que este le apoyó; pues Alfonso XIII deseaba un gobierno autoritario y estaba identificado con la mentalidad e ideas de los mandos militares. El rey aceptó con satisfacción los hechos y encargó la formación de gobierno a Primo de Rivera. El pronunciamiento militar triunfó sin oposición y sin derramamiento de sangre, Alfonso XIII se convirtió en responsable directo tanto del éxito del golpe de Estado como del mantenimiento de la dictadura militar.
Después de la renuncia de Primo de Rivera, el rey nombró jefe de gobierno al general Dámaso Berenguer y ya en 1931 el almirante Aznar sustituyó a Berenguer al frente de un nuevo gobierno que convocó elecciones municipales para el 12 de abril. Por sorpresa para el rey, tanto los republicanos como los socialistas vencieron en las elecciones.
Si analizamos el texto observamos como en el primer párrafo Alfonso XIII a través de la frase no tengo hoy el amor de mi pueblo da la razón por la cual el va a suspender el ejercicio del poder real y abandonar España.
Pues con los resultados de las elecciones en las que ganaron tanto los republicanos como los socialistas, él observó que la voluntad del Pueblo era totalmente distinta a la política que él había estado llevando a lo largo de su reinado. Aunque deja claro que él siempre intentó servir a España, intentó defender el interés público.
En el segundo párrafo, observamos como el rey pide disculpas por sus errores, tales como, el tratamiento del problema marroquí y en general su poca competencia en cuanto a los problemas coloniales, así como los problemas sociales y de orden público como las huelgas producidas en 1929 y sobre todo el apoyo a la dictadura de Primo de Rivera. Estas disculpas las pide a través de la siguiente frase: nuestra patria se mostró en todo momento generosa ante las culpas sin malicia.
En el tercer párrafo, el rey deja claro que se va por no producir una guerra civil, que abandona España para no lanzar a un compatriota contra otro; pero que si el quisiera, el podría mantenerse en el poder. También declara que no renuncia a sus derechos que estos son acumulados a lo largo de la historia y que siempre los llevará consigo, que el hecho de abandonar España es simplemente por no causar una guerra que enfrente a los españoles.
En el cuarto párrafo Alfonso XIII, declara que mientras habla la Nación; el ejercicio de Poder Real es suspendido, reconociendo así la Soberanía popular del Pueblo.
Para terminar Alfonso XIII deja claro que con su decisión la toma por el amor que siente hacía la Patria.
Entre las causas de este texto debemos distinguir entre las causas nacionales e internacionales:
− Entre las causas nacionales encontramos el creciente número de opositores al régimen.
El deterioro de las relaciones de Primo de Rivera con Alfonso XIII
* La reaparición de los conflictos sociales y de las huelgas de 1929.
* Las crecientes dificultades financieras y presupuestarias del Estado.
* La pérdida del apoyo de los mandos del Ejército, que retiraron su confianza a Primo.
* La enfermedad del dictador.
− En cuanto a las causas internacionales destacamos:
* La crisis de 1928 que afectó a todos los países.
Las consecuencias de todos estos hechos fueron la llegada triunfal de la II República que iba a estar constituida por dos elementos fundamentales que son los partidos y la Constitución de 1931, así como un intento de construcción de una democracia real.

COMENTARIO TEXTO 6: EL PROBLEMA AGRARIO
El presente texto es un fragmento político extraído del libro “Causas de la guerra en España”, publicado en 1939(final de la guerra civil). El libro fue escrito por Azaña, republicano y jefe de gobierno durante el Bienio Reformista y en 1936, durante el gobierno del Frente Popular. Con este texto de carácter publico, el autor quería justificar la reforma agraria.//En el primer párrafo, Azaña habla sobre la implantación de la Republica, que fue instaurada “sin causar victimas ni daños”, y cuya misión era la de “satisfacer las exigencias mas urgentes del pueblo. Esta imposición fue ampliamente aceptada a pesar de que no era un modelo de legalidad, puesto que las elecciones celebradas fueron municipales, y no un referéndum y además fue ganado por el conjunto monárquico. ///En el segundo párrafo habla de los “contrastes más violentos” entre los niveles de renta. Estos contrastes eran principalmente entre las ciudades adaptadas “a todos los usos de la civilización contemporánea” y el campo, con “aldeas que parecen detenidas en el siglo XV”. A pesar de esto, las diferencias existían entre las ciudades, ya que el poder lo concentraban en Madrid, por se la capital de Estado, País Vasco y Cataluña, dado al proceso de industrialización. Además para solucionar los problemas agrarios antes hay que solucionar el problema de la estructura de la propiedad, ya que es demasiado extremista. Por un lado hay minifundios donde” la tierra esta desmenuzadas en pedacitos” (Galicia, Asturias…) y por otro donde el latifundista “detenta en una sola mano todo el territorio de un pueblo” (Extremadura, Andalucía...). ///Por ultimo Azaña plantea el problema agrario como objetivo que debía abordar un buen gobierno, para ser más precisos, el de los braceros. Y es que “El paro […] era enorme […] en la explotación de la tierra”, debido a que había un paro periódico durante cuatro o cinco meses del año” ya que solo hacia falta mano de obra en la recolección de trigo, oliva, etc. Según el autor, esto debería solucionarse independientemente de si están los socialistas gobernando (“con socialistas ni sin socialistas”) //Estas reformas agrarias consistieron en una redistribución de la propiedad para satisfacer a los jornaleros sin tierras. Se conseguían los terrenos mediante la expropiación a cambios de indemnizaciones. Como se intentó aplicar a todo el país de forma simultanea, los trámites se realizaban con una lentitud excesiva y tenia una gran oposición, casi interrumpiéndose con el Gobierno de centro-derecha. al final hubo muchos menos asentamientos de los previstos, dejando insatisfechos tanto a los jornaleros como a los terratenientes. (Después de dos años, solo 12.000 familias tuvieron asentamientos).

TEXTO. “RESOLUCIÓN DE LA ONU SOBRE LAS RELACIONES CON ESPAÑA”.
Se
trata de un documento histórico de carácter político. Se trata de una resolución, es decir, un acuerdo y declaración solemne y política, adaptada por la Organización de Naciones Unidas el 12 de diciembre de 1946. La resolución está firmada por la Asamblea General de la ONU, un órgano representativo de todos los países miembros. Es una fuente primaria acerca de las relaciones exteriores de la España franquista en ese período.
En esta Resolución se reconoce el carácter fascista y no representativo del régimen franquista y, por tanto, la imposibilidad de su admisión en la ONU. Al mismo tiempo recomienda a los países miembros que aíslen a España mientras se mantenga esa situación.
Las ideas expresadas en el texto son:
Se considera al régimen de Franco fascista. Las características en las que se basan son:
Gobierno autoritario encarnado en la figura de Franco.
Partido único: con la fusión de la FET y las JONS (Movimiento Nacional)
Represión a gran escala de toda oposición.
Sindicato vertical, jerarquizado y único, controlado por el Estado.
También se critica la ayuda de Franco a las potencias del Eje durante la II Guerra Mundial. Aunque se había declarado neutral, permite a los submarinos alemanes que reposten en aguas españolas.
La Asamblea consideraba que el gobierno de Franco no es representativo del pueblo español ya que se implantó tras un golpe de Estado que degeneró en una Guerra Civil, por lo que se le niega la admisión en la ONU. Se produce un aislamiento político y económico que impide a España beneficiarse de créditos y ayudas internacionales. Esto al menos hasta que se establezca un gobierno legítimo y representativo.
Por esta época Franco intenta “democratizar” el régimen de cara al exterior y, para ello, crea “El Fuero de los Españoles”. En realidad, Franco no pretendía esa democratización.
Por último la Asamblea recomienda la retirada de los embajadores acreditados en Madrid.
El texto acaba tras el final de la II Guerra Mundial, donde el nuevo orden internacional consideraba enemigo al régimen español por su apoyo al Eje.
Esto significó un bloqueo diplomático y económico atenuado ya que los suministros de petróleo y productos básicos nunca se paralizaron gracias a la Argentina de Perón.
A finales de 1947 empezó a advertirse algunos cambios de actitud de las Naciones Unidas hacia España. Esto se debió al comienzo de la “Guerra Fría” entre EEUU y la URSS.
A partir de 1848 se abre la frontera francesa y se produce el reconocimiento internacional entre 1951 y 1959 con los acuerdos con Estados Unidos. La naciones democráticas acogen el régimen autoritario gracias al apoyo del Vaticano y de Estados Unidos, aunque sin mucha convicción. Los acuerdos con Estados Unidos establecían una política de defensa y ayuda económica a cambio de autorizar a los americanos a instalar bases militares en Rota, Torrejón… que podrían utilizarse en caso de ataque de la URSS a Occidente.

COMENTARIO DE TEXTO.
LEY OGARQUICA DEL ESTADO.
Es un texto político, jurídico que pertenece a la Ley Orgánica del Estado. Con esto se pretendía culminar el proceso de institucionalización del Estado Franquista.
Se realizó pensando en atenuar la imagen autoritaria del régimen, para así poder perpetuarlo.
La idea principal que recoge el texto son los poderes que asume el jefe del Estado como representante supremo de la nación en esta democracia orgánica.
En el texto se menciona, 1º, que el Estado personifica la soberanía nacional, por tanto no es popular, esto explica la no existencia de una participación del pueblo al no existir el sufragio universal y una constitución que lo ampare. Pero como se trata de de eliminar los vestigios de terminología autoritaria o fascista que aun tiene, el Régimen lo califica como “Democracia Orgánica” en la que la representación no es popular, si no que recala en la familia, en el municipio y en el sindicato vertical “controlada por el Estado”.
El jefe del Estado tiene poderes casi absolutos ya que centra en su persona el poder político, legislativo y ejecutivo, así mismo controla la justicia “se administra justicia y vela por las consecuencias del orden público”
Habla aquí de las funciones que le compite al jefe de estado, aparece como cargo separado y funciones especiales del presidente del gobierno.
Esta Ley Orgánica junto con leyes fundamentales son consideradas como los textos constitucionales españoles, aunque vuelvo a repetir que no es una constitución al no existir soberanía popular, por tanto la estructura la estructura básica del sistema autoritario permanece, imponiéndose la corriente inmovilista sobre la progresista que quería una población política mayor e integrarla en Europa.
En septiembre de 1967, Carrero Blanco fue nombrado vicepresidente del gobierno y ocupa una posición muy por encima de los demás consejeros y miembros del gabinete.
En estos años la conflictividad social crece en la universidad y en los medios obreros pidiendo la democratización.

CINE:

La forja de un rebelde -

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