789 LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES: MESOPOTAMIA

LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES FLUVIALES

¿La historia empieza en Sumer?  

Grecia y la Biblia, fuentes de la cultura europea y de Asia occidental, no se entienden sin Mesopotamia.  

Del suelo bañado por los cauces del Tigris y el Éufrates nació la tierra prometida de las leyendas cristianas, el mundo de criaturas asombrosas y poderosos reyes que recorrió Gilgamesh

Así acontece en el Poema de Gilgameš: narra el viaje hacia los confines del mundo que el rey de Uruk, Gilgameš, y su fiel escudero, Enkidu, emprenden, en busca de lo que constituye la condición humana, del lugar que ocupan en el mundo y en relación con los dioses. Este viaje, que Enkidu no supera, y Gilgameš concluye, tras sobreponerse a la pérdida de Enkidu y aceptar la condición mortal del hombre, tuvo una influencia decisiva en narraciones míticas y populares posteriores.


Desde hace un par de siglos, en los tratados de historia se viene considerando a Mesopotamia como la cuna de la civilización, si bien en las últimas décadas los hallazgos arqueológicos están revelando nuevos datos acerca del inicio de nuestra vida en ciudades.

Sumerios, acadios, asirios, babilónicos… todas estas culturas de hace más de 5.000 años vivían en medio de un mundo hecho de barro, bajo un tórrido sol y sin apenas materias primas con las que prosperar, pero lograron, contra todo pronóstico, llevar a cabo los mayores logros culturales de la Humanidad.

Erigieron las primeras ciudades, reinos e imperios conocidos; construyeron templos tan altos que, según las leyendas, rozaban las nubes, y edificaron suntuosos palacios, que resplandecían como vergeles en medio del desierto y eran mencionados por la Biblia y los autores clásicos. Y aún así, no fueron estos sus mayores inventos, aquellos que la convirtieron en la primera y una de las más destacadas civilizaciones de la historia: Mesopotamia, la «tierra entre ríos».

Situadas entre el Tigris y el Éufrates, también crearon la escritura, con la que dejaron testimonio de las primeras epopeyas conocidas, y de sus propios miedos, esperanzas y anhelos. Desarrollaron el cómputo y la división del tiempo, así como la metalurgia del cobre y del bronce. Organizaron los primeros registros administrativos y contables. Redactaron los primeros códigos legales, como el famoso «Código de Hammurabi», uno de los conjuntos de leyes más antiguos que se han encontrado.


TERRITORIO

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Mapa del Mediterráneo en el II milenio a.C.

Nuevos indicios apuntan a una amplia zona de las cabeceras de los ríos Éufrates y Tigris, además de sus afluentes, en la parte superior del arco llamado Creciente Fértil (el sureste de Turquía, el noreste de Siria y el noroeste de Iraq, con Göbekli Tepe y Nevali Çori, Abu Hureira o Nemrik Jarmo, respectivamente), como los lugares donde se produjo el paso de la vida en simples aldeas a la estructura superior que denominamos ciudad, dejando al margen el caso de Jericó y sus murallas del VIII milenio. Pero es en la baja Mesopotamia, el denominado “país entre ríos”, donde se hallan las mejores y más numerosos ejemplos para tipificar el inicio del urbanismo.

¿Sumerio o los sumerios?

 No se sabe si los sumerios fueron un pueblo venido de la India, o de  Arabia, hace unos 5.000 años, al fértil delta del Tigris y el Éufrates, o si estos, en tanto que pueblo  o etnia, nunca existieron, sino que lo que hubo fueron diversas tribus instaladas en este  territorio, desde la prehistoria, que hablaban varios idiomas a la vez, como el sumerio y el acadio.
Algunos estudiosos sostienen que el pueblo sumerio es una invención del nacionalismo  europeo que asocia lengua, etnia y territorio. Habría sido la manera de distinguir entre poblaciones  semitas y poblaciones no semitas (sumerias), lo que habría satisfecho a ciertos historiadores europeos
de los años 30 que no habrían soportado entroncar las culturas aria y semita.

Lo cierto es que una gran parte de la cultura parece haberse originado en el sur de Irak: la ciudad, la
realeza, la escritura, el cálculo, el dinero, las leyes, el catastro, el comercio... son estructuras o institucio nes que organizan la vida comunitaria, vigentes hoy en día y extendidas por todo el mundo, que se  habrían originado hace unos 6.000 años en el sur de Mesopotamia.

 Tras la caída de este vasto estado, hacia 2900 a.C., un buen número de ciudades-estado independientes crecieron en las riberas sureñas de los ríos Tigris y Éufrates y las marismas del delta. 500 años más tarde, fueron uni cadas en un primer imperio, el acadio, con una capital, Akkad, asentada quizá en la actual Bagdad. De corta duración, fue reemplazado por un segundo imperio, de Ur III, en el que la lengua de culto volvió a ser el sumerio en vez del acadio, gobernado desde la ciudad sureña de Ur.

Ya sea por invasiones, disensiones, problemas ecológicos o climáticos, el imperio de Ur III duró un siglo. A partir de entonces, hacia el 2000 a.C., los centros de poder se establecieron más al
norte: Babilonia, hacia 1800 a.C., y las capitales asirias, al norte de Irak, hacia el 1400 a.C. Las
tierras del sur perdieron importancia, se convirtieron en territorios marginales en los imperios de
Babilonia y, luego, de Asiria, aunque la mayoría de las ciudades del sur siguieron activas hasta
casi la invasión árabe, en el siglo VII d.C. 

ETAPAS

- la etapa inicial sumero-acadia  entre 3500 y 2100 a.C.– 
- las posteriores, protagonizadas por los autóctonos asirios 
- y babilonio
- o los pueblos invasores que sucesivamente se instalaron en estas tierras –casitas, hurritas, arameos–, desde 2100 hasta 539 a.C., momento en que los persas unificaron todo el antiguo Próximo Oriente. 
 
Aerial III" (2011) by Jananne Al-Ani.
  
 MESOPOTAMIA:
UNA TIERRA ENTRE RIOS.

Es en Oriente Próximo donde por primera vez se pasa de pequeñas poblaciones agrícolas neolíticas a formaciones más complejas que tienden a ser autónomas. Se pasa de la aldea a la ciudad y se crea una cultura propia llena de logros, entre los que destaca la invención de la escritura.
La región de Mesopotamia está formada por un gran valle fértil a ambos lados de los ríos Tigris y Eufrates. En ella se desarrollaron diferentes civilizaciones a partir de mediados del IV milenio a.C. Entre ellas se encontraba una de las primeras civilizaciones agrarias y urbanas: la Sumeria.


Aparición de las primeras ciudades

Hacia el año 3.700 a.C. los sumerios levantaron algunas de las primeras ciudades conocidas de la historia: Ur, Uruk y Lagash.

Estas ciudades eran independientes unas de otras, eran ciudades-estado que controlaban  a las aldeas circundantes, gobernadas por un rey-sacerdote al que llamaban patesi, considerado el representante del dios en la ciudad. Se encargaba de proteger el templo, controlar la economía, velar por la paz y admisnitrar la justicia.

Todas estas ciudades estaban protegidas por murallas y sus viviendas estaban construidas con ladrillo. Todas ellas solían tener un zigurat, que era un templo que además funcionaba como centro económico donde se realizaban operaciones comercionales, como almacén o escuela para futuros sacerdotes.

Una ciudad es algo más que un grupo de familias que se autoabastece fabricando cada una de ellas todo lo necesario (ropas, cerámica, instrumentos, etc.) y que se une para obtener una mayor capacidad de defensa. Una de las características de la ciudad es el trabajo especializado y la construcción de espacios comunes y obras públicas (calles, plazas, murallas, templos, obras de acondicionamiento de cultivos, silos, etc.), que se hacen entre buena parte de los miembros de la comunidad, dirigida por un grupo de ellos, bien en su condición de sacerdotes, bien en la de jefes político-militares.

Ellos son los que organizan las tareas del cuerpo social y se constituyen en los principales beneficiarios de esta nueva forma de convivencia. Y el arte suele ser una más de las actividades afectadas por esta estructura de poder: las obras de arte se realizan para mayor gloria de las divinidades y de sus representantes o intermediarios en la tierra, y forman parte del ajuar de templos y palacios, o bien como ajuar funerario de los reyes, pero en ningún caso se trata de un bien de consumo extendido a todos los miembros de la sociedad. Sus autores permanecen en el más absoluto de los anonimatos y su condición no supera la de cualquier otro artesano, al menos hasta donde alcanzan los datos que proporciona la arqueología.


La reconstrucción virtual de la ciudad de Ur, tal y como podía aparecer a finales del III milenio, está situada en un paisaje marismeño, bordeada por el río Eúfrates. Era una ciudad amurallada de planta ovalada, con dos hipotéticos puertos fluviales, un recinto sagrado –que incluye el zigurat– dedicado al dios de la luna Nanar y dos fragmentos de tejidos urbanos residenciales de los que no se conserva trazado. Tenía canales naturales o artificiales y calles estrechas, parecido a una medina.

SOCIEDAD

Con la primera ciudad, Uruk, se creó la primera red de comunicaciones, con vías, canales y postas, se desarrollaron jerarquías sociales y la división del trabajo, el capitalismo, un poder fuerte (monárquico o imperial), la escritura, el cálculo, las unidades de medida del tiempo, el espacio y el valor de los bienes, el derecho, manifestaciones culturales a través de las cuales el ser humano se fue desmarcando de la naturaleza, al mismo tiempo que la dominaba

Las primeras misiones arqueológicas, a finales del siglo XIX, se centraron en las partes altas de la ciudad, esperando encontrar tesoros ya que se suponía que palacios y templos se hallarían, como en Grecia, en “acrópolis”. Se descubrieron, en efecto un gran número de edificios de gran tamaño. Casi todos fueron interpretados como templos, por lo que se pensó que las ciudades estaban gobernadas por una extensa clase sacerdotal. Hoy, esta visión se ha matizado; se reconoce la importancia no solo del rey y de posibles asambleas ciudadanas, sino también de clases nobles y medias, no siempre asociadas al poder. Por este motivo, la importancia concedida al templo en la vida urbana se ha relativizado. 


ECONOMÍA

Agricultura.
* La agricultura era la actividad básica de la sociedad mesopotámica, por lo que la mayor parte de sus habitantes eran campesinos que trabajaban las tierras del patesi dando parte de su cosecha en forma de inpuesto. También existían pequeños propietarios, comerciantes, nobles, sacerdotes y funcionarios reales. En el escalón social más bajo estaban los esclavos y las personas que no habían podido pagar sus impuestos.

Los sumerios se caracterizaron por ser un pueblo activo y hábil. Crearon  sistemas de canales y diques para encauzar el agua y depósitos de agua. Por tanto, tuvieron un gran desarrollo de la agricultura de cereales, legumbres y frutas. También practicaban la ganadería de cerdos, ovejas y cabras.

 Comercio
* El comercio se convirtió en una actividad económica fundamental, no abundaban materias primas como los metales. En un principio se practicó el trueque, pero con el tiempo se empezaron a utilzar barras de oro y plata para cambiarlos por otros productos.
Hacia el 2.000 a.C. reyes y pueblos se enfrentaron entre sí dispuntándose las tierras más fértiles de Mesopotamia y el control de las rutas comerciales. Entre estos pueblos destacaron los babilonios y los asirios que llegaron a fundar los primerios imperios de la historia.





CULTURA

La cultura mesopotámica es menos conocida que otras culturas antiguas como la egipcia o la griega.
Las causas son diversas. Las primeras misiones arqueológicas empezaron casi cien años más tarde
que en Egipto; la lengua sumeria fue descifrada –y aún no en su totalidad– hace unos 130 años; las
ciudades, construidas con adobe, yacían, y yacen todavía a veces, sepultadas bajo gruesas capas de
aluviones uviales; nalmente, la con ictiva historia política de la región (guerras en Irán, Irak y Siria,
incluso en la frontera turco-sirio-iraquí), han di cultado o impedido un mejor conocimiento de lo que,
muy probablemente, haya sido el origen de la civilización.
La civilización mesopotámica nos dejó importantes elementos culturales como la escritura, las leyes, la religión y el arte.

* Escritura.
 El nacimiento de la escritura está relacionado con el desarrollo  de las ciudades sumerias durante el IV milenio a.C. La actividad comercial y el cobro de impuestos  tuvieron mucho que ver en su aparición. Para poder contabilizar y, por tanto, controlar estos productos surgen los primeros signos  que derivarán en la invención de la escritura. En un principio  se comenzó marcando los datos sobre una tablilla de arcilla y utilizando una caña. Con ella se hacían unas marcas en forma de cuña, de ahí la denominación de cuneiforme. Este sistema de escritura fue utilizado para controlar las cosechas, recaudar impuestos y redactar las leyes.

 Tableta de Åulgi, rey de Ur, con inscripción dedicatoria para Åullat y Æania, Tercera dinastía de Ur, c. 2.050 aC. © The Oriental Institute of the University of Chicago / Fotografía de Anna R. Ressman.

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* Leyes. En Mesopotamia, dada la progresiva complejidad de la sociedad urbana surge la necesidad de crear normas que organicen, regulen y den solución a los conflictod cotidianos o a los grandes enfrentamientos que puedan generarse. Los sacerdotes impartían la justicia que, según  creían, los dioses habían dictado a los hombres. Esta situación había dado lugar a una excesiva subjetividad que pudo derivar en abusos por parte de los jueces. Para evitar la arbitrariedad, el rey Hammurabi de Babilonia (1.790-1.750 a.C.) elaboró uno de los primeros códigos de leyes escrito y que hoy conocemos como el Código de Hammurabi. Las leyes de este código eran sumamente  duras, aunque hacía diferencias en las sanciones  dependiendo del origen  social del infractor. El código estaba formado por 282 leyes y decretos. Para que fueran conocidas por todos los ciudadanos, Hammurabi las ordenó grabar en columnas de piedra que se distribuyeron por todo el reino.

-Se hablaba sumerio, una lengua sin conexiones con ninguna lengua conocida,pasada o presente.


Religión

 El pueblo sumerio era politeista: adoraban a varios dioses relacionados con la naturaleza. Los textos de contenido religioso hallados en lengua sumeria son muy numerosos y en ellos se encuentran registradas las creencias mesopotámicas sobre la creación, el paraiso, el diluvio, etc.  Todos estas ideas son comunes a otras religiones como el cristianismo, el islam, la religión azteca, etc. Las creencias religiosas estuvieron unidas al conocimiento de la astronomía. Los zigurats fueron edificios desde donde se estudió el Universo.

En el imaginario sumerio, toda la ciudad pertenece a una divinidad, y esta mora en un templo. Éste, además, posee terrenos en las afueras, en los que se cultivan alimentos para la divinidad y los sacerdotes, y pastan rebaños de los que proceden las reses sacrificadas. Un numeroso personal atiende a esas tierras y sirve al templo (a la divinidad).

FRAGMENTO DE HIMNOS DEDICADOS A TEMPLOS

Los himnos a templos fueron compilados, y algunos compuestos, por Enheduanna (2285-2250 aC), sacerdotisa del dios lunar Nanna, hija del emperador acadio Sargon I (2334-2279 aC). Se trata posiblemente del primer autor, y el primer poeta, conocido de la historia.

“O lugar primordial, profunda montaña artísticamente modelada, santuario, lugar terrorífico situado en un prado, una pesadilla cuyos elevados caminos nadie puede sondear, templo de la ciudad de Gisbanda, argolla, red trenzada, grillete del inmenso inframundo del que nadie puede escapar, tu fachada se alza, proeminente como una trampa, tu interior es donde el sol se alza, dotado con bienes que se extienden. Tu señor es el señor que tiende la mano pura, el sagrado del cielo, con lujuriosa y abundante melena hasta los hombros, dios Ningiszida. Ningiszida ha levantado una morada en tu santuario, oh Gisbinda, y ha tomado aposento sobre tu tarima.”

 EL TEMPLO SUMERIO
 Templo oval de Khafadye. Reconstrucción: 404Arquitectos (Luis Amorós

Al igual que cualquier templo de una religión antigua politeísta, el templo es la casa de la divinidad.

En sumerio, casa y templo se decían de la misma manera (é). El carácter doméstico del templo se expresaba a través de la fachada: en algunos templos, un recubrimiento de delgados coloreados hincados en los muros exteriores e interiores, cuyas cabezas coloreadas componían frisos con motivos geométricos, recordaban los de las esteras o las alfombras de las estancias.
Según los mitos, los templos terrenales estaban construidos a imitación de templos celestiales. Los templos en la tierra acogían a las divinidades cuando descendían del cielo. Se dedicaban himnos a templos como si fueran divinidades. Eran organismos vivientes, comparados, por ejemplo, a toros, fenómenos naturales que infundían temor, montañas que llegaban al cielo, bases del universo, o columnas que unían el cielo y la tierra.
En esta morada, los humanos, salvo sacerdotes y reyes, tenían vetada la entrada. La divinidad estaba presente a través de la estatua de culto. La divinidad, invisible, animaba su efigie terrenal: el clero la contemplaba en el centro de la capilla central; la alimentaba mediante sacrificios vegetales y animales, la cuidaba, la vestía cada día. Cada mañana, despertaba a la estatua y le abría los ojos. En días señalados, la divinidad, a través de su estatua, era sacada en procesión y conducida al encuentro de otras divinidades con las que mantenía contacto, cuyas estatuas moraban en otros templos.

ZIGURAT

El zigurat recordaba los peligros de los diluvios, pero también infundía confianza: los hombres, refugiados en lo alto podrían sobrevivir. Por eso, la imagen de las cumbres era ambivalente. Evocaba el mundo de los bárbaros, pero también recordaba que los humanos habían sobrevivido al cataclismo gracias a la presencia de un alto risco. Se ha discutido mucho acerca de la importancia y el número de los templos en las ciudades sumerias. Nada permite distinguir un templo de un palacio, una casa noble, o un edificio público como un local asambleario (en el que se reunían los ancianos o los grupos de poder o de gobierno para debatir acerca del gobierno real).


 ARTE

Los mismos sumerios y acadios no contaban con los términos “arte” o “belleza” en su vocabulario 

El arte mesopotámico es  el  resultado de una tradición de 4000 años de antigüedad que mantuvo su estilo prácticamente sin alteraciones hasta la llegada de los persas en el siglo VI a.C.
 
El arte mesopotámico ha recogido la influencia de todos los pueblos que habitaban en la región influenciados por tres factores fundamentales:
  • El  entorno natural. En el valle no había piedra ni madera, por lo que debieron utilizar en sus construcciones ladrillo y adobe.
  • El papel destacado de la religion. Dio gran importancia a los edificios religiosos  como los zigurats y a las esculturas con fines espirituales.
  • La guerra. Gran parte del arte estuvo dedicado a la representación de victorias militares. 
  • Tampoco estamos seguros de su función. En acadio, estatua se solía decir șalmun: éste es, por ejemplo, el término con el que Gilgameš designa la estatua que manda erigir en honor de Enkidu; mas, ¿qué evocaba este término?; ¿se aplicaba a las efigies de orantes que conocemos? Lo desconocemos. Parece que se apreciaba la calidad de los materiales y el brillo (del lapislázuli, la cornalina, el oro); valores que hoy no fundan el juicio laudatorio que una obra nos merece. Términos que podríamos pensar expresan juicios estéticos también denotan juicios morales. Dug, en sumerio, significaba bueno y hermoso (como también ocurrirá en Grecia y en Roma donde las cualidades sensibles tampoco se distinguían de las morales). Las obras buenas, necesarias, beneficiosas, eran, necesariamente, hermosas; bellas, puesto que útiles.
Figurita de mujer desnuda con el cabello largo coleccion tannenbaum donada en el 2000 procedente quiza del norte de Mesopotamia.

Figuras antropomórficas reconocibles con una expresión de piedad o de temor, muy humana: efigies que sugieren desvalimiento, estatuas próximas a muñecos, y que suscitan sentimientos de admiración y compasión.

PARA SABER MÁS, VER:

El Imperio Asirio, dueño de Oriente Próximo durante su apogeo entre los siglos VIII a VII antes de Cristo.  A medida que fue creciendo, las ciudades-estado fenicias del Levante se vieron obligadas a mirar hacia el oeste para fortalecer su comercio marítimo. De esta necesidad nació el primer fenómeno global: las redes mercantiles que establecieron por toda la costa norte de África y desde la costa sur europea hasta el estrecho de Gibraltar y hacia el Atlántico. Materias primas, objetos lujosos, imágenes, personas e ideas circularon como nunca antes entre Oriente Próximo y el Mediterráneo.

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