ARTE BIZANTINO
ESQUEMA
La basílica bizantina
Hagia Sofia (Santa Sofía). Constantinopla. Siglo VI
Iglesia de San Vital. Rávena. Siglo VI
San Apolinar Nuevo. Rávena. Siglo VI
San Apolinar in Classe. Rávena. Siglo VI
Catedral de San Marcos. Venecia. Siglo XI
Catedral de San Basilio. Moscú. Siglo XVI
La crisis iconoclasta
El icono bizantino: la pintura
El icono bizantino: el mosaico
Técnicas y características
Mosaico de Justiniano. San Vital
Mosaico de Teodora. San Vital
Mosaicos de San Apolinar Nuevo
Santa Sofía, en Estambul, convertida en mezquita tras la invasión otomana de 1453, se debe al ingenio de los arquitectos que, en tiempos del emperador Justiniano (año 537), idearon su vasta cúpula, que parece flotar sobre pechinas y pilares ocultos.
Características:
Responden a conceptos funcionales, simbólicos y estéticos que se gestan en los siglos VII al XI y perduran hasta el XVII.
Hace
dos tipos de aportaciones fundamentales: Soluciones técnicas para
los problemas de las cubiertas abovedadas, y crea un nuevo concepto
del espacio interior.
Utiliza
materiales variados, si bien son frecuentes los tubos de barro huecos
engarzados para las cúpulas, los ladrillos de Rodad, diez o doce
veces más ligeros que otros y con la misma resistencia, la piedra
porosa, piedra en general y mármoles para el interior, además de
mosaicos para la decoración interior.
Los
muros son gruesos, aunque se aligeran por medio de numerosos vanos.
Se usan también como elementos sustentantes:
- La columna de capitel corintio pero de hojas recogidas, no extendidas que va cambiando su forma hasta convertirse en cúbico. También se utiliza con gran profusión el cimacio, bastante desarrollado.
- Los pilares, a veces muy gruesos y horadados.
- Los estribos o contrafuertes externos.
- Arcos de medio punto, algunas veces peraltados.
Las
cubiertas pueden ser:
- Armaduras de madera, de tradición paleocristiana (en los primeros siglos).
- Abovedadas con bóvedas de cañón o de arista.
- Cúpulas sobre pechinas, que es su aportación más original.
La
decoración se limita al interior y es a base de mosaico y pintura al
fresco. El exterior se descuida hasta época bien tardía
Crea
un nuevo sentido del espacio interno, continua, desmaterializado y
dinámico, sin embargo no interesan demasiado el aspecto exterior,
que a menudo se enmascara por otras construcciones.
La función del arte es
de carácter religioso y político, propagandista, y simbólica.
Arquitectura bizantina
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Edificios principales:
Al primer tercio del siglo VI corresponden las iglesias de los Santos Sergio y Baco, Santa Irene y Santa Sofía o la Divina Sabiduría, la obra maestra del arte bizantino y una de las creaciones artísticas más grandiosas y bellas de todos los tiempos. Su impulsor es Justiniano y los arquitectos, Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto (ampliar contenido por el comentario de la lámina).
Todos estos edificios se
construyen en la capital, Bizancio, la de los Santos Sergio y Baco
también fue bajo mandato de Justiniano y consta de planta octogonal
y bóveda gallonada, y su ábside aunque semicircular por dentro es
poligonal en el exterior. Santa Irene es de planta rectangular con
dos cúpulas.
También de la época de
Justiniano, pero en Rávena son las iglesias de San Vital, San
Apolinar in Classe o del Puerto y San Apolinar Il Nuevo, la primera
es de planta octogonal que también se manifiesta al exterior, y las
otras dos son de tipo basilical constantiniano, de tres naves y
enriquecidas con bellísimos mosaicos. San Apolinar in Classe
presenta capitel teodosiano o de hojas revueltas.
El arte bizantino se
extiende hacia el sur y en Sicilia recibe influencia árabe y
normanda por lo que da lugar a un estilo conocido como arte
sículonormando que impera en el sur de Italia en el siglo XII. Los
templos se construyen con planta basilical, ábside semicircular,
cruceros abovedados y columnas aprovechadas de edificios clásicos.
Entre los principales monumentos hay que citar la capilla del
Almirante, la Martorana, la de San Cataldo y sobre todo la Palatina.
Por otro lado, la unión
en matrimonio de la hermana del emperador bizantino Basilio II
(976-1025), Ana con Vladimir de Kiev, implicaba la conversión del
monarca ruso al cristianismo, permitió extender la religión, la
cultura y el arte hacia los pueblos eslavos , y como resultado se
conservan magníficos ejemplos del arte bizantino en territorios de
las actuales Ucrania y Rusia, tales como Santa Sofía de Kiev, y la
Asunción del Kremlin en Moscú.
Artes figurativas:
El desarrollo de las artes figurativas en Bizancio queda determinado por el problema de la querella por el culto de las imágenes. Ésta aparece en el momento en que comienza a considerarse la adoración de las imágenes religiosas como una forma de idolatría, y en una carrera frenética hacia el lujo y la ostentación de las diferentes parroquias con tal de ganarse la atracción de los fieles y por tanto sus donaciones. Fue el emperador León III Isáurico quien el año 725, proclamó el primer edicto contra las mismas, y a favor de su destrucción. Medio siglo más tarde, la emperatriz Irene se puso del lado de los iconolatras (o iconodulios). Pero de modo definitivo la crisis no acabará hasta el año 843 en que se deroga definitivamente la iconoclastia.
Icono eran todas las imágenes sagradas de cualquier material (marfil, mosaico, talla de madera o pintura) que alcanzara una especial devoción de los fieles hasta creer que eran auténticos ídolos que incluso llegaban a efectuar milagros. Con el tiempo el icono se identificó principalmente con las representaciones en tabla.).
No hay que olvidar la
influencia de judíos y musulmanes también en la tendencia
iconoclasta, ya que ambas religiones prohiben cualquier
representación gráfica de la divinidad y del ser humano, como
sucedía también en los primeros tiempos del cristianismo, pero el
contacto con Grecia y Roma y su gran tendencia a la representación
figurativa de las divinidades y del ser humano hizo cambiar, en los
primeros siglos la tendencia esquemática de las representaciones.
Como características
generales de las artes figurativas bizantinas, podemos señalar las
siguientes:
Influencia: Grecia
clásica con su tendencia al antropomorfismo y a la armonía.
Paleocristiana: Desnaturalizadota y simbolista.
Siria: Caracterizada por una concepción plana de la
representación y un idealismo trascendente de las figuras y escenas
y una gran preferencia por el color. (Esta influencia se impondrá a
las otras dos.
Contenido: Religioso y
político.
Expresión: Figurativa
pero no naturalista. La figura humana se desmaterializa de acuerdo
con un naturalismo transfigurado; a partir de las luchas
iconoclastas, se crea toda una teoría sobre el carácter y función
de las imágenes religiosas y éstas se ajustan a prototipos: tienen
un canon clásico, pero carecen de peso y de volumen, los cuerpos son
alargados, los ropajes muy pesados y casi planos, sin mostrar
anatomía. Se concentra la expresividad en la mirada. Responden a una
iconografía fija, ajustada al dogma y la liturgia, que tuvo
influencia sobre el arte occidental medieval.
La preferencia por el
color lleva a los artistas bizantinos a preferir la pintura y el
mosaico a la escultura, y dentro de esta técnica se da preferencia
al relieve que al bulto redondo. Destacan los trabajos sobre marfil,
sobre piedras duras y los relieves a trépano que decoran capiteles y
cancelas.
En pintura se utilizan
diversas técnicas y soportes según las escuelas, pero en general
coinciden en su interés por la línea y el convencionalismo del
modelado, el espacio, la luz y el color. Dentro de la pintura
adquiere especial importancia la miniatura. De Asia Menor destaca el
códice del Génesis de la biblioteca de Viena, del siglo V,
ejecutado en pergamino. La obra maestra de la miniatura siria son los
Evangelios de la Biblioteca de Florencia, ejecutados en el año 586
por el monje Rábula del convento de Zayba en Mesopotamia.
El mosaico bizantino es
heredero del paleocristiano, pero incrementa el uso de pasta vítrea
incluso añade piedras preciosas y el oro para los fondos. Las
teselas empleadas podían ser del tipo opus tesselattum, o formas
geométricas, todas iguales, o el opus vermiculatum en el que cada
tesela adopta el contorno preciso para conseguir la imagen.
Generalmente se empleaban las dos, las primeras en los contornos y
las segundas en el interior del dibujo.
La solución plástica
conserva la tendencia idealizante del arte de la época, muy
vinculada a su contenido religioso y por tanto espiritual. Las
imágenes tenían lugares prefijados y se ordenaban según criterios
preestablecidos: En la bóveda del ábside o en la cúpula, la figura
de Cristo, la Virgen y los santos, y por debajo de esas
representaciones, el Juicio Final.
Los ejemplos más
interesantes son los conjuntos de Rabean, especialmente San Vital,
donde se representa a Justiniano y Teodora con sus respectivos
séquitos portando ofrendas. También San Apolinar el Nuevo y San
Apolinar in Classe. En Santa Sofía se realizaron mosaicos
posteriores a la construcción del edificio y tras la conquista por
los turcos, se revocaron para ocultarlos.
La maestría de los
bizantinos en el campo de la musivaria se conoció más allá de los
límites del Imperio Bizantino, tanto que fueron reclamados para
decorar las superficies de la Cúpula de la Roca o el mihrab de la
mezquita de Córdoba.
PRINCIPALES OBRAS Aquí tienes comentada la basílica de Santa Sabina
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