El Cid
(1961) De: Anthony Mann PAÍS Estados Unidos . GÉNERO Aventuras
SINÓPSIS
En la segunda mitad del siglo XI, Rodrigo Díaz de Vivar, que más tarde sería conocido como "El Cid Campeador", se alzó sobre las disensiones de dos culturas para hacer frente a un enemigo que amenazaba con destruirlas. El primer encuentro del joven Rodrigo con los moros tiene lugar durante una excursión a las posesiones de la familia de su prometida. Muchas y muy diversas aventuras esperan al Cid: las intrigas con el conde García Ordóñez, el desafio del rey Ramiro de Aragón, sus amores con Jimena y la muerte del rey Fernando I, entre otras.
Ésta es la historia de una mujer que decidió ser la dueña de su propio destino sin saber los muchos sacrificios que eso iba a conllevar, que no fueron pocos. Vio destrozada su infancia al ser arrebatada de su madre enferma y fue obligada a ir a vivir a la Corte por su hermanastro el rey Enrique IV.
Sufrió la pérdida de su hermano Alfonso, por delante suyo en la línea sucesoria, y tomó, con apenas 16 años, decisiones claves tras una cruenta guerra civil. Rechazó hasta poner en peligro su vida aceptar ninguna imposición de boda, defendiendo su derecho a elegir esposo (Fernando de Aragón).
Soportó, tras su boda, maledicencias y limitaciones económicas. Tuvo que manejar diplomacia con una dureza de carácter capaz de poner firmes a un ejército (y a su propio marido, si hacía falta). Y todo, por una obsesión: ser reina.
Todo esto cuenta Isabel. Pero, esencialmente, más allá de los hechos históricos, narra las pasiones, emociones y renuncias de una mujer adelantada a su tiempo que rechazó ser figura decorativa y moneda de cambio. De una mujer, con sus defectos y virtudes, que alcanzó un poder sólo destinado hasta entonces a los hombres. Y que no tardaría en afrontar retos que nadie podía imaginar.
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Isabel
La apasionante lucha de una mujer por llegar a ser reina. Ésta es la historia que cuenta Isabel en su primera temporada. Concretamente lo hace desde su formación, siendo apenas una niña hasta su coronación con apenas 23 años, un periodo clave para entender la personalidad de la que luego fue llamada Isabel la Católica.
Ésta es la historia de una mujer que decidió ser la dueña de su propio destino sin saber los muchos sacrificios que eso iba a conllevar, que no fueron pocos. Vio destrozada su infancia al ser arrebatada de su madre enferma y fue obligada a ir a vivir a la Corte por su hermanastro el rey Enrique IV.
Sufrió la pérdida de su hermano Alfonso, por delante suyo en la línea sucesoria, y tomó, con apenas 16 años, decisiones claves tras una cruenta guerra civil. Rechazó hasta poner en peligro su vida aceptar ninguna imposición de boda, defendiendo su derecho a elegir esposo (Fernando de Aragón).
Soportó, tras su boda, maledicencias y limitaciones económicas. Tuvo que manejar diplomacia con una dureza de carácter capaz de poner firmes a un ejército (y a su propio marido, si hacía falta). Y todo, por una obsesión: ser reina.
Todo esto cuenta Isabel. Pero, esencialmente, más allá de los hechos históricos, narra las pasiones, emociones y renuncias de una mujer adelantada a su tiempo que rechazó ser figura decorativa y moneda de cambio. De una mujer, con sus defectos y virtudes, que alcanzó un poder sólo destinado hasta entonces a los hombres. Y que no tardaría en afrontar retos que nadie podía imaginar.
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