LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA
RECUERDA: Introduce o contextualiza, Analiza o clasifica, comenta, y concluye.
El Mensaje de la Corona a las Cortes tras prestar su juramento (1975)
“Una figura excepcional entra en la historia. E1 nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español y un hito al que será imposible dejar de referirse para entender la clave de nuestra vida política contemporánea. Con respeto y gratitud quiero recordar la figura de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del Estado. (…)
Pido a Dios su ayuda para acertar siempre en fas difíciles decisiones que, sin duda, el destino alzará ante nosotros. Con su gracia y con el ejemplo de tantos predecesores que unificaron, pacificaron y engrandecieron a todos los pueblos de España, deseo ser capaz de actuar como moderador, como guardián del sistema constitucional y como promotor de la justicia. Que nadie tema que su causa sea olvidada; que nadie espere una ventaja o un privilegio. Juntos podremos hacerlo todo si a todos damos su justa oportunidad. [...]
Soy plenamente consciente de que un gran pueblo como el nuestro, en pleno periodo de desarrollo cultural, de cambio generacional y de crecimiento material pide perfeccionamientos profundos. Escuchar, canalizar y estimular estas demandas es para mi un deber que acepto con decisión.
Un orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del Reino y del Estado las peculiaridades regionales, como expresión de la diversidad de pueblos que constituyen la sagrada realidad de España. El Rey quiere serio de todos a un tiempo y de cada uno en su cultura, en su historia y en su tradición.
La Corona entiende, también, como deber fundamental, el reconocimiento de los derechos sociales y económicos, cuyo fin es asegurar a todos los españoles las condiciones de carácter material que les permitan el efectivo ejercicio de todas sus libertades. [. .] El Rey [...] expresa su más respetuosa consideración para la Iglesia [...]. El respeto a la dignidad de 1a persona que supone el principio de libertad religiosa es un elemento esencial para la armoniosa convivencia de nuestra sociedad”.ANÁLISIS DEL TEXTO
1. Clasifique el texto explicando: tipo de texto, circunstancias concretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se escribió.
Estamos ante una fuente primaria de claro carácter político. Es un fragmento del discurso que Juan Carlos de Borbón dio ante las cortes franquistas al asumir la Jefatura del Estado, dos días después de la muerte del dictador. Son momentos de inquietud y esperanza en el país.
La mayor parte de la población teme alguna reacción violenta de los sectores radicales, pero a la vez desea un cambio. Los partidarios del régimen comienzan a escindirse. Por una lado, los radicales se enquistan en sus posiciones, mientras que los más moderados buscan una salida negociada hacia un sistema que les acerque más a Europa occidental. La oposición comienza a organizarse y agruparse, se sienten cada vez más fuertes pero esperan poco del aparato del régimen y temen la reacción del ejército.
Juan Carlos era hijo de Juan de Borbón, legitimo sucesor de los derechos dinásticos de la casa real española. Se educa en España bajo la tutela de Franco, quien lo utiliza para no romper con los monárquicos. En 1969 el anciano dictador le nombra su heredero, pues desea perpetuar su régimen bajo la forma de una monarquía autoritaria. La muerte de Carrero Blanco da una mayor libertad de acción al príncipe, que va a demostrar tener un criterio propio durante el tiempo que asumió de forma interina la jefatura del estado. Este texto se escribe para dar a conocer cuales van a ser las líneas generales de gobierno del nuevo rey. Su carácter es público, teniendo en su momento una amplísima difusión.
2. Indique y explique las ideas que aparecen en el texto y resuma su contenido.
En el texto Juan Carlos de Borbón anuncia cuáles son sus intenciones. Sin romper con el pasado al que pertenece, – él llegaba a la jefatura del estado por decisión de Franco-, hace una serie de claros guiños hacia la oposición democrática como son el anuncio de un sistema constitucional, cambios sociales, reconocimiento de la diversidad de España, derechos económicos y sociales y libertad religiosa, aunque no de una manera clara.
El fragmento se inicia con una referencia al anterior jefe del estado. Sus palabras son medidas, pues no cae en los panegíricos que durante esos días se le estaban tributando desde todo tipo de tribunas, recoge la importancia que tuvo la persona que durante casi cuarenta años (1936-1975) había regido el país con mano de hierro a través de una dictadura personalista. Juan Carlos de Borbón recibía el poder de él y el auditorio al que se dirigía, las Cortes franquistas, se sentían los depositarios del sistema que había creado. Por eso habla de “gratitud y respeto” cuando se refiere al “caudillo”.
En el siguiente párrafo seleccionado trata de adelantar cual va a ser su papel en el nuevo periodo que se abre tras la muerte del anciano dictador. En él ya perfila su papel de rey constitucional.
Las referencias al proceso de cambio social y económico que ha estado viviendo España desde los años 60 son la parte principal del tercer párrafo del texto. Son años en los que el desarrollismo ha producido importantes cambios en las estructuras económicas y en las mentalidades. La clase media ha crecido considerablemente gracias a un proceso de industrialización rápido y lleno de desequilibrios. La llegada del turismo y la apertura a Europa ha llenado a los españoles de nuevas ideas que chocan con las concepciones impuestas por el clero más tradicionalista y por los órganos de poder. La nueva sociedad que se va abriendo camino, especialmente la urbana, que ya es mayoría frente a la rural, reclama mayores libertades y no se adecua a un régimen cuyos principios ideológicos siguen anclados en el pasado más dramático del país.
Esos cambios no pasan por tocar el “status” de España como unidad indivisible, algo impensable en aquel momento por gran parte de la población. Esta reafirmación de la unidad de España no impide que se reconozca parcialmente la diversidad que existe en el país. La solución a esta aparente contradicción sería en el futuro el estado de las autonomías.
Los derechos sociales y económicos y la libertad religiosa son otros de los aspectos recogidos en los fragmentos del discurso del monarca español. Los dos primeros son una muestra de la preocupación del momento, al encontrarse el país sumido en una crisis económica, la del petróleo, agravada en España por los desequilibrios en el proceso de crecimiento. A la vez, el reconocimiento de estos derechos adelanta la línea a seguir, que es la encabezada por Europa occidental en la segunda mitad del siglo XX, la del “Estado del Bienestar” en donde el estado debe hacerse cargo de las necesidades de sus ciudadanos. El reconocimiento de la libertad religiosa es importante en un país en donde hasta finales de los 60 no se había establecido ésta de forma muy parcial. El nacional-catolicismo había impregnado al régimen hasta el final, y los españoles encontraban amplias dificultades para salirse de los dogmas de la Iglesia Católica.
Don Juan Carlos I es proclamado Rey de España
"Hoy comienza una nueva etapa de la Historia de España. Esta etapa, que hemos de recorrer
juntos, se inicia en la paz, el trabajo y la prosperidad fruto del esfuerzo común y de la decidida
voluntad colectiva.
La institución que personifico integra a todos los españoles y hoy, en esta hora tan
trascendental, os convoco porque a todos nos incumbe por igual el deber de servir a España.(...)
La Patria es una empresa colectiva que a todos nos compete. Su fortaleza y su grandeza deben
de apoyarse por ello en la voluntad manifiesta de cuantos la integramos.(...)
Insistamos en la construcción de un orden justo. Un orden justo, igual para todos, permite
reconocer dentro de la unidad del Reino y del Estado las peculiaridades regionales, como expresión de la diversidad de pueblos que constituyen la sagrada realidad de España. El Rey quiere serlo de todos a un tiempo y de cada uno en su cultura, en su historia y en su tradición.(...)
La Corona entiende, también, como deber fundamental el reconocimiento de los derechos
sociales y económicos, cuyo fin es asegurar a todos los españoles las condiciones de carácter material
que les permitan el efectivo ejercicio de todas sus libertades.(...)
Una sociedad libre y moderna requiere la participación de todos en los foros de decisión, en
los medios de infor mación, en los diversos niveles educativos y en el control de la riqueza nacional.
Hacer cada día más cierta y eficaz esa participación debe ser una empresa comunitaria y una tarea de
Gobierno.(...)
Europa deberá contar con España y los españoles somos europeos. Que ambas partes así lo
entiendan y que todos extraigamos las consecuencias que se derivan es una necesidad del momento."
Primer mensaje del rey Juan Carlos en las Cortes; 22 de noviembre de 1975
“Si la sociedad española aspira a una normalización democrática, vamos a tratar de conseguirla. Si se ha iniciado como tarea urgente la reforma política vamos a acelerarla con el realismo que nuestro tiempo exige (...). La tarea, hoy como ayer, se sigue llamando España. La ilusión, como siempre, es hacerla digna en su sentido nacional, próspera en lo económico, justa en lo social y habitable con honor para todos. Vamos a intentarlo juntos. Muchas gracias.”
Adolfo Suárez, presidente: Alocución televisada del 6-VII-1976
“Reclamamos el derecho a esgrimir, frente a las banderas rojas, las banderas de esperanza y realidades que izamos el 18 de julio de 1936, aunque a ello se opongan los falsos liberales o quienes, infiltrados en la Administración o en las esferas del poder, sueñan con que suene vergonzante la campanilla para la liquidación en almoneda del régimen de Francisco Franco. Nos incumbe un grave compromiso en esta hora; os diré más; nos incumbe la misma responsabilidad que por razones de honor nos echó al monte en 1936. Hemos de mantener la vigilancia permanente ordenada por Franco sobre aquellos que, por su ideología, son enemigos conjurados de España.”
Palabras de José Antonio Girón de Velasco. Diciembre de 1975
Artículo 1º, 1) La democracia en el Estado español se basa en la supremacía de la Ley, expresión de la voluntad soberana del pueblo... 2) La potestad de elaborar y aprobar las leyes reside en las Cortes. El Rey sanciona y promulga las leyes.
Artículo 2º. 1) Las Cortes se componen del Congreso de los Diputados y del Senado. 2) Los diputados del Congreso serán elegidos por sufragio universal, directo y secreto de los españoles mayores de edad. 3) Los senadores serán elegidos en representación de las entidades territoriales...
Disposiciones transitorias.- Primera. El gobierno regulará las primera elecciones a Cortes para constituir un Congreso de 350 diputados y elegir 207 senadores a razón de cuatro por provincia y uno más por cada provincia insular, dos por Ceuta y dos por Melilla. Los senadores serán elegidos por sufragio universal...
Disposición final. La presenta ley tendrá rango de Ley Fundamental.
Ley para la Reforma política. 1976
Los pactos de la Moncloa
" 1. Durante los días 8 y 9 de octubre se han reunido en el palacio de la Moncloa los
representantes de los diversos partidos políticos, con representación parlamentaria, con el Presidente
del Gobierno y otros miembros de éste, a los efectos de conocer y examinar como primer punto del
orden del día el programa de saneamiento y reforma económica. Se ha producido un amplio y extenso
debate sobre los objetivos, instrumentos y medidas previstas en el referido programa, habiéndose
aportado por los representantes de los partidos políticos presentes los motivos de discrepancia y de
consenso.
2. Un primer aspecto en el que se ha alcanzado una base de entendimiento ha sido el
diagnóstico de la situación económica del país, calificada como grave debido a la confluencia de
diversas crisis La confluencia en este diagnóstico debe servir, a juicio de los reunidos, de base para
adoptar las medidas que, dentro del marco de una economía de mercado, resultan imprescindibles
para sanear y reformar la actividad económica y que puedan permitir su superación y consiguiente
relanzamiento.
3. Ha sido motivo de especial consenso la necesidad de que los costes derivados de la
superación de la crisis sean soportados equitativamente por los distintos grupos sociales, así como la
exigencia de democratización efectiva del sistema político y económico que ello habrá de comportar
para su aceptación por el conjunto de la sociedad.
4. Todos los partidos políticos presentes en la reunión coinciden con el Gobierno en la
necesidad de una serie de medidas monetarias, financieras y de empleo, predominantemente a corto
plazo, que permitirían restablecer en un periodo de dos años los equilibrios fundamentales de la
economía española, aminorando la inflación, reduciendo el paro y mejorando la situación de la
balanza de pagos [. . . ]
Pactos de la Moncloa, Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía, 9 de octubre de 1977.
“.Un primer aspecto en el que se ha alcanzado una base de entendimiento ha sido el diagnóstico de la situación económica del país, calificada como grave debido a la confluencia de diversas crisis. La confluencia en este diagnóstico debe servir, a juicio de los reunidos, de base para adoptarlas medidas que, dentro del marco de una economía de mercado, resultan imprescindibles para sanear y reformar la actividad económica y que puedan permitir su superación y consiguiente relanzamiento. […]
4. Todos los partidos políticos presentes en la reunión coinciden con el Gobierno en la necesidad de una serie de medidas monetarias, financieras y de empleo, predominantemente a corto plazo, que permitirían restablecer en un periodo de dos años los equilibrios fundamentales de la economía española, aminorando la inflación, reduciendo el paro y mejorando la situación de la balanza de pagos (...)”
Pactos de la Moncloa. Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía, 9 de octubre de 1977.
“Como declaró en Madrid Maurice Duverger "la mejor Constitución para un país es aquella que no satisface plenamente a todos los grupos políticos, pero que tampoco les disgusta del todo". El compromiso de todos los partidos presentes en el Parlamento era harto problemático por definición. Casi se le podría definir como una carambola a seis bandas: UCD, PSOE, AP, PCE y minorías vasca y catalana. El pacto constitucional era no sólo deseable, sino imprescindible, al menos en la medida precisa para que la Constitución no "disgustase del todo" a ninguna fuerza política importante...Pero el consenso no es, de otra parte, una medicina milagrosa que se pueda aplicar en todo tiempo y lugar sin que sufra trastornos la vida democrática. Y, por último, la gran cuestión que queda abierta es si la transacción constitucional llevada a cabo, que es reflejo de una coyuntura parlamentaria pasajera ( y, por supuesto, no repetible al ciento por ciento en próximas legislaturas), de una situación que se ha de esfumar con el transcurso del tiempo, se tiene en pie por sí misma, posee la suficiente lógica interna, merece un juicio positivo desde la óptica de la ciencia jurídico-política, va a permitir que el país sea bien gobernado con progreso, paz, justicia y libertad, y, en suma, va a obtener el respeto profundo de la totalidad de nuestro pueblo e incluso el de las próximas generaciones.”
Javier Tussell, historiador
“Las instituciones políticas del actual régimen democrático son un resultado de opciones tomadas durante la transición de la segunda mitad de los años setenta. En particular, son una consecuencia del papel predominante de los reformistas del franquismo en aquel proceso y del miedo a la guerra civil que atenazó a todos los actores del mismo.”
Josep M. Colomer. El régimen político de la transición.
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Constitución española de 1978
Artículo 1. 1. España se constituye en un Estado social y democrático de derechos, que
propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el
pluralismo político. 2. La soberanía nacional reside en el pueblo, del que emanan los poderes del
Estado. 3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
Artículo 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española,
patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de
las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
Artículo 3. 1. El castellano es la lengua española oficial del Estado (…). 2. Las demás
lenguas españolas también serán oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas (…). 3. La
riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto
de especial respeto y protección.
Artículo 6. Los partidos políticos expresan el pluralismo político (…).
Artículo 7. Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la
defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios (…).
El rey a los líderes políticos tras el 23-F
"Pasados los difíciles momentos que hemos vivido y que ha vivido España en las ultimas
horas, quiero hacer constar, por medio de estas líneas a las que doy lectura, mi satisfacción por
haber superado una situación llena de inquietudes y peligros. He vivido con vosotros la tensión
del encierro forzoso en el Palacio del Congreso y os felicito y me felicito por el resultado de tan triste
aventura.
Por mi parte, hube de tomar las determinaciones oportunas con la máxima decisión, y mi
postura se refleja con claridad en el breve mensaje que dirigí a los españoles, a través de la televisión.
Quiero llamar la atención de todos sobre la trascendencia de los acontecimientos que
acaban de tener lugar, y no podemos olvidar que aun cuando se hayan solucionado los problemas
que tanto nos preocuparon se ha creado una situación delicada que es preciso abordar con la
máxima serenidad y mesura. Sería muy poco aconsejable una abierta y dura reacción de las
fuerzas políticas contra los que cometieron los actos de subversión en las últimas horas. Pero aún
resultaría más contraproducente extender dicha reacción con carácter de generalidad a las Fuerzas
Armadas y de Seguridad.
De la misma manera que el Rey está muy satisfecho por no haber perdido la calma [...] es
necesario que todos los grupos políticos mantengan ahora la misma serenidad y prudencia.
El Rey os lo pide encarecidamente en pro del mantenimiento del orden constitucional, de
la democracia y de la paz. De lo ocurrido será preciso extraer meditadas consecuencias para
determinar futuras normas de conducta. Mantenido el orden democrático, invito a todos a la
reflexión y a la reconsideración de posiciones que conduzcan a la mayor unidad y concordia de
España y de los españoles.
Las responsabilidades por las actuaciones que se han producido se determinarán de
conformidad con las normas aplicables por la jurisdicción competente y con el vigor que fuese
justamente necesario.
La Corona se siente orgullosa de haber servido a España con firmeza y en el
convencimiento de que la vida democrática y el respeto estricto a los principios constitucionales es
la voluntad mayoritaria del pueblo español.
Sin embargo, todos deben estar conscientes, desde sus propias responsabilidades, que el Rey
no puede ni debe enfrentar reiteradamente, con su responsabilidad directa, a circunstancias de tan
considerable tensión y gravedad.[…].”
El ingreso de España en la CEE
“De 1982 a 1985 se mantuvo el consenso entre las fuerzas parlamentarias españolas en cuanto
a la necesidad de adherirse a la CEE. Las críticas de la oposición se dirigen a supuestas prisas del
Gobierno parea apuntarse el tanto de la adhesión durante aquella legislatura y a acusaciones de no
negociar mejor. Pero eran críticas menores y casi rituales. Había mucho apoyo parlamentario incluida
la oposición al Gobierno en su tarea negociadora, incluso muy explícitas a la tarea del ministro de
Exteriores en este período.
Cuando el Gobierno solicita en el Congreso autorización para firmar el Acta de Adhesión y los
Tratados se obtiene una unanimidad que no tiene precedentes en los otros países miembros; lo mismo
ocurrió en el Senado.
La impresión general, y así lo recogieron los medios de información, fue que con la
integración en Europa la democracia española estaba consolidada”.
Artículo de Fernando Morán, ministro de Asuntos Exteriores en el gobierno
socialista; en Historia de la democracia . Madrid, 1995
Decálogo del Gobierno González para la permanencia de España en la OTAN
1.- España, en cuanto Estado que forma parte del Tratado de
Washington, pertenece a la Alianza Atlántica y participa en sus órganos. En mi opinión, éste es un
punto de partida inexcusable para nuestro diálogo político y, con probabilidad, el de mayor grado
hipotético de consenso. Por tanto, estaría por la no denuncia del Tratado.
2.- España no se ha incorporado en la estructura militar integrada de la OTAN. En mi
opinión, no necesita hacerlo.
3.- España mantiene una relación bilateral con los Estados Unidos, que abarca aspectos
defensivos junto a otros. Actualmente se basa en el Convenio de 1982 y el Protocolo de
1983. En mi opinión, es necesario proceder a un ajuste en la dirección de una progresiva menor
presencia de fuerzas en nuestro territorio y de instalaciones de apoyo, de acuerdo con nuestros
intereses nacionales.
4.- Las Cortes han establecido la no nuclearización de España. En mi opinión, debe
mantenerse esta decisión prácticamente unánime de la Cámara.
5.- España ha firmado el Tratado de prohibición de pruebas nucleares y ha sometido sus
instalaciones nucleares al sistema de salvaguardas del Organismo Internacional de Energía
Atómica. En mi opinión, esto es suficiente, aunque no excluyo la consideración de la firma del
Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares en el futuro.
6.- España no forma parte de la Unión Europea Occidental, única organización
europea con competencias en materia de defensa. En mi opinión, la participación de España
sería deseable, aunque hay que ver antes los resultados de nuestra integración en la CEE.
7.- España tiene en su territorio una colonia británica integrada en el sistema de mandos
de la OTAN: Gibraltar. En mi opinión, teniendo en cuenta el nuevo estatus, debe avanzarse
hacia la solución definitiva del problema de la "Roca" y de su integración a la soberanía española.
8.- España trabaja activamente en la conferencia Europea de Desarme y ha presentado su
candidatura al Comité de Desarme de la ONU. En mi opinión, esta política debe proseguirse y
fortalecerse.
9.- El Gobierno español está desarrollando una red de convenios bilaterales en
materia de cooperación defensiva con otros países de Europa occidental, que nos permitan estrechar
las relaciones sin constituir tratados de alianza. En mi opinión, deben seguir desarrollándose estos
sistema de cooperación.
10.- Para concluir, y afectando al conjunto de lo ya expresado, nos encontramos en
un proceso ya avanzado de elaboración del Plan Estratégico Conjunto, elemento sustancial para la
comprensión cabal de nuestras necesidades y de nuestra misión. Debe, pues, ser objeto de este
diálogo que nos permita llegar a un consenso en materia de defensa en su defensa en su dimensión
interior y exterior .
Discurso de l Presidente del Gobierno en el Congreso de Diputados, el
23 de octubre de 1984. —Diario de Sesiones“, 24 de oc tubre de 1984 .
MUERE ADOLFO SUÁREZ (23-III-2014)El hombre que modernizó a España
21 de octubre de 1978. Adolfo Suárez saluda con los brazos en alto a los
militantes de UCD tras ser proclamado presidente del partido, en la
clausura del I Congreso. Chema Conesa
Puedo prometer y prometo...El histórico mensaje pronunciado por Suárez el 13 de junio de 1977 para solicitar el voto a UCD en las elecciones generales
"Buenas noches, señoras y señores:
PARA SABER MÁS, VER:Vengo a hablarles de un nuevo horizonte para España. Vengo a solicitar su voto para hacerlo posible. Vengo, como candidato, a pedir su voto para la Unión de Centro Democrático. No vengo con fáciles palabras a la conquista de votos fáciles. Sé muy bien —y lo demuestra la experiencia— que quienes alcanzan el Poder con demagogia terminan haciéndole pagar al país un precio muy caro. Lo primero que quiero advertir es que las elecciones no resuelven por sí mismas los problemas, aunque es el paso previo y necesario para su solución. Durante esta campaña electoral ustedes han oído y oirán muchos programas políticos. Pienso que todos se parecen demasiado; que todos los partidos predican aparentemente lo mismo. Quizá esto ha provocado la incredulidad y desconfianza de los ciudadanos, porque sabemos que todo no se puede hacer de la noche a la mañana. Tiene, sin embargo, una ventaja, que es la de saber con certeza cuáles son nuestros problemas. Efectivamente, ya nadie duda de que hay que eliminar muchas deficiencias y muchas injusticias. Desde la absurda discriminación de la mujer hasta la superación de todos los desequilibrios sociales, culturales y económicos. Creo, sin embargo, que todos estos problemas no se resuelven con palabras ni prometiendo a los ciudadanos que al día siguiente de las elecciones va a despertarse en el país de las delicias. Quienes han asistido a la penosa construcción de la España de hoy saben con cuánto esfuerzo se ha alcanzado las cotas de desarrollo en que estamos situados. Saben de la amargura de las familias rotas por la emigración. Saben de las horas de pluriempleo para alcanzar una mejor calidad de vida. Y saben también de la dureza de una libertad insuficiente y de los graves y difíciles momentos que hemos vivido en estos últimos once meses. Demasiado duro todo. Demasiado costoso todo para que ahora nos hagamos la ilusión de que existe una vara mágica para encontrar todas las soluciones inmediatamente. Por eso Unión de Centro Democrático no se presenta a ofrecer utopías. Formamos un equipo de hombres con experiencia política y de Gobierno capaces de dirigir los intereses de la Nación y de ser una vía segura a la democracia. A nuestra derecha existen partidos y coaliciones que propugnan reformas que nosotros consideramos absolutamente insuficientes y que tienen un talante político que juzgamos poco propicio al diálogo. A nuestra izquierda, los partidos más importantes ofrecen a corto plazo unos objetivos moderados, pero ellos mismos no ocultan que su meta es lograr una sociedad inspirada y dominada por la ideología marxista. Unión de Centro Democrático constituye la vía media, sin riesgos de improvisación o inexperiencias. Pretendemos hacer más cierta y eficaz la participación de todos los españoles, según señaló el Mensaje de la Corona. Creemos que España se debe construir con la colaboración de derecha y la izquierda, aunque defendemos un modelo de sociedad diferente. Y todo ello queremos lograrlo a través de la moderación, el diálogo y el pacto, porque nadie puede pretender que su verdad sea la única. No voy, por supuesto, a repetirles el programa de Unión de Centro Democrático. Pero sí quiero decirles que, si el país necesita reformas económicas y sociales y reformas profundas, pero con moderación y sin marxismo, en Unión de Centro Democrático está la ideología social democrática que las propugna. Que si a España le urge un talante liberal y no radical, en Unión de Centro Democrático están los partidos liberales de mayores credenciales. Que si en el país existe una concepción cristalina de las relaciones familiares y sociales, en Unión de Centro Democrático hay democracia cristalina. Que si el programa regional es una de las grandes cuestiones pendientes de solución, en Unión de Centro están partidos regionales que llevarán a las Cortes las ansias de que los pueblos de España tengan personalidad propia. Que, en fin, si este país necesita que se superen los enfrentamientos, que haya una síntesis de esas dos Españas de ingrato recuerdo, en Unión de Centro Democrático se unen los ideales de hombres que durante años lucharon en la oposición por la democracia y hombres que consideraron un deber participar dentro de la legalidad. Estos son los hombres para los que solicito su voto. En cuanto a mí, deseo expresar mi gratitud por el apoyo popular prestado al Gobierno durante estos once meses. Creo que he servido con honestidad y, desde luego, dedicando todo mi tiempo, segundo a segundo, a la tarea de gobernar y de sortear los riesgos y peligros que amenazaban el logro de estas elecciones y que todavía hoy pueden perturbarlas. No procedo ni estoy ligado a ningún sector privilegiado. Y mis cuentas están claras, como pueden ustedes comprobar en la declaración de bienes que en 1975, al ser nombrado ministro del primer Gobierno de la Monarquía, hice ante el notario de Madrid don José Luis Crespo Roméu. El candidato que les habla procede del medio rural y sabe de las penalidades del hombre del campo, que sigue esperando una mano redentora. Soy una persona normal y he procurado gobernar desde la normalidad. Escuché a todos e intenté hacer posible que todos los grupos, cualquiera que fuese su ideología, pudieran trabajar por España desde la legalidad. Acerté algunas veces, me habré equivocado en otras ocasiones. Pero pueden estar seguros de que nunca hubo improvisación en la tarea de gobierno. Como españoles creo que podemos tener el orgullo de que en estos once meses España ha empezado a contar positivamente en el mundo actual y este mundo haya comenzado a contar con España. Si ustedes desean mi sinceridad, les diré que aspiro a proseguir la tarea, porque tengo vocación política y para un político las dificultades de dirigir un país están compensadas por la satisfacción de trabajar por y para todos sus conciudadanos Creo modestamente que en esta nueva hora de España y al pedirles su voto, no traigo mis papales en blanco ni soy una incógnita. Prometimos normalizar nuestra vida política, gestionar la transición en paz, construir la democracia desde la legalidad, y creemos que, con las lógicas deficiencias, lo hemos conseguido. Prometimos que todas las familias políticas pudieran tener un lugar en las Cortes, y el miércoles pueden lograrlo. Pienso que ya está ordenado el mapa político español y se puede comenzar a construir sobre él. Esta España, que ya es políticamente de todos, debe comenzar a serlo también en lo social, en lo económico y en lo cultural. Pero quiero insistir, señoras y señores, en que nada va a ser fácil. No puedo asegurarles soluciones inmediatas y milagrosas ni que de la noche a la mañana se satisfagan todas las reivindicaciones, incluso las de estricta justicia. No puede asegurar que se arreglen rápidamente problemas que se vienen arrastrando desde hace muchos años, aunque la actual libertad de expresión los haga aparecer como nuevos. No puedo asegurarles nada de esto, porque somos un país con recursos limitados, con deficientes estructuras, con desigualdades irritantes y con una legislación que no se acomoda a la realidad de mil novecientos setenta y siete. Pero si ustedes nos dan su voto, Puedo prometer, y prometo, que nuestros actos de gobierno constituirán un conjunto escalonado de medidas racionales y objetivas para la progresiva solución de nuestros problemas. Puedo prometer, y prometo, intentar elaborar una Constitución en colaboración con todos los grupos representados en las Cortes, cualquiera que sea su número de escaños. Puedo prometer, y prometo, porque después de las elecciones ya existirán los instrumentos necesarios, dedicar todos los esfuerzos a lograr un entendimiento social que permita fijar las nuevas líneas básicas que ha de seguir la economía española en los próximos años. Puedo prometer, y prometo, que los hombres de Unión de Centro Democrático promoverán una reforma fiscal que garantice, de una vez para todas, que pague más quien más tiene. Puedo prometer, y prometo, un marco legal para institucionalizar cada región según sus propias características. Puedo prometer, y prometo, que trabajaremos con honestidad, con limpieza y de tal forma, que todos ustedes puedan controlar las acciones de gobierno. Puedo, en fin, prometer y prometo, que el logro de una España para todos no se pondrá en peligro por las ambiciones de algunos de los privilegios de unos cuantos. Señoras y señores: Hoy como candidato solicito su voto. Lo solicito para las candidaturas al Congreso que Unión de Centro Democrático presenta en toda España y para los hombres y mujeres de Unión de Centro Democrático que aspiran al Senado. Al hacerlo los convoco a un nuevo horizonte. Hemos sacado adelante la Reforma Política. Ahora debemos llevar adelante las demás reformas que este gran país y este gran pueblo necesitan. A ello les convoco. No los llamo a la comodidad, sino al esfuerzo y al trabajo para hacer una España mejor. Vamos a soportar sacrificios, ésta es la verdad. Pero lo soportaremos todos, sin una sola excepción. Con la asistencia de ustedes, desde la normalidad que estamos alcanzando, desde la moderación que nos inspira, desde el diálogo con todos los grupos y partidos, creo que seremos capaces de consolidar definitiva y firmemente una Monarquía democrática, capaz de dar respuesta realista a los problemas que nos acucian. Ese es, señoras y señores, nuestro horizonte. Y para ello les pido su voto. Muchas gracias". |
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